La maldición del espíritu de Pío Miranda
22/06/2003
- Opinión
Este patético personaje de la obra teatral "El día que me
quieras" de José I. Cabrujas, estrenada, según Ibsen Martínez:
"... hacia el final de una década cuyo paisaje moral estuvo – y
no sólo entre nosotros: también en Europa – dominado por una
desilusión política que no osaba decir su nombre." encarnaba
magistralmente el desengaño de una generación ante el fracaso
de un modelo político.
En efecto, Pío Miranda aparece al inicio de la obra defendiendo
obcecadamente las míticas tesis comunistas, para luego, en el
desarrollo de la trama, desistir de ellas. Al respecto, Ibsen
Martínez comenta, "Pero Miranda se ha salvado al abjurar de
toda Arcadia filantrópica y futura...Su invocación de la vida
koljosiana, de Romain Rolland, los kulaks y los emblemáticos
tractores del trigo ucraniano tiene hoy, como nunca, toda la
traza de una martingala engañabobos"
Imposible conseguir mejores palabras para entender como esa
verdadera maldición del espíritu de Pío Miranda, ha generado
conductas en un importante sector de nuestra sociedad, otrora
llamado intelectual de izquierda o progresista, que han
terminado por entorpecer la búsqueda de nuestra prosperidad..
En efecto, tal como el amante despechado jura no querer saber
de nuevos amores, muchos de estos "intelectuales" renegaron de
sueños idealistas y se plegaron, pragmáticamente, al realismo
del mercado, que al final se impuso, para ellos, como el Gardel
de Cabrujas.
Eso explica el divorcio de ellos del proceso que inició nuestro
pueblo en la década de los 90 en búsqueda de un futuro de
desarrollo y progreso. Sospechaban que detrás de cada propuesta
o reclamo, estaba la intención oculta de establecer koljoses y
sovjoses. Lo cual explica, también, la fácil manipulabilidad de
que fueron objeto. Por ejemplo, ya en las elecciones de 1998,
Salas Romer hablaba del proyecto castro-comunista de Chávez,
despertando, sin lugar a dudas, convenientes reflejos
condicionados.
Es por eso que sostengo que Carlos Blanco no tiene toda la
razón cuando expresó en un artículo reciente que: "Muchos
crímenes tiene esta izquierda chavista encima, tal vez el peor
de todos sea haber dificultado (¿o eliminado?) en el futuro
democrático próximo la posibilidad de una izquierda moderna,
abierta, reformadora e intelectualmente dotada."
También, quienes han entorpecido esa posibilidad han sido,
precisamente, esas posiciones a priori de estos Pió Miranda
contemporáneos en contra de todo movimiento crítico, que han
llevado a señalar a todo el que no esté de acuerdo con la
dominación neo-liberal como personas a las que hay que acosar o
exorcizar, pretendiendo, ora ridiculizarlas, ora amenazarlas.
Asimismo, ven en Chávez y a sus seguidores como fanáticos que
quiere imponer un sistema castro-comunista.
No creo que, después de toda la experiencia vivida por la
humanidad, este gobierno sea capaz de plantear soluciones tan
absurdas y primitivas. Y si ese fuese el caso, un sistema así
diseñado sería muy fácilmente derrotado electoralmente. La
verdad es que no justifico tanta alharaca por parte de la
oposición, si eso fuese cierto. A menos por supuesto, que no
hayan propuestas propias, sino las consabidas neo-liberales, y
que, incapaces de presentarlas públicamente, deseen llegar al
poder por la vía de la violencia.
Pero, para lo que sí han servido las posiciones de estos
conversos, es para que, paralelamente a obstruir la búsqueda de
caminos acertados, se haya permitido la resurrección de la
corrupción adeco-copeyana, ayudándola a presentarse como opción
real de poder. Porque, efectivamente, si quitamos los
artículos, opiniones y argumentos de esta reconocidas personas,
¿Qué articulistas, humoristas o caricaturistas de peso
quedarían para defender el retorno de AD y Copei al poder?
Realmente muy pocos, y de verdad, pésimos.
Pero lo más triste es que esa conducta negadora ha contribuido
a que Venezuela permanezca casi muda ante el auge de la
dominación neo-liberal y su intento de redistribuir
colonialmente al mundo, no en la búsqueda de mercados cautivos,
como fue a principios del siglo pasado, sino para asegurar el
dominio de países y regiones que posean los recursos naturales,
hoy en extinción gracias a la depredación irracional que de los
mismos ha hecho el sistema imperial.
Y mudos también se han quedado muchos de esos sectores, que una
vez se identificaron como progresistas, ante la ocupación de
Irak, en donde se ha cometido y se comete, uno de los
genocidios más horrorosos desde la época de Pol Pot. Como se
quedaron igual de mudos cuando el golpe del 11 de abril, y la
actitud fascista de la mayoría de los medios de comunicación,
verdaderos agentes locales de ese neo-colonialismo.
De todas maneras, plantear ahora posiciones de izquierdas y
derechas en la actual situación, como lo hace Carlos Blanco,
resultaría tan dañino como el haber impulsado conflictos entre
Pardos y Mantuanos en la época de nuestra independencia. Daños
de los cuales España tenía plena conciencia, y de ahí nació la
idea de promover a la figura de Boves como defensor de los
pobres y enemigo de los mantuanos o patriotas. Gracias a la
providencia surgió la lanza de Urica y la figura de Páez, que
eliminaron ese estorbo y lograron la unidad de la nación para
comenzar a convertir una guerra civil en una guerra por la
independencia.
Hoy, la verdadera confrontación es entre nacionalistas y anti-
nacionalistas, quedando definida la ubicación, por la postura
ante la dominación neo-liberal. Estoy consciente que entender
esto es difícil, sobre todo para quienes habían resuelto su
problema existencial a lo Pío Miranda. Pero ni modo, hay un
nuevo paradigma, y nada se logra negándolo.
Cualquier política exitosa que nos garantice un futuro de
progreso para nuestro pueblo pasa, necesariamente, por tomar
conciencia de las nuevas realidades, botar al cesto de la
basura histórica a estos tabúes y prejuicios pasados de moda y
acometer el objetivo de la unidad de nación.
PD: En la edición del 19 de junio pasado del diario venezolano
de corte fascista "El Nacional", se reseña una declaración de
José Antonio Gil Yépez, presidente de Datanalisis, que expresa
que "También es necesario convencer gente en las instituciones
controladas por el régimen, para neutralizar ese control. Otra
manera es hostigarlos con cacerolazos".
En mi opinión ese tipo de expresiones constituyen un delito,
una incitación a delinquir. La Constitución Nacional establece
el derecho de cada ciudadano de desarrollar libremente su
personalidad, y no puede ser que se utilice la intimidación y
la agresión por tener ideas contrarias. Eso es fascismo. Eso lo
hacía Hitler. O es que no se acuerdan de las estrellas
amarillas de David en el pecho de los judíos. ¿Que diferencia
hay entre una cacerola y una estrella de David en el pecho?
Venezuela no se merece esto. Necesitamos vivir civilizadamente,
como país del primer mundo y dejar la violencia a los animales
en dos patas. ¿Qué destino nos espera si estas ideas
segregacionistas alcanzan el poder?
Lo lógico es que la Fiscalía actuara en casos como estos para
castigar estos delitos.
Sin embargo, no me hago muchas ilusiones, sobre todo con un
Código Penal, impuesto por los teóricos de la dominación
neoliberal, que institucionaliza la impunidad y la corrupción.
https://www.alainet.org/de/node/107759?language=en
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