La información sobre el empleo del primer trimestre de 2019 fue publicada recientemente.  Entre los principales resultados se observa una disminución del empleo adecuado entre marzo 2018 y marzo 2019. En ese periodo dicha tasa pasa del 41,1% al 37,9% (cambio estadísticamente significativo). Por otra parte, las tasas de desempleo y de subempleo aumentan ligeramente pero el cambio no es estadísticamente significativo; sus niveles alcanzan el 4,6% y 18,7% respectivamente. No obstante, más allá de estos resultados -que muestran una situación complicada en el país- sorprende que la variable “pobreza” no se encuentra en la base de datos de la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU) de marzo 2019. De igual manera y, considerando las aspiraciones de flexibilización del actual régimen, es necesario actualizar el índice de precarización en este trimestre.

El nivel de pobreza se calculó a partir de la actualización de la línea de pobreza.[1] Así, se observa que en marzo de 2018 asciende al 21,9% y aumenta al 22,5% en marzo de 2019. No obstante, dicho aumento no es estadísticamente significativo[2] (lo cual contrasta con el crecimiento de la pobreza entre diciembre de 2017 y 2018 pero que tampoco es un cambio estadísticamente significativo, aumenta del 21,5% al 23,2%). Sin embargo, es necesario precisar que este nivel de pobreza implica un aumento después de una tendencia hacia la disminución de este indicador entre marzo de 2016 y de 2018 como efecto de varios shocks externos e internos. En este punto es importante precisar el ingreso de una orientación empresarial a la economía del país con la entrada de un representante del Comité Empresarial Ecuatoriano en mayo de 2018. Por lo que es posible observar el accionar en casi un año de gestión.

De esa manera, se han realizado una serie de medidas que favorecen al sector empresarial (sobre todo a una élite beneficiada en materia tributaria con una serie de exenciones). Sin embargo, el deterioro de los indicadores en temática de empleo y pobreza muestran que tales medidas no solo no han funcionado por su aplicación, sino al contrario, por su formulación. El pensar y accionar –beneficiar- solo para el sector privado empresarial y dejar a un lado a los sectores trabajadores y pobres de la población dan como resultado una reproducción de sus condiciones precarias de vida, incluso profundizándose, así lo muestran las cifras alrededor de la pobreza que muestran una tendencia hacia su aumento, lo propio ocurre con el tema de precarización.

Gráfico 1. Incidencia de pobreza a nivel nacional en el mes de marzo 2014-2019.

Fuente: ENEMDU

Elaboración: Propia

En el caso de la precarización se construyó un índice[3] para las personas ocupadas. El índice se mantiene constante a un nivel promedio de 0,42 en marzo de 2019 y de 0,41 de 2018 en el mismo mes. Aunque el cambio no es estadísticamente significativo se evidencia que existe una tendencia hacia la disminución de la calidad del empleo desde finales del año 2017 a pesar del crecimiento económico. Esa situación contrasta con las ansias desenfrenadas de las Cámaras de Producción por un nuevo código laboral que flexibilice la contratación para aumentar la competitividad[4] y que, probablemente, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional puede convertirse en el instrumento para lograrlo.

De esa forma, es necesario mencionar