Alan, entrega el MINSA

22/05/2007
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Como un resorte el Ministro de Salud Carlos Vallejos apareció la noche del 22 de mayo en la señal de canal 7. Evidente respuesta al Informe Defensorial 120 “Atención de salud para los más pobres: El Seguro Integral de Salud (SIS)”, que la Defensora del Pueblo presentó en el Hospital Loayza ese día, señalando las inconsistencias de lo que se ha presentado como el inicio del aseguramiento universal en salud. El Informe señala un punto central referido al presupuesto de esta institución. Si bien se ha ido incorporando a nuevos asegurados como mototaxistas o se han establecido atenciones que antes no se otorgaban a partir del D.S. 004 2007 SA del 17 de marzo, el financiamiento para el SIS ha decrecido pasando de 271 a 267 millones de soles en el 2007. No es posible pretender tener un mejor aseguramiento con menos dinero, y eso lo saben Espinoza Jefe del SIS, Calderón Vice Ministro de Salud, y Vallejos nuestro Ministro.

Pero más allá de las inconsistencias en lo referido al SIS y de la manipulación informativa que el gobierno genera al respecto, con portadas como la de El Peruano del lunes 21 de mayo, el asunto es que esta gestión ministerial no ha avanzado en la reforma sanitaria por el derecho a la salud. El Plan Nacional Concertado de Salud, luego de meses de comisiones de trabajo frustradas, no arriba a una propuesta coherente y se pretende validarlo con una Asamblea Nacional de Salud no representativa y apurada. El aseguramiento universal no se puede construir sobre la base de un SIS que prefiere normas parche antes que impulsar una ley integral. La infraestructura de los servicios de salud no se incrementa más allá de uno que otro hospital construido para que Alan García los inaugure. Las redes de corrupción en distintos hospitales no son confrontadas. La anunciada descentralización de la función salud no se concreta y su responsable, Julio Puntriano, fue cambiado de un momento a otro. La salud sexual y reproductiva sigue siendo limitada por la influencia del sector conservador en el MINSA y en el gobierno.

Cercanos al año de gestión el Ministro Vallejos ha optado por el gesto mediático, como en el caso de la vacuna contra la rubéola o el mercado de Santa Anita, antes que por afrontar los temas pendientes. Es hora de un cambio en la conducción de MINSA, de que el gobierno tenga el desprendimiento de colocar al frente de una de las carteras más importantes para el desarrollo social, sino la más importante, a una persona que garantice independencia del poder palaciego, y que conozca de salud pública. El Ministro Vallejos es una persona simpática y un empresario médico oncológico de éxito, pero de salud pública no sabe casi nada, o lo que es peor, no tiene intención de iniciar acciones de reforma. Sumado a ello, las pugnas internas del MINSA, en las que bandos del partido de gobierno pretender hacerse de la cartera tratando de llevar al presidente un trofeo de guerra, que puede ser la validación del PNCS, el aumento presupuestal proveniente del MEF o la idea del aseguramiento universal, mientras el ministro despachaba en Andahuaylas y el Vice Ministro andaba de comisión en Suiza por dos semanas.

El panorama es triste, y la posibilidad de perder un lustro en salud pública en nuestro país es sublevante. Los que trabajamos en salud pública en nuestro medio sabemos que la capacidad y la voluntad para emprender la reforma sanitaria existe y está planteada desde hace mucho. El problema es que nuestros gobiernos tienen pánico de iniciar reformas y prefieren lanzar bombas a los cocaleros. De que la reforma sanitaria traerá consecuencias políticas y protestas, no hay duda. Esta reforma involucra también formas de pensar que finalmente se traducen en las políticas institucionales. Tanto médicos, enfermeras, técnicos y todos los responsables de la salud pública nacional deberían asumir su responsabilidad. No hay desarrollo humano y social posible sin una salud oportuna, digna y de calidad. El MINSA es tierra de nadie, el Ministro reacciona en cadena nacional cuando un informe como el defensorial lo confronta, y luego sabremos de él cuando haya otro escándalo o cuando aclare el asunto de la normatividad de los ensayos clínicos en la cual mantiene intereses.

El Apra se encama con la derecha falsa liberal, como cuando Alan y el Ministro Agricultura besan la mano de Kouri con el arroz chalaco, mientras el peaje del Callao nos sigue robando. Alan: entrega el MINSA a una de las personas que puede implementar la reforma sanitaria, no tengas miedo, se estadista y no un presidente mediocre más en esta segunda oportunidad que el país te ha dado.

Fuente: www.civilizacionperu.blogspot.com

https://www.alainet.org/de/node/121556?language=es
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