Asonada policial contra Evo Morales
24/06/2012
- Opinión
El gobierno boliviano, referentes políticos y organizaciones sociales denunciaron un intento golpista tras el amotinamiento de sectores de la policía nacional. Un grupo rebelde, identificados por el gobierno como "infiltrados", desconoció el acuerdo firmado y llamó a continuar con el motín.
Varios grupos de policías amotinados en unidades policiales de La Paz y otros departamentos rechazaron el acuerdo firmado la madrugada del domingo 24 de junio por el Gobierno y los representantes de los policías de baja graduación.
Por esas horas, las autoridades bolivianas, representantes de la Asociación de Suboficiales, Clases y Policías (Anssclapol) y la Federación Nacional Única de Esposas de Policías rubricaron un acuerdo de 8 puntos que apuntaba a poner fin a un reclamo de varios días.
Previo al acuerdo, los policías estaban movilizados en todo el país en demanda de una nivelación salarial conforme a la estructura del funcionario público. También por el tratamiento de la Ley 101 de Régimen Disciplinario, la creación de la Defensoría del Policía y la jubilación con el 100 por ciento del haber mensual.
Tras la firma del convenio, el suboficial Edgar Ramos, presidente de Anssclapol, pidió a sus camaradas movilizados en todo el país el restablecimiento de todos los servicios para la seguridad de la ciudadanía: "Debemos restablecer, como un compromiso más para nuestra sociedad de prestar un servicio y proteger con profesionalismo. Ese es el compromiso".
Sin embargo, el rechazo al convenio por parte de algunos sectores rebeldes modificó el escenario. El cuestionamiento se produjo luego de las denuncias efectuadas por la Ministra de Comunicación, Amanda Dávila, quien advirtió horas antes que la intransigencia y la violencia configuran un escenario de golpe de Estado.
De acuerdo a imágenes televisivas, los policías que tomaron la Unidad Táctica de Operaciones (UTOP) de La Paz, reaccionaron con violencia y se trasladaron al Regimiento 1. Allí sacaron a la fuerza a los policías que se alistaban a restablecer los servicios de seguridad luego del acuerdo.
Según la Agencia Boliviana de Información (ABI), los grupos disconformes en diversos departamentos del país amenazaron con desconocer a los dirigentes que firmaron el convenio y a otros de sus representantes que participaron en la negociación.
Ante esos hechos, el presidente Evo Morales convocó a defender la democracia ante los afanes golpistas que impulsan "grupos políticos infiltrados en el amotinamiento de los policías de baja graduación".
"La derecha está buscando muertos y, compañeros, no vamos a prestarnos a la derecha para que haya muertos. Entonces, para eso, hermanas y hermanos, vamos a defender este proceso, somos parte de este proceso y vamos a defenderlo hasta las últimas consecuencias", dijo el mandatario tras promulgar un decreto que crea la Empresa Estatal Coro Coro.
Frente a una multitud de campesinos y movimientos sociales, Morales confirmó las denuncias del Ministro de Gobierno, Carlos Romero, quien reveló que en las últimas horas se interceptó una comunicación entre los policías movilizados. La información determinó que los rebeldes se aprestaban a "preparar bombas molotov" para atacar a efectivos del Ejército y al Gobierno.
El presidente boliviano lamentó, además, que los partidos de la oposición "no rechacen, ni condenen este tipo de actos, al contrario, incitan a generar más violencia".
En ese sentido, el senador del Movimiento Al Socialismo (MAS), Eugenio Rojas, convocó al pueblo de Bolivia a organizarse contra el intento de golpe de Estado contra el presidente Evo Morales y anunció, además, una masiva movilización en la ciudad de La Paz, centro político del país. el legislador acusó a sectores opositores y de la derecha de organizar un golpe de Estado, tomando provecho de un motín policial que pedía mayores salarios, demanda que ya fue atendida por el Ejecutivo en un acuerdo de 8 puntos.
Por su parte, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) ratificó el estado de emergencia y declaró movilización permanente. De acuerdo a lo informado por el secretario ejecutivo de esa entidad, Roberto Coraite, "las organizaciones campesinas, como parte importante del proceso de cambio, no se quedarán de brazos cruzados frente a la actual situación, considerando además que detrás de las demandas salariales de los policías de baja graduación se advierte que hay un intento golpista".
Desde Argentina, el filósofo Roberto Follari señaló que "el levantamiento policial en Bolivia alcanza las crudas proporciones de una acción desestabilizadora". El académico recordó que "ya existe el antecedente del levantamiento policial contra (Rafael) Correa en Ecuador, que fue un claro intento de golpe de Estado; y acabamos de asistir a la payasesca destitución de Lugo en Paraguay".
Finalmente, Follari aclaró que "las reivindicaciones sectoriales que se puedan esgrimir no deben desconocer a las autoridades legítimas. Estaríamos, en caso contrario, ante intentos destituyentes de las autoridades elegidas por el pueblo"; a lo cual agregó que "estas maniobras desestabilizadoras recaen sobre aquellos gobiernos que desafían a los poderes establecidos".
