Tiempo, lectura y acción cooperativa

27/02/2012
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Somos una especial temporal, no solamente en la idea más profunda de la categoría espacio-tiempo. Lo es en lo cotidiano, en el diario vivir y a veces en el diario morir.

Nunca Europa, gracias a las tecnologías de extensión, internet mediante, fue tan educativa. Aprendemos sin querer aprender. Sabemos sin querer saber. Pero no necesariamente un saber positivo sino el otro, el de la obsecuencia, el de la porfía demagógica, agresiva más que un insulto como los marxistas añejos, decimonónicos, fundamentalistas como las sectas, a los que por fortuna no necesitamos leer, aunque pululan excesivamente en internet. El siglo XX no les enseñó nada y el capitalismo avanzado tampoco.

Entender es poner algo, una idea, un hecho social, histórico, cultural, en relación a nuestra vida en marcha.

Deseo para el Presidente Chávez lo mejor, que su fortaleza mental sea más fuerte que la disfunción física y que siga gobernando Venezuela arrasada antes de su gobierno por los corruptos de siempre. En Grecia las grandes fortunas están fuera del país lo que revela que para los ricos el poder del dinero es el único dios aunque por estrategia vayan los domingos al templo. Un humorista estadounidense decía que allí en los domingos, no están disponibles los cajeros automáticos, porque entonces nadie iría a misa.

Pero resulta repulsivo leer operadores ideológicos, disfrazados de periodistas proponiéndonos masticar vidrios en el ámbito del culto a la persona. Ignorando que lo primero que hizo el presidente de Venezuela al ser elegido el candidato opositor fue insultar a su oponente en lugar de vaciar de contenido su discurso con razones, logros, proyectos cooperativos dirigidos por nuevos cuadros políticos con autonomía capaces de tener perfil propio de modo que haya futuro sin él.

Es bueno ver a Cuba en diálogo con el resto de países latinoamericanos pero Cuba no es el modelo del presente, ni del futuro. Sus logros los valoramos pero la idea de un Estado socialista, unidireccional, de pensamiento único y que alguien escriba que el diario oficial acepta las cartas al director como si se tratara de un hecho democrático, idea que confunde acceso con participación. Veo terrorífico que nuestros países se redujeran a líderes centrados en sí mismo, sin una clara institucionalidad donde en cada gobierno lo estructural y decisivo del funcionamiento social se fuese cambiando de acuerdo al perfil del Presidente o los colectivos políticos que lo apoyen.

Por eso fue importante en Chile el movimiento estudiantil que logró ir más allá de organizaciones caducas como la CUT y la anorexia política de la Concertación, y convocar a padres y abuelos para recordar que el país no tiene una Carta Magna democrática, que la educación no puede descansar en una función mercantil, que la seguridad social es un deber moral de la sociedad y el Estado y no un negocio privado. Una vez que se logren estos objetivos sin olvidar el papel estratégico público de las riquezas básicas del país, cobre, litio (ojo al litio), luz, telecomunicaciones, agua, electricidad que sin descartar la inversión privada que tiene derecho a obtener utilidades, el Estado puede generar en sus arcas la capacidad financiera para ofrecer a todos sus miembros una salud digna, una educación gratuita y de calidad, una vivienda digna (recuérdese los departamentos con impermeables porque se llovían todo y hoy las casas con plumavit, (poliestireno expandido ). Una valorización del trabajo con leyes que defiendan al trabajador de los abusos y que tengan el back up, respaldo, de sus sindicatos de tal modo que se elimine la modalidad individual que favorece solamente a los empresarios.

No olvidemos que muchos discursos retóricos tienden solo a confrontar, y que nada es más grave que no darles a los jóvenes ideas para que asuman su papel para el cambio pero con racionalidad, con argumentos, y evitando que se les filtren los violentos de siempre. Un solo recuerdo. El 9 de septiembre de 1973, a dos días del golpe de Estado cívico militar un dirigente socialista en el teatro Caupolicán azuzaba al pueblo a salir a defender el gobierno popular mientras él ya sabía en que embajada se iba asilar. Los mayores que respetamos a los jóvenes no debiéramos venderle vidrio molido y sustentar todo en mostrar hacia el norte al enemigo. Los periodistas que no están cooptados, y valorizan su profesión tienen que ayudarles a valorar su tiempo, leer lo que realmente es honesto, para pasar a una acción cooperativa que fortalezca nuestras modestas democracias que eso si nos hará fuertes. Como dice Paul Krugman, sustituir con análisis los sermones, y reemplazar con las lecciones de la historia las quimeras.

- Walter Dennis Muñoz es periodista

www.facebook.com/walterdennism

https://www.alainet.org/de/node/156123?language=es
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