La Revolución Bolivariana y Antiimperialista
18/05/2004
- Opinión
Desde que el Sr. Francis Fukuyama proclamara "El fin de la
historia", el neoliberalismo y la globalización imperialista no
habían tenido un tropiezo más serio que esta Revolución
Bolivariana. Con ese "fin" de la historia hace su aparición el
pensamiento único, el cual expresa que sólo el modo de
producción capitalista es posible en el mundo. Sobre ese
andamiaje económico, se estructura una ideología política de la
globalización, y una práctica de la política expresada en la
democracia representativa. Pero ese gran tropiezo del
Imperialismo, fue señalado a viva voz este domingo 16 de mayo en
la Av. Bolívar de Caracas, cuando el Presidente Chávez sentenció
que esta es una Revolución Antiimperialista. Se desenmascara así
una farsa repetida múltiples veces, en la que se confunde el
Imperialismo con el Internacionalismo Estadounidense.
En ese sentido, las cínicas declaraciones de Kim R. Holmes,
Secretario de Estado adjunto para Asuntos de Organizaciones
Internacionales quedan al descubierto. Holmes declaró que "el
internacionalismo norteamericano, que no es proteccionista ni
expansionista, procura preservar la libertad y promover las
oportunidades, la dignidad humana, la libertad, la prosperidad y
la paz tanto dentro de este país como en el exterior". Pero las
claras vinculaciones de los EEUU con el Golpe de Estado del
2002, el sabotaje petrolero de ese mismo año, el financiamiento
a las organizaciones opositoras que han conspirado contra la
Democracia venezolana y el caso de los paramilitares, son
indicios de que los EEUU no creen en ese internacionalismo y
han venido ejerciendo, por el contrario, el más despiadado
Imperialismo.
Ese Imperialismo Estadounidense se evidencia, en Latinoamérica,
en las acciones y políticas llevadas a cabo por el Banco
Mundial, el FMI y la Organización Mundial de Comercio. Se
evidencia también cuando ignora de la forma más grosera a las
Naciones Unidas, como por ejemplo en las recientes invasiones a
Irak y Afganistán, y declara invasiones o golpes de estado
(recordemos el caso de Haití), sin que importen los organismos
internaciones.
La explotación de los seres humanos, el hambre, el deterioro
ambiental, las drogas, etc, son también el resultado del
Imperialismo. Este Imperialismo, por su esencia económica, es el
capitalismo monopolista, el de las grandes compañías y
asociaciones, trascendiendo al Estado y desechando fronteras y
nacionalidades. En Venezuela, el Imperialismo Estadounidense ha
sido el actor con mayor protagonismo en los intentos por
derrocar al Gobierno Nacional. Por tal razón, el Presidente
venezolano, en su lucha contra el Imperialismo, esbozó lo que
serían las tres grandes líneas de acción para la defensa de la
Revolución y la lucha antiimperialista: la repotenciación de la
Fuerza Armada Nacional, el reforzamiento de la unión cívico-
militar y la organización popular en la defensa territorial. En
ese sentido, y dentro de esas tres grandes líneas de acción, es
importante que las organizaciones populares y de masa participen
en el diseño e implantación de políticas de defensa contra
posibles intervenciones, hace tiempo lejanas, pero hoy muy
cercanas, luego de vivida la experiencia de los paramilitares.
La movilización popular, ya no espontánea como en el 13 de abril
de 2003, sino en forma organizada, respondiendo a estrategias de
combate, defensa y ofensiva contra posibles invasores, se hace
imprescindible en esta hora tan peligrosa que vive Venezuela.
Mientras los grandes medios de comunicación de masas, hacen todo
lo posible por presentar a los paramilitares colombianos como un
hecho pintoresco, presente sólo en la imaginación del
Presidente, burlándose al llamar la invasión como la guerra de
los cachitos, mientras los medios se enfrascan en esa tarea, es
posible que los revolucionarios olvidemos la gravedad de lo
ocurrido y bajemos la guardia. Por el contrario, luego del
triunfo que se anotó el Gobierno Nacional, al descubrir a estos
mercenarios, no debemos "dormirnos en los laureles" y descuidar
la seguridad y defensa nacional. No olvidemos que para el
Imperialismo, Venezuela es un gran tesoro de riquezas
energéticas incalculables, y por lo tanto no descansará, ni
tampoco sus títeres nacionales, en buscar el derrocamiento del
Gobierno y la derrota de la Revolución Bolivariana.
https://www.alainet.org/de/node/109948?language=en
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