Grecia: entre el miedo y la esperanza

14/06/2012
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El próximo domingo el pueblo griego ha sido convocado nuevamente a las urnas. Las elecciones del pasado 6 de mayo no dieron mayoría suficiente a ningún partido para poder formar un gobierno estable. Tras años de sufrir recortes de servicios sociales, modificaciones en sus condiciones laborales, rebajas en sueldos y pensiones, los ciudadanos griegos sienten que la virtual intervención de la “troika” compuesta por el Eurogrupo, el Banco Central y el Fondo Monetario Internacional es un verdadero descenso a los infiernos. Lo peor es que las durísimas medidas no solo no han detenido el deterioro económico y social, sino que la situación empeora cada día sin perspectivas de mejora.
 
En mayo, los partidos tradicionales, Nueva Democracia (conservadores) y el PASOK, (socialdemócratas ) sufrieron fuerte caída electoral. En esa consulta, la sorpresa fue el ascenso de la coalición de izquierdas Syriza, que obtuvo el segundo lugar. También subió la extrema derecha ( “Aurora Dorada” ), alcanzando un porcentaje de 7 puntos.
 
El “bono” de 50 escaños que el sistema electoral griego otorga al vencedor de las legislativas no fue suficiente para que Nueva Democracia alcanzara mayoría, ni siquiera pactando con el PASOK. Tampoco podían hacerlo el resto de los partidos, de allí la nueva convocatoria.
 
El gobierno alemán, los directivos del Banco Central Europeo, los funcionarios de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional han ejercido una fuerte presión sobre el pueblo griego para que esta vez “voten bien”. Pretenden que den una clara mayoría a Nueva Democracia, un partido que no dudan, acatará y cumplirá todas las exigencias de Bruselas. Esa victoria, más el apoyo de los legisladores socialdemócratas, permitiría frenar el avance de SYRIZA, que lleva en su programa no aceptar las condiciones impuestas por la “troika” y defiende que la ayuda europea no puede significar la ruina de los griegos. SYRIZA pretende atenuar el demoledor impacto de los recortes con ayudas sociales y mejoras retributivas que permitan reactivar la economía griega que se encuentra en caída libre. Y afirma que defiende permanecer en la Unidad Europea y en el Euro, pero exige renegociar condiciones que no ahoguen a la población e hipotequen su futuro.
 
 Syriza, la nueva izquierda griega
 
Esta alianza electoral se constituyó en el año 2004 a partir de varias organizaciones de izquierda. Una de ellas, es la Coalición de Izquierdas, partido que lidera Alexis Tsipras, el joven ingeniero de 37 años que ahora encabeza Syriza. Esta nueva fuerza electoral integra también a varios desprendimientos del Partido Comunista Griego y de la Izquierda Obrera, de tendencia trotskista. Syriza tiene vínculos con los movimientos alternativos y bases sindicales y se define claramente como anticapitalista. En el año 2004 obtuvo unos resultados modestos, pero desde entonces ha ido consolidando un perfil propio, hasta alcanzar casi un 17 por ciento en los comicios de mayo.
 
Para el domingo, Syriza ha presentado a los griegos una hoja de ruta clara: primero, derogación inmediata por vía legislativa del memorándum firmado por el gobierno provisional con la “troika” europea. Segundo, demanda para renegociar la deuda pública en el marco europeo. Si hay un rechazo de la Unión Europea o se corta la financiación del Banco Central, Syriza interrumpiría el pago de la deuda. 
 
La eventualidad de tener que afrontar este escenario, pone muy nerviosos a la Sra. Merkel y a los funcionarios de los organismos que gobiernan la Unión Europea.
 
