La Mujeres Rurales e Indígenas de ANAMURI, este 8 de Marzo, no sólo queremos flores o tarjetas, en esta nueva conmemoración, nosotras demandamos Justicia. Este día las mujeres del campo nuevamente hacemos un llamado a la defensa de la vida. Nuevamente levantamos nuestra voz, para que casos como el de las Mujeres Temporeras de San Clemente, intoxicadas por el contacto con Plaguicidas no queden en la impunidad, archivados en un estante que nadie quiere abrir, para dar cumplimiento a los compromisos que las autoridades competentes en estos temas han asumido. Las Mujeres Trabajadoras de la Agroexportación, las Mujeres del Campo no somos seres humanos desechables, nuestra vida debe anteponerse a los compromisos que hace el gobierno con los empresarios en el terreno de la exportación. No se puede continuar con esta situación, donde es más valorada la apariencia de los productos que se comercializan hacia el exterior, que la vida de las mujeres, la de nuestros hijos, la de la comunidad. Hoy debemos alertar a toda la población, que este es un problema de salud para todos los seres humanos, pues detrás de una larga cadena, están los consumidores que contaminan sus organismos con productos tratados con plaguicidas extremadamente tóxicos o que han sido modificados en laboratorios. Al igual que ayer, donde las obreras textiles frente a la injusticia del gran capital, perdieron sus vidas, hoy, el poder de los grandes, las ansias infinitas del capital transnacional sustentados por los gobiernos, las mujeres seguimos en medio de esta esclavitud moderna que nos arrebata la vida, que mutila nuestros cuerpos y nuestras almas, que nos hace traer al mundo hijos deformes. Aún cuando las mujeres hemos sostenido durante años una intensa lucha, nuestras conquistas se ven aplastadas y diezmadas por este modelo económico neoliberal. Por todo esto, nosotras mujeres del campo, en este 8 de marzo, día Internacional de la Mujer, unimos nuestras voces a las millones de voces que en el mundo levantan las banderas de la justicia y la igualdad y rendimos un homenaje a mujeres como la joven Macarena, que murió intoxicada por el contacto con Agrotóxicos en una plantación de Arándanos en el Fundo San Luis, de Temuco Los Agrotóxicos no solo envenenan la vida humana, sino también nuestras tierras, las aguas, los alimentos, los animales, la biodiversidad en su conjunto. Nuestra madre tierra está siendo agredida y nosotras nos defenderemos y la defenderemos. ¡¡JUSTICIA, COMPENSACIÓN Y REPARACIÓN PARA LAS MUJERES AFECTADAS POR LOS AGROTÓXICOS!! Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, ANAMURI