Reflexiones sobre los Reparos y la Democracia
08/06/2004
- Opinión
Este martes 08 de junio, concluyó una etapa más de la
aplicación de una herramienta poderosísima y novedosa de la
Constitución Nacional. El Presidente del Consejo Nacional
Electoral, Dr. Francisco Carrasquero, anunció en horas de la
noche, en cadena nacional de radio y televisión, que los
sectores de oposición habían alcanzado la cifra de 2.541.636
firmas válidas para solicitar, de acuerdo al artículo 72 de la
misma Constitución, la convocatoria del referéndum revocatorio
del mandato del cargo del Presidente de la República, consulta
popular que se realizará el próximo 15 de agosto del presente
año. Queda activado así, mediante un mecanismo
constitucional, propio de una democracia participativa, la
figura del referéndum revocatorio.
Este resultado del proceso de reparos y posterior activación
del referéndum tiene un conjunto de desventajas para los
revolucionarios. En primer lugar da la sensación, por el
intensivo manejo mediático, de que la oposición ha obtenido un
resonante triunfo contra el Presidente de la República. A
esto se le aúna el hecho de que sectores revolucionarios
presentaron el proceso de reparos como una confrontación entre
revolucionarios y opositores con sólo dos posibles resultados:
ganar o perder.
En segundo lugar, la convocatoria a un referéndum se ve, desde
el punto de vista del pueblo bolivariano, como una concesión
que se le hace a los sectores de oposición con la finalidad de
darle una salida política a la crisis que vive el país, sin
embargo, esto entorpece el desarrollo de las políticas
sociales del Gobierno, tales como las misiones.
En tercer lugar, la activación del referéndum incrementa la
sensación de impunidad que viven los venezolanos. A pesar del
allanamiento de centros de clonación de cédulas de identidad y
a pesar de comprobarse el fraude cuando se colocaron
fallecidos a reparar, a pesar de esas evidencias de fraude, el
referéndum se activó. Se viene rápidamente a la memoria el
caso de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia, cuando
declaró que en Venezuela no había tenido lugar un Golpe de
Estado, refiriéndose a los "sucesos" de abril de 2002,
inmortalizando así un ejemplo superlativo de impunidad.
Sin embargo, a pesar de estas desventajas, hay una serie de
ventajas que superan enormemente a las anteriores. En primer
lugar, se le da ciertamente una salida circunstancial y
temporal a la crisis política venezolana.
En segundo lugar, se reafirma ante el país y el mundo, la
verdadera vocación, enormemente democrática, del Presidente de
la República y de la Revolución venezolana. En tercer lugar,
de ganar en forma contundente en el referéndum revocatorio, se
arrastraría a otra victoria en las elecciones regionales que
están planificadas para el mes siguiente.
Contrastando las ventajas y desventajas, se puede concluir que
la activación del referéndum beneficia con claridad a la
Revolución Venezolana. Además demuestra el carácter
profundamente democrático de este proceso, al mismo tiempo que
sirve para diferenciarlo de los modelos de Democracia
Representativa que nos quieren vender desde los EEUU. Es en
estos modelos en donde se evidencia el colonialismo y la
dependencia en la que viven dichos pueblos, en los que la
participación política se traduce tan sólo en votar por
"representantes" en los que se delega el poder de decisión.
Es decir, se elige a quienes se les va a transferir la
soberanía popular.
En Venezuela, por el contrario, con el triunfo de la
Revolución se quiere que sea el pueblo el que tome y asuma
verdaderamente el poder. Y se quiere que sean los
venezolanos, en forma colectiva quienes decidan el futuro de
la nación. Las naciones que están bajo el yugo del Fondo
Monetario Internacional, de los TLC y de los paquetes de corte
neoliberal, ven cómo sus Gobiernos tienen cada vez más pequeño
el conjunto de acciones que soberanamente pueden desarrollar,
debido a los acuerdos económicos internacionales que tienen
que respetar. En América, el ALCA apunta precisamente, a
convertirse en una camisa de fuerza que frene las políticas
sociales de gobiernos progresistas y revolucionarios y que
permita la implantación de políticas neoliberales que están al
servicio del capital y no del hombre. Sólo el desarrollo de
una Democracia Participativa y Protagónica, en la que el
énfasis esté en lo colectivo y social y no en el
individualismo o en lo económico; en la que los hombres sean
Hombres y no mercancías; en la que el pueblo sea el sujeto y
actor principal de la Democracia y no un extra de las
transnacionales; en la que un hombre valga más que mil
compañías; sólo en una Democracia de este tipo está la
salvación y el futuro de la humanidad. Por estos argumentos,
tenemos razones de sobra para ser quienes protagonicemos la
alegría y la victoria de haber logrado la activación del
referéndum revocatorio del mandato del Presidente de la
República. Nuestra incipiente Democracia Participativa y
Protagónica como sistema político y social de Venezuela, está
dando lecciones de soberanía y de dignidad al mundo entero,
aparte de mostrar que sólo la Revolución es el camino para la
liberación de los pueblos en el mundo.
El próximo 15 de
agosto de 2004, cuando los venezolanos acudamos a votar en el
referéndum, estaremos enseñando a nuestros compatriotas del
mundo cuál es el verdadero camino a seguir.
https://www.alainet.org/de/node/110065?language=en
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