Papa Francisco: “la riqueza más plena de una sociedad se mide en la vida de su gente”

09/07/2015
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(Santa Cruz De La Sierra).- El papa Francisco afirmó, esta mañana, en la homilía que brindó en la misa celebrada en la capital oriental, que “la riqueza plena de una sociedad se mide en la vida de su gente. Se mide en sus ancianos que logran transmitir su sabiduría y la memoria de su pueblo a los más pequeños”.

 

“Jesús no les trata como cualquier cosa, sabe que toda esa vida es fruto del amor misericordioso y va más allá de la simple apariencia y en este gesto de bendecir y alabar pide a su padre el don del Espíritu Santo”, que se traduce en el agradecimiento y en el poder transformar, “es un reconocer que la vida es un regalo que, puesto en las manos de Dios, adquiere una fuerza de multiplicación. Nuestro padre no nos quita nada, todo nos lo multiplica”, explicó.

 

Esta reflexión la brindó al referirse a tres acciones que Jesús realizó en el pasaje bíblico de la multiplicación de los panes y de pescado para alimentar a una multitud, que son: tomar, bendecir y compartir, acciones que recuerdan a la sociedad que no es necesario excluir a nadie como se quiere hacer pensar en el mundo, especialmente, en los lugares donde impera una mentalidad capitalista.

 

“Este es el camino del milagro, Jesús logra transformar una lógica del descarte en una lógica de comunión, en una lógica de comunidad”, complementó.

 

El máximo representante de la iglesia católica afirmó que en situaciones en las que en diferentes lugares la población sufre hambre, se impone la desesperación y “gana espacio la lógica que pretende transformar todo en objeto de cambio y de consumo o negociable”.

 

Sin embargo, aseveró que no es necesario excluir a nadie, “basta de descartes. Jesús nos muestra el camino” en estas tres acciones, enfatizó.

 

El papa Francisco explicó que “tomar” se refiere a tomar muy enserio la vida de los suyos y valorar todo lo bueno que puedan aportar. “Bendecir” es agradecer y el “compartir” es la fuente de la alegría y la “experiencia de la salvación”.

 

El pontífice se refirió a la importancia de la memoria de un pueblo, que se pasa de generación en generación, pero que “muchas veces se viven situaciones que pretenden anestesiarla y así se debilita la esperanza y se van perdiendo los motivos de alegría y comienza a ganarnos una tristeza que se vuelve individualista y nos hace perder la memoria de pueblo amado y de pueblo elegido” y esto lleva a que nos cerremos a los demás, “especialmente a los más pobres”, expuso.

 

Por otro lado, el pontífice inauguró el V Congreso eucarístico, que se desarrollará en Tarija, y destacó que es el sacramento de la común lo que permite salir del individualismo y brinda la certeza de lo que tenemos, “si es tomado, si es bendecido y si es entregado, con el poder de Dios, con el poder de su amor, se convierte en pan de vida para los demás”. Agregó.

 

“La iglesia celebra la eucaristía y celebra la memoria del señor, el sacrificio del señor, porque es comunidad memoriosa. No somos personas aisladas, somos la memoria actualizada y siempre entregada. Una vida memoriosa necesita de los demás, del intercambio, del encuentro, de una solidaridad real que sea capaz de entrar en la lógica del tomar, bendecir y entregar; en la lógica del amor”, concluyó.

 

La misa contó con la presencia del presidente del Estado, Evo Morales Ayma; del vicepresidente, Álvaro García Linera, de autoridades locales, legislativas nacionales y departamentales, así como ministros de Estado y representantes de organizaciones sociales; y más de medio millón de personas que se congregaron en los alrededores del Cristo Redentor. 

https://www.alainet.org/de/node/170978?language=en
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