Poder sin límites para censurar
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Las cuentas globales de HispanTV en Google y YouTube fueron canceladas de improviso este jueves. La de YouTube fue reabierta horas más tarde, pero sin suscriptores ni archivo. Ni el mismo URL. Una cuenta en cero, nueva.
Si usted busca en Google trabajos de HispanTV no encontrará prácticamente nada: miles de reportajes, documentales, entrevistas, debates, reseñas, comentarios, críticas culturales realizadas en todo el mundo, borradas del mapa con un solo click.
Pero si busca en www.hispantv.com los encontrará de nuevo. Eso no lo pueden borrar.
Este acto es la versión siglo XXI de la noche del 10 de mayo de 1933, cuando los estudiantes nazis quemaron 25 mil libros frente a la Opera Estatal en Berlín. O la quema de libros el 23 de septiembre de 1973 en Santiago de Chile, tras el allanamiento masivo de las torres San Borja en el centro de la capital.
Cuando uno le cuenta esto a la gente, muchos preguntan -para nuestra relativa sorpresa-¿por qué?
Esperan tal vez un motivo técnico, una violación del copyright o algo así, deseando tal vez saber de algo que no sea la más cruda y brutal quema digital de contenidos al estilo de Hitler y Pinochet. Algo que permita tener confianza en herramientas que usamos todos los días y que pertenecen a quienes levantan las banderas del pluralismo y la libertad de expresión.
No es nada nuevo. En Chile, han resultado infructuosos todos los intentos de incluir HispanTV en las distribuidoras de cable. Tras la primera llamada, no vuelven siquiera a contestar, porque les resultaría contraproducente explicar los motivos.
A HispanTV el gobierno español de Mariano Rajoy ya una vez le canceló el acceso al satélite. Y el británico hizo lo mismo con PressTV, la rama en inglés de nuestro canal.
Nuevo Orden Informativo
En los lejanos años 70 del siglo pasado, la Unesco lanzó un proyecto para un Nuevo Orden de la Información y la Comunicación (NOIC), que generó escándalo en los países dominantes del Norte: se denunciaba allí el descarado control de la información y la comunicación ejercido por las grandes agencias informativas. La Unesco intentó estimular la creación de agencias informativas nacionales en los países en desarrollo, y por iniciativa de Yugoslavia, se formó el pool de agencias de países no alineados.
Por esos años prosperó la agencia de noticias IPS, fundada en Roma en 1964 por el italiano Roberto Savio y el argentino Pablo Piacentini, periodistas que se proponían establecer una lazo comunicacional entre los países del Sur, participando activamente en el pool no alineado.
La idea era que los países del Sur en desarrollo no sabemos casi nada de nosotros mismos, por el control informativo de estos conglomerados transnacionales. Si tiene dudas, pregúntese por qué todos sabemos en detalle que el príncipe de Inglaterra se comprometió con una actriz norteamericana, pero casi nada de la condena a presidio perpetuo a 29 genocidas en Argentina.
Se denunció entonces al NOIC como un atentado a la libertad de expresión, la imposición de aparatos estatales sobre el periodismo objetivo y profesional, se le redujeron fondos a la Unesco, y finalmente el Nuevo Orden quedó engavetado.
Muchos años más tarde comienzan a aparecer medios de mayor envergadura, de carácter internacional, como HispanTV, PressTV, TeleSUR, RT, Al-Mayadeen, Al-Jazeera, que por primera vez desafían el orden informativo en sus propios términos: tecnología, rigurosidad, estética, presencia mundial. Y estos canales comienzan a ganar credibilidad y seguidores en todo el planeta. Y comienzan a ser un peligro para la hegemonía informativa.
Un nuevo Orden Informativo comienza por fin a estructurarse, generando contenidos con otro contexto, deconstruyendo los paradigmas hasta ahora hegemónicos del bien y el mal, de la libertad y la opresión, de democracia y dictadura, proyectando las voces de los pueblos, las personas que trabajan, los que sufren discriminación, persecución, pobreza o dominación cultural.
Para que por fin sepamos otra versión de la suerte del pueblo palestino, de los royinghas de Myanmar, de la guerra en Siria, Irak y Yemen, de los acuerdos para sacar al dólar de los mercados de materias primas, de los avances tecnológicos y culturales de Irán o Rusia, de la lucha en Chile contra las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) y por la educación pública, las huelgas en Argentina, las agresiones contra Venezuela, el desarrollo económico de Bolivia, las protestas en Brasil, la discriminación racial en Estados Unidos, los abusos a los refugiados en Europa, entre muchos temas.
Esa es la razón del atentado de Google y YouTube: eliminar la memoria, amedrentarnos, poner una barrera, mantener al llamado mainstream (los medios de comunicación hegemónicos) como la única fuente profesional, seria y creíble de la información.
No lo lograron antes, menos lo conseguirán ahora. De lo que se trata, como lo ha aprendido Rusia, es de independizarnos también de estas plataformas que no son más que instrumentos del mismo orden mundial, que llegado el momento no puede ocultar más su esencia. Si nos cierran, es que hemos hecho un buen trabajo. Seguiremos así.
- Alejandro Kirk es periodista chileno-venezolano. Ha sido representante de IPS en Caracas, Nueva York, San José, Harare, Johannesburgo, Roma, Lisboa y Montevideo, director de IPS para África y América Latina, miembro de la dirección Editorial de IPS y responsable de esa agencia por la publicación bilingüe “Terra Viva” para la cobertura del Foro Social Mundial. Actualmente es corresponsal de HispanTV en Chile.
30/11/2017
http://www.other-news.info/noticias/2017/11/poder-sin-limites-para-censurar/
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