Ellos afirman que sería una “aventura que traería graves perjuicios al pueblo griego”, pero saben que también repercutiria en los bancos acreedores (muchos de ellos alemanes) y en particular, significaría un ejemplo para el resto de países del área – particularmente Irlanda, Portugal, España e Italia - que sufren problemas. “No hay alternativa” dicen y repiten desde Bruselas y Berlín. Syriza afirma que sí la hay, y están dispuesto a ejercerla si logran vencer el domingo. Si un nuevo gobierno griego elige ese camino - derogar el memorándum- estaría planteando en la práctica una alternativa diferente a las durísimas medidas que afronta su pueblo. Esa es la esperanza de una parte importante de la población.
 
Campaña del miedo
 
Por eso en las últimas horas, todas las baterías de rumores, declaraciones, o “comentarios” periodísticos intencionados, pretenden atemorizar a los ciudadanos griegos para que “voten bien”. Esa consigna, para ellos, es que voten por Nueva Democracia, o al menos por cualquier otro partido que no pretenda “renegociar” de una manera seria y firme las condiciones que debe afrontar el pueblo griego.
 
Incluso la sorpresiva subida del 10% de media que tuvo la Bolsa griega el jueves 14, se atribuye la distribución ilegal e intencionada de encuestas –esta semana ya estaban prohibidas por la ley electoral-. Estas estimaciones afirman que Nueva Democracia (conservadores ) ganarán por un margen holgado las elecciones del domingo. Y eso al parecer, ha sido lo que provocó que los inversores resucitaran su entusiasmo y se lanzaran a comprar; (o al revés, puede que esos inversores hayan querido dar un golpe de efecto contra las posibilidades de Siryza provocando la imprevista suba de la Bolsa de Atenas).
 
Las últimas encuestas difundidas antes de la prohibición de la ley electoral, pronosticaban un final muy reñido, aunque eran más las que se inclinaban por una ventaja de Nueva Democracia que las que daban vencedor a Siryza. Pero en todo caso, siempre por un reducido margen de puntos. Ahora, los trascendidos (imposible verificar su veracidad ) indican que 5 consultoras dan ganador a ND y 2 a Syriza.
 
En el pueblo griego hay tanto descontento como cansancio. Consideran que su clase política –en especial la de los partidos tradicionales- no les representan y que solo les importan sus cargos y su propio bienestar. De allí que muchos de esos políticos hayan preferido actuar como “correas de transmisión” de los dictados de quienes parecen estar más al servicio de los mercados y de la banca que de los ciudadanos.
 
Una de las incógnitas es si los jóvenes decidirán finalmente concurrir a las urnas. Entre ellos, predominan ampliamente los que sólo confían en Syriza y un cambio real en la política griega. Pero ¿irán masivamente a votar? La participación será otra clave para definir el resultado del domingo.
 
Hoy viernes, en el cierre de su campaña, Antonis Samaràs, el máximo dirigente de Nueva Democracia, recurrió reiteradamente a la “campaña del miedo”, imputando a sus rivales de Syriza, querer llevar a Grecia por “un camino sin retorno”. Estas fueron sus preguntas a los votantes: “¿Queréis el euro y la estabilidad o el dracma y el aislamiento?" ... "¿Queréis seguridad y el control de la inmigración ilegal o entregaros al miedo?" .... "¿ Queréis un gobierno estable o la incertidumbre ?". 
 
Todo este montaje para imponer el temor entre los más indecisos, mezclando promesas con amenazas, cuenta con el respaldo de importantes sectores de la prensa, que en las últimas horas deslizaron comentarios, sobre “posibles cortes de energía” o “carencia de medicamentos” en el caso de que las urnas no confirmen la obediencia a los dictados de la “troika” europea y sus medidas de “austeridad” (miseria y hundimiento) para el pueblo griego.
 
En poco más de 48 horas, los ciudadanos griegos habrán votado. Sea cual fueren los resultados, sus efectos se harán sentir de una u otra manera en todo el continente europeo.
 
Fuente: Servicio de Prensa Alternativa (SERPAL)
 
 
 
 
https://www.alainet.org/de/node/158731
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