ALCA: construcción del futuro ¿De quién?
03/09/2003
- Opinión
El ALCA destruirá las viejas y rivales estructuras
productivas de las economías latinoamericanas. Es la
opinión de los grupos sociales relacionados con la
propiedad de la industria, agricultura y formas
concentradas de comercio que no alcanzaron a organizarse
en el nivel capaz de administrar los Estados
subdesarrollados del continente. Fueron transitoriamente
poder. Glorificaron símbolos nacionales y se agotaron. No
forjaron un pensamiento político nacional que nutriera al
Estado-nación. Sus partidos, marcados por indelebles
huellas de colonialismo, reflejaron lo sucedido en
amplias capas de la población y la cultura colonizada en
el andamiaje estatal. No se conocieron a sí mismos. Sin
percibirlo fueron derrotados, relegados y substituidos
por una red de apariencia económica que subyugó todas sus
potencialidades. No sintieron el desplazamiento de la
hegemonía del Estado. No vieron el torrente especulativo
que los echó. Y sin conciencia de que habían sido
subordinados optaron por una especie de anarquismo-
estatal, semejante al que pretendió la célebre consigna
"organizar el desorden" que cultivó en ellos el odio al
Estado, ocasionalmente prestado para el proteccionismo
que merma sus protestas.
Perdieron el Estado que pasó a manos especulativas.
Quedaron huérfanos pero engreídos por un capital-papel al
que divinizan por ser intermediario con el mundo
desarrollado que les impone un tipo de competitividad
hasta morir. Las economías nacionales fueron
resquebrajadas por la banca que del pasado sólo conserva
nombres. Nació con nexos mercantiles, agrícolas e
industriales. Evolucionó para especular con dineros de
orígenes y destinos inconfesables. Se asoció con grandes
medios de comunicación y se subordinó para siempre a la
comunidad financiera a cambio de beneficios fiduciarios
obtenidos en manejos monetarios, financieros y
crediticios.
De la técnica del toma y daca desigual, un caso de
demostración es la reincorporación de Ecuador al Tratado
de Preferencias Arancelarias Ampliadas para numerosos
productos "entre los cuales se destacan atún, textiles,
cueros y calzado". Espejismo de "preferencias" a cambio
de la devolución del IVA reclamado por las petroleras
concesionarias del OCP y por la opinión de funcionarios
de gobierno identificados con ellas. La solución, que
siempre fue una sola, cumplir con la voluntad de las
petroleras, adoptó la forma de arbitraje internacional.
Perdido desde ya para el Estado ecuatoriano y felicidad
de funcionarios, dirigentes de alquiler, del nuevo orden
en el mundo subdesarrollado. El espacio de la envejecida
trama productiva será ocupado por otra distinta, no-
nacional.
Las marchas fúnebres de las fuerzas productivas
subdesarrolladas se percatan de los límites del ALCA.
Observan los peligros que ofrece un tipo de
industrialización trasladada desde las potencias, cuya
tecnología de polución, desechos químicos e insalubridad
será la que primero se traslade. Advierten un periodo de
jornadas de trabajo indefensas, destrucción de industrias
locales, aumento de productividad del trabajo sin
políticas sociales para el desempleo, la facilidad con
que las nuevas empresas pueden querellar a estos Estados
y ganar todos los juicios, el sistema monopólico al que
sirve el régimen de propiedad intelectual y de patentes.
Prevén la quiebra de pequeñas y medianas empresas,
ambiente fértil para el control y centralización de
empresas trasladadas. Transnacionalización que ve en la
protección al medio ambiente un atentado contra la
libertad del capital.
El ALCA no será sometida a plebiscito alguno, aunque lo
pidan todos estos pueblos. La ausencia de derechos
democráticos de la sociedad hará que se imponga de igual
manera que se impuso el dólar, la base de Manta o el
patrullaje del Pacífico ecuatoriano por embarcaciones
extranjeras. En el continente americano, el libre
comercio existe para Estados Unidos que en el resto del
mundo, tiene que discutirlo con la UE y las economías
asiáticas. El libre comercio no existe para los Estados
de América Latina que no pueden exportar ni importar sin
permiso.
Objetivo del ALCA es reemplazar los aparatos
administrativos de esta región por los suyos propios.
Estados Unidos no quiere destruir estas naciones sino
administrarlas. Terminar con viciadas relaciones
productivas en América Latina y en su lugar ubicar las
"desarrolladas" que puedan imbricarse con su economía. El
sentido práctico de esta estrategia cuenta con la
adquisición de decisiones de algunos sectores
"nacionales" integrado por paquetes de abogados,
técnicos, políticos y funcionarios polifuncionales cuyos
precios oscilan entre lo barato y lo baratísimo. Son una
metáfora de los delincuentes con que llenaron las
carabelas y que "contribuyeron" a llegar a América para
iniciar el nuevo orden mundial de la anterior conquista.
Las quejas que el ALCA despierta suma razones aisladas
sin política y amontonadas sin sistema. Parecen protestas
catárticas, lamentos opuestos al mañana. El ALCA ha
producido su contraparte democrática. La protesta que se
divulga y embriaga al protestante. El poder mundial la
contempla desde afuera entendiendo que anima el ambiente.
El ALCA es solo un instrumento de objetivos generales. El
mejor vestido, a la moda de la modernización. Junto al
"comercio libre" y la poda de la especie humana están
otros propósitos del que fuera primer mundo y hoy
pareciera ser el único: el control energético, el manejo
del narcotráfico y el uso de sus dineros, la bioeconomía
y las armas biológicas, el control e impulso de la
militarización. Demasiados temas para élites del
subdesarrollo. Insignificantes propósitos para una
humanidad que debe negar esas prácticas.
https://www.alainet.org/de/node/108312?language=es
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