Hoy se cumple el cuarto aniversario de la antihumana y criminal invasión de Irak.
Ante tales hechos no podemos guardar silencio y paralizar nuestra practica social y
ética de protestar contra este proceso vergonzoso y violatorio a los derechos
humanos y a los principios de la justicia social planetaria.

Son hechos delictivos de los grandes gendarmes del mundo que se aliaron en
nombre de la acumulación histórica del capital para expandir sus tentáculos de
opresión de nuestros pueblos. En nombre de la democracia lograron el poder
hegemónico mundial mediante el secuestro y captura de las fuentes energéticas del
petróleo con la utilización de la fuerza militarista, la guerra y el negocio de las armas.
Nuestro ejercito participó en forma mercenaria, fiel y sumiso a los intereses
guerreristas.

Con el más alto espíritu de paz y justicia social, nos sumamos a esta protesta
latinoamericana en contra de la invasión de Irak que es expresión de la promoción de
la tortura y de toda forma de violencia estructural ligada a la guerra, a la dominación
y la perdida de la dignidad y soberanía nacional.

Hoy, y para no olvidar a los niños, mujeres y varones sacrificados por esta guerra, el
Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de Víctimas de la Tortura y sus
Familiares (CPTRT), realiza un ayuno y exhorta a todos los gobiernos del planeta
romper esta alianza criminal y ser solidarios con los hermanos y hermanas iraquíes
que hoy sufren las consecuencias de la voracidad de los intereses económicos del
Norte.

Toda forma de tortura hace imposible la existencia de la democracia. Unamos
nuestras manos, conciencias y espíritus a favor de la defensa de la vida, la cultura y
la justicia social.

Tegucigalpa, M.D.C., 20 de Marzo de 2007.