¿Tú qué defiendes?
04/02/2015
- Opinión
Hace casi 40 años, un joven estudiante de agronomía pronunciaba lo siguiente: “No defiendo mis ideas. Defiendo los derechos de tanta gente. Y los defiendo con celo, aunque me cueste la vida. Mi vida que no alcanza para acallar el dolor de tanta gente.”
Guatemala corre con prisa a la penosa meta del deterioro. Meta que, mientras más corremos, más se aleja y en ese desplazamiento va dejando condiciones deplorables para todos y todas. Nos mantenemos en continua caída. Pareciera que, justo cuando vamos a tocar fondo, la vida se pone peor y los escalones de la descomposición se multiplican. Las condiciones sociales y económicas de la mayoría se devalúan, de desarman, se turban. El ambiente se destruye. La naturaleza es degradada, la vida se desprecia. La dignidad humana desaparece como posibilidad y como principio de convivencia. En este pantano siempre hay algunos más hundidos que otros.
En medio de este caos social existen personas que tomando conciencia del agravio, rechazando la injusticia y asumiendo un papel protagónico de entereza frente al deterioro de sus condiciones de vida y de las de los demás, deciden no quedarse inmóviles ni calladas. Se levantan las voces, se accionan los lazos de solidaridad, se denuncia, se evidencia, se comunica, se acciona, se construye.
Hablar y moverse en contra de las injusticias se convierte en una necesidad vital. Por fortuna, en el país miles de personas están accionando en este sentido: defendiendo sus derechos y los derechos de los demás. Defensores de derechos humanos les han llamado. Su labor beneficia a toda la población, aún cuando no seamos conscientes de ello. Estos hombres y mujeres ponen en evidencia un sistema político y económico que socava las posibilidades de vida digna.
Defienden nuestro derecho a la alimentación, nuestro derecho a la seguridad y la justicia, el derecho al agua, el derecho a los bienes naturales, el derecho a la consulta y la participación, los derechos de la niñez y la juventud, el derecho a la orientación sexual y la identidad de género, el derecho al trabajo digno.
Defender derechos humanos es práctica cotidiana. Si una sensación de inconformidad recorre nuestro ser, más nos vale ponerle atención, levantar la voz y las manos. Sólo así podemos soñar con otra Guatemala, con otra sociedad, con otro sistema político, con otro sistema económico, con otra humanidad.
A finales del mes de enero veinte organizaciones nacionales e internacionales lanzaron en Guatemala la campaña Defender la vida es un derecho. El objetivo de la campaña es promover la defensa de los defensores de derechos humanos. Hace una llamado a reconocer que todos y todas somos defensores de derechos. Con el hashtag #SomosDefensores se posiciona en las redes sociales y nos pregunta a cada uno y una de los ciudadanos de esta tierra: ¿Tú que defiendes?
https://www.alainet.org/de/node/167314
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