FELAP, 39 años después

04/06/2015
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La fidelidad de los que luchan

 

Europa con sus crisis se arrastra y tambalea. Del carro tiran Alemania y un paso detrás Francia. Dos países a la zaga de las decisiones de Estados Unidos: un monstruo obcecado con la idea de ponerle su sello al siglo XXI. Eso es lo deseado. Como lo era a mediados del siglo pasado cuando a Latinoamérica se la bañaba en sangre y se le imponía una política económica y social de factura neoliberal. 

 

El sello: más conquistas imperialistas, más hambrunas planificadas, más gentes desesperadas escapando de a miles en busca de pan y de un lugar, aunque más no fuere, donde caerse muertas. Misiles, drones: holocaustos interminables. Y a un mismo tiempo, alienaciones consumistas, epidemias y pandemias. Transcurre el 2015.

 

Culto y obediencia debida a las tecnologías de la mano de políticas irracionales que abonan cada día la imposibilidad de un planeta seguro, respirable. Atentados tras atentados, minuto a minuto, contra la posibilidad de una vida digna para todos. Capitalismo, imperialismo, neoliberalismo. Todo es igual. Todo es peor.

 

En 1976 –un 7 de junio- fecha en que nació la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, sus fundadores hablaban de lo que ocurría en aquellos días y de lo que ocurriría si el destino de la humanidad quedaba librado al hacer de los bárbaros.

 

La FELAP ha sido y es sinónimo de lucha para organizar a los periodistas-trabajadores de prensa de nuestro continente. Sinónimo de resistencia, de denuncia, con una identidad que, incluyendo a la corporación, se manifestaba, como hasta hoy, por los derechos e intereses de clase, la clase trabajadora. Por el presente de entonces y el futuro de la humanidad.

 

 Estaba influida la FELAP por las luchas de los movimientos de liberación, por los ejemplos de Bolívar, de Martí, de Mariátegui. Por la irrepetible gesta de la Revolución Cubana y las gigantescas enseñanzas de Fidel. Y más recientemente por la monumental tarea de Hugo Chávez.

 

Estaba organizada, la FELAP, alrededor de las ideas de emancipación, en defensa de la autodeterminación de los pueblos, contra la explotación del hombre por el hombre, a favor de una libertad de prensa oportuna y veraz, “sin otras restricciones que las impuestas por los intereses de los pueblos”.

 

Convencida estaba la FELAP, y aún lo está, del valor de la integración, la soberanía, la independencia. Más que convencida, si es que cabe decirlo así, de que su lucha era, es, una lucha antiimperialista.

 

De esa manera lo expresaron –lo expresan- sus dirigentes fundadores y continuadores. Entre otros: Genaro Carnero Checa, Hernán Uribe, Eleazar Díaz Rangel, Ernesto Vera, Luís Suárez. En la línea de principios están sintetizados valores indubitables y compromisos teóricos y prácticos de una historia –la de la FELAP- plena de dignidad. Una historia que cumple ahora 39 años.

 

“La Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, es una organización antiimperialista, anticolonialista, popular y democrática, que adopta los métodos de lucha revolucionaria para el logro de sus objetivos” (Punto 1, de su Declaración de Principios. 7 de junio de 1976).

 

“Reconoce el carácter continental de los pueblos contra la opresión y sostiene que solo de ella surgirá la gran patria latinoamericana” (Punto 2, de la declaración citada).

 

 Una mirada –además de comprometida- ancha y para nada ajena, por aquello de “lo general a lo particular”. El periodista, el periodismo, el comunicador, la comunicación, en un contexto.

 

El periodista-trabajador de prensa y el periodismo y la comunicación apenas como una parte –importante, sí- de un todo: el mundo, la región, los países, las relaciones de poder, las clases dominantes: locales y transnacionales. “Los condenados de la tierra” -como dijera Fanz Fanon-, los excluidos, los esclavos de antaño y los de nuevo tipo, las concentraciones económicas, financieras y mediáticas. El Terrorismo de Estado, el de Mercado, sus ideólogos, sus alcahuetes. 

 

Resistir ayer y antes de ayer, cuando otros callaban o eran cómplices de los criminales. Resistir hoy. No renunciar jamás. ¡Viva la FELAP!

 

Juan Carlos Camaño

Presidente-FELAP 

 

https://www.alainet.org/de/node/170143
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