Estamos en un callejón sin salida. Fuera de los discursos de acusaciones o de entusiastas triunfos para consumo público, tanto el Partido Nacional como la Alianza Opositora saben que se han atollado en una confrontación política y acusaciones y descalificaciones mutuas que solo conduce a creciente inestabilidad. Y la sociedad hondureña paga las consecuencias de ambiciones de poder y de un proceso electoral cargado de oscuridades.

Es un “equilibrio catastrófico”, en donde nadie puede declararse ganador sin desatar dinamismos adversos ni nadie puede aceptar una derrota sin convertirla en rechazo estremecedor político y social. Por este camino vamos hacia un deterioro sin fin. Estamos en la obligación de buscar creativamente propuestas que rompan este equilibrio infernal y avancemos en la construcción de un escenario posible.

Como un aporte ciudadano y con el propósito de contribuir a romper con este ambiente catastrófico, nos atrevemos a hacer público ante partidos políticos, la OEA, la ONU, la Embajada del gobierno de los Estados Unidos en Honduras y el cuerpo diplomático acreditado en nuestro país, a las distintas organizaciones sociales, sectores empresariales y a los hombres y mujeres de buena voluntad, la siguiente propuesta para un escenario de transición política y políticamente posible:

1.- Invocando la Carta Democrática Interamericana de la OEA, con el liderazgo de la misma y con la concurrencia activa de la ONU y la Unión Europea, anular las elecciones generales celebradas el 26 de noviembre.

2.- Que la OEA y con la concurrencia de la ONU y la Unión Europea, asuma la convocatoria a nuevos comicios electorales.

3.- Para evitar el detonante de la confrontación que acompañó al proceso electoral último, que la OEA convoque, previo a las elecciones generales, un plebiscito para que el soberano se manifieste a favor o en contra de la reforma a los artículos pétreos que prohíben de manera absoluta la reelección de un presidente.

4.- Si el plebiscito favorece la eliminación de los artículos pétreos, Juan Orlando Hernández puede aspirar a la reelección como presidente de la República; si el plebiscito se manifiesta en contra de la reelección, el Partido Nacional deberá proponer un candidato a la presidencia que no sea Juan Orlando Hernández.

5.- Siempre bajo el auspicio de la OEA y con la concurrencia de la ONU y la Unión Europea, se deberá nombrar un gobierno provisional y transitorio integrado por un triunvirato de civiles de altísimo reconocimiento nacional, que tome posesión el día 27 de enero de 2018.

6.- El gobierno provisional y transitorio deberá convocar a elecciones generales en los próximos seis meses, bajo supervisión de la OEA y con la concurrencia de la ONU y la Unión Europea. Las nuevas autoridades deberán asumir sus cargos veinte días después de haber sido declaradas ganadoras.

7.- El gobierno que asuma tras este proceso electoral deberá convocar en un plazo no mayor de dos años una Asamblea Nacional Constituyente con el fin de redactar una nueva Constitución de la República como condición para que Honduras avance hacia una etapa de construcción de democracia y Estado de Derecho.