Prometiendo peras cuando el árbol es de olmo
- Opinión
Me temo decir que bajo las reglas electorales presentes y bajo las condiciones del trabajo de bancadas en el Congreso de hoy es imposible decir que pueda salir una u otra “bancada de la dignidad” en el Congreso próximo. Proceso viciado de raíz no puede producir resultados virtuosos. No se le puede pedir peras a un árbol de olmo. O, como lo dice otro dicho bien conocido: “Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierde el vino y también los odres; sino que se echa vino nuevo en odres nuevos”. Eso es lo que tenemos que hacer, “echar vino nuevo en odres nuevos”. ¡Eso es dignidad!
Decir que bajo las reglas electorales y legislativas del presente (“porque es lo que tenemos y con eso debemos trabajar”) se puede hacer algo nuevo y progresista es de hecho ser parte moral y funcional del juego sucio. Decir que bajo las condiciones electorales del presente sí se puede legislar para el pueblo es perversidad moral y política. Y ninguna agrupación política del presente, de izquierda o derecha, tiene la varita mágica o el programa político - por impresionante que sea - para cambiar la dinámica política o legislativa solo porque así lo diga el programa o así lo declaren en la campaña electoral ante gente que, una vez más, cree ciegamente. No hay que olvidar que así hablaba y prometían durante procesos electorales anteriores la gente de la ANN, Encuentro por Guatemala, URNG, etc. ¿Y hoy dónde están? Sumidos/as en el inodoro del Congreso. Están en la bancarrota política buscando re-elección tras re-elección, sacando plata del pueblo, sin tener nada substancial y realmente significativo que mostrar a cambio que sea de beneficio real para la ciudadanía. ¿Acaso lograron componer al Congreso? ¿Acaso lograron evitar que toda la putrefacción del presente no ocurriera? Al contrario, parecen ser parte del juego sucio.
Hay que cambiar las reglas del juego fundamentalmente para que haya resultados diferentes y solo así poder hablar sin hipocresía o perversidad de que van a haber bancadas de la dignidad. De lo contrario todas son bancadas de la perversidad productos de una ingeniería del poder diseñado para cultivar y fomentar la corrupción como un espectáculo de distracción mientras que el 1% se enriquece, mientras se firman más TLCs vendiendo a la patria, mientras se extraen los recursos naturales por transnacionales al mismo tiempo que contaminan el suelo del pueblo Maya sin que el Congreso pueda levantar un dedo o, lo que es peor, con la aprobación del Congreso mismo.
Por tanto ¡No a las elecciones bajo estas condiciones! ¡Sí a la recalendarización de las elecciones! ¡No a las reformas de la LEPP propuestas por Congreso o TSE! ¡Sí a una nueva ANC! Vamos patria hacia la #RefundacionYa
Marco Fonseca
Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente profesor adjunto en el Departamento de Estudios Internacionales de GlendonCollege, York University. Ver perfil en Academia.edu aquí: http://bit.ly/1Lmk0Ub
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