Francisco, Papa revolucionario

Teodoro Rentería Arróyave

27/05/2014

Opinión

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Como se puede apreciar, tenía que venir un Papa del Nuevo Mundo, de América, Francisco, para que la milenaria Iglesia Católica Apostólica y Romana iniciara un tránsito de evolución, de renovación, de modernización, que puede significar una verdadera revolución que la saque del claustro de las sombras y del oscurantismo que aún la agobia.

Seguro que no faltarán y con razón algunos que les llame la atención que hagamos análisis sobre esta institución que es ajena a los temas que de continuo abordamos, sin embargo, es de tomarse en cuenta que dicha Iglesia sigue siendo la que aglutina en el mundo, sobre todo occidental, más feligreses, por tanto es tema obligado.

Si al Papa Francisco no le sucede nada, y logra imponerse o marginar a esa ala retrógrada, reaccionaria y oscurantista que ha gobernado, administrado y mantenido su fuerza hegemónica y absolutista, habrá triunfado para bien no sólo de la institución religiosa, sino para las sociedades en su conjunto.

Vamos a explicarnos, es de tal manera la fuerza e influencia del catolicismo que hasta la fecha ha marcado en mucho la marcha de la humanidad. La historia nos da cuenta desde los horrores cometidos a partir de esa ignominia llamada "santa inquisición".

La pederastia sacerdotal como nunca ha salido al escrutinio público, no solamente por la fuerza y valentía de las denuncias de las víctimas y el apoyo de la organizaciones de la sociedad civil, también en forma muy importante por la posición de Francisco de ventilar ese fenómeno que ha llegado al hartazgo internacional y prueba de ello es la intervención clave y definitoria de la Organización de las Naciones Unidas, ONU.

Francisco, en efecto, ha salido del claustro de las tinieblas, una nueva prueba del cambio que está operando, fue su declaración que expuso al regreso de su misión de paz en Oriente Medio, otro paso que se augura fundamental en su papado, “el celibato obligatorio se le debe de revisar “porque no es un dogma”; esa ala de la reacción vaticana se ha de haber quedado, cuando menos, boquiabierta.

En verdad el voto o promesa del celibato es una regla antinatura, impuesta desde la doctrina del sometimiento en que se ha manejado la Iglesia Católica: no lo dudemos, que mucho tiene que ver el abuso sexual de los sacerdotes con esta brutal regla y dejemos la pederastia, cuántos sacerdotes han sido padres de vástagos que les llaman eufemísticamente sobrinos o ahijados.

La historia recuerda que a partir del siglo IV D.C. comenzaron las primeras leyes contra el matrimonio de los sacerdotes y para el año 385 se prohíbe que los clérigos ya no puedan tener relaciones sexuales. En el Siglo VII se demuestra por ciertos documentos que en Europa la mayoría de los sacerdotes eran hombres casados o tenían mujeres y hasta concubinas, fue hasta el año de 1074 cuando el Papa Gregorio VII establece que todo aquel que desea ser ordenado como sacerdote debe hacer primero un voto de celibato, lo cual fue confirmado para el año 1123 por el papa Calixto II en el Concilio de Letrán I, quien decreta que los matrimonios clericales no son válidos.

Esto está a punto de terminar, pudiera ser sólo una promesa para algunos sacerdotes que así lo decidan, nunca una imposición. Sumemos a esto, sus declaraciones sobre los gays; sus declaraciones sobre la corrupción vaticana, si logra la paz entre israelitas y palestinos, Francisco habrá cumplido con su destino. Entrará a la historia como el Papa Revolucionario.

- Teodoro Rentería Arróyave es periodista y escritor mexicano, www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx

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