Stress test a la democracia

20/03/2011
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  • Opinión
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Ejemplos de medicación supositoria de gran calibre
 
A mediados del 2.010 se hizo un “stress test” a la banca española, que al parecer pasó mayoritariamente con buena nota, he aquí la venda para heridas futuras. En marzo de este 2.011, el Banco de España, cifra en 15.000 millones el rescate de la banca española, he aquí el hachazo para vendas pasadas. Y, con todo, nos hacen mirar con buenos ojos al Banco de España, ya que la vicepresidenta Salgado cifraba el rescate en 20.000 y los mercados en 50.000 millones, que los mercados cuando se ponen a cifrar, ya se sabe, con dinero público bien se cifra.
 
El truco de MAFO consiste en no haber tenido en cuenta lo que han dado en llamar las “pérdidas que faltan por aflorar”, eufemismo que se utiliza para referirse al saco sin fondo con el que nos van a tapar la cabeza a los ciudadanos antes del próximo golpe de esta banda de indeseables. Digan lo que digan los “stress test”, los ciudadanos no tenemos ni la primera ni la última palabra en este asunto, simplemente no tenemos voz.
 
Ahora, a raíz de los últimos acontecimientos que han tenido lugar en Japón, se habla de pasar un “stress test” a las centrales nucleares. Si estas pruebas de resistencia las realizan “especialistas” de la misma calaña que los que trabajan para los mercados, ya podemos anticipar los resultados. Las centrales nucleares serán oficialmente seguras, limpias y baratas. Seguras como negocio, Limpias como negocio y Baratas para quien hace el negocio, porque la factura de la luz la sufrimos los consumidores, el coste de la gestión de residuos corre mayoritariamente por cuenta de la ciudadanía, y no solo desde el punto de vista económico, sino también medioambiental, que nos afectará durante generaciones. Las gestoras de las centrales son compañías privadas que se escudan en la ley para compartir gastos de producción pero no beneficios. Por no hablar de los costes de todo tipo derivados del uso de la energía nuclear, ya que estos costes nos los ceden de forma altruista, en su totalidad. Digan lo que digan los “stress test”, los ciudadanos tampoco tenemos en este asunto ni la primera ni la última palabra, simplemente no tenemos voz.
 
Si siguiéramos el ejemplo de quienes parten y no reparten beneficios, y nos diera por pasar un “stress test” a nuestra democracia, los resultados también serían bastante previsibles. Dado que:
 
   1. El pueblo no ha tenido voz ni voto en las reformas laborales con que el gobierno ha ennegrecido el presente de tantas y tantas personas.
 
   2. El pueblo no ha tenido voz ni voto en la reforma de las pensiones con que el gobierno ha enngrecido el futuro de tantas y tantas personas.
 
   3. El pueblo no tiene ni tendrá voz ni voto en la selección de candidatos a cargos públicos entre los que se pueden colar elementos muy sospechosos, incluso imputados en casos muy serios.
   4. El pueblo no tuvo voz ni voto en la imposición de un Jefe del Estado por un dictador con las manos manchadas de sangre inocente. El pueblo tampoco puede hacer nada legal para que deje de representarle.
 
   5. El pueblo no tiene voz ni voto (de momento) en el atraco a las cuentas públicas por parte de la banda de Benedicto y los cuarenta arzobispos.
 
   6. El pueblo no tiene voz ni voto (de momento) en el atraco a las cuentas públicas por parte de la banda del FMI y los cuarenta financieros.
 
   7. El pueblo es quien siempre sale perdiendo y pagando cuando hay una empresa o banco de por medio.
 
Puede que solo sean impresiones mías, pero parece muy claro que esta que llaman “democracia” no superaría ni el más elemental “stress test”.
 
https://www.alainet.org/de/node/148450?language=en
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