Durante la gestión de Morales los policías duplicaron sus ingresos con un sostenido incremento de sus salarios. Además, se invirtió de modo sostenido en equipamiento, movilidades y mobiliario.
Por esas horas, las autoridades bolivianas, representantes de la Asociación de Suboficiales, Clases y Policías (Anssclapol) y la Federación Nacional Única de Esposas de Policías rubricaron un acuerdo de 8 puntos que apuntaba a poner fin a un reclamo de varios días.
Previo al acuerdo, los policías estaban movilizados en todo el país en demanda de una nivelación salarial conforme a la estructura del funcionario público. También por el tratamiento de la Ley 101 de Régimen Disciplinario, la creación de la Defensoría del Policía y la jubilación con el 100 por ciento del haber mensual.
Tras la firma del convenio, el suboficial Edgar Ramos, presidente de Anssclapol, pidió a sus camaradas movilizados en todo el país el restablecimiento de todos los servicios para la seguridad de la ciudadanía: "Debemos restablecer, como un compromiso más para nuestra sociedad de prestar un servicio y proteger con profesionalismo. Ese es el compromiso".
Sin embargo, el rechazo al convenio por parte de algunos sectores rebeldes modificó el escenario. El cuestionamiento se produjo luego de las denuncias efectuadas por la Ministra de Comunicación, Amanda Dávila, quien advirtió horas antes que la intransigencia y la violencia configuran un escenario de golpe de Estado.
De acuerdo a imágenes televisivas, los policías que tomaron la Unidad Táctica de Operaciones (UTOP) de La Paz, reaccionaron con violencia y se trasladaron al Regimiento 1. Allí sacaron a la fuerza a los policías que se alistaban a restablecer los servicios de seguridad luego del acuerdo.
Según la Agencia Boliviana de Información (ABI), los grupos disconformes en diversos departamentos del país amenazaron con desconocer a los dirigentes que firmaron el convenio y a otros de sus representantes que participaron en la negociación.
Ante esos hechos, el presidente Evo Morales convocó a defender la democracia ante los afanes golpistas que impulsan "grupos políticos infiltrados en el amotinamiento de los policías de baja graduación".
"La derecha está buscando muertos y, compañeros, no vamos a prestarnos a la derecha para que haya muertos. Entonces, para eso, hermanas y hermanos, vamos a defender este proceso, somos parte de este proceso y vamos a defenderlo hasta las últimas consecuencias", dijo el mandatario tras promulgar un decreto que crea la Empresa Estatal Coro Coro.
Frente a una multitud de campesinos y movimientos sociales, Morales confirmó las denuncias del Ministro de Gobierno, Carlos Romero, quien reveló que en las últimas horas se interceptó una comunicación entre los policías movilizados. La información determinó que los rebeldes se aprestaban a "preparar bombas molotov" para atacar a efectivos del Ejército y al Gobierno.
El presidente boliviano lamentó, además, que los partidos de la oposición "no rechacen, ni condenen este tipo de actos, al contrario, incitan a generar más violencia".
En ese sentido, el senador del Movimiento Al Socialismo (MAS), Eugenio Rojas, convocó al pueblo de Bolivia a organizarse contra el intento de golpe de Estado contra el presidente Evo Morales y anunció, además, una masiva movilización en la ciudad de La Paz, centro político del país. el legislador acusó a sectores opositores y de la derecha de organizar un golpe de Estado, tomando provecho de un motín policial que pedía mayores salarios, demanda que ya fue atendida por el Ejecutivo en un acuerdo de 8 puntos.
Por su parte, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) ratificó el estado de emergencia y declaró movilización permanente. De acuerdo a lo informado por el secretario ejecutivo de esa entidad, Roberto Coraite, "las organizaciones campesinas, como parte importante del proceso de cambio, no se quedarán de brazos cruzados frente a la actual situación, considerando además que detrás de las demandas salariales de los policías de baja graduación se advierte que hay un intento golpista".
Desde Argentina, el filósofo Roberto Follari señaló que "el levantamiento policial en Bolivia alcanza las crudas proporciones de una acción desestabilizadora". El académico recordó que "ya existe el antecedente del levantamiento policial contra (Rafael) Correa en Ecuador, que fue un claro intento de golpe de Estado; y acabamos de asistir a la payasesca destitución de Lugo en Paraguay".
Finalmente, Follari aclaró que "las reivindicaciones sectoriales que se puedan esgrimir no deben desconocer a las autoridades legítimas. Estaríamos, en caso contrario, ante intentos destituyentes de las autoridades elegidas por el pueblo"; a lo cual agregó que "estas maniobras desestabilizadoras recaen sobre aquellos gobiernos que desafían a los poderes establecidos".
Durante la gestión de Morales los policías duplicaron sus ingresos con un sostenido incremento de sus salarios. Además, se invirtió de modo sostenido en equipamiento, movilidades y mobiliario.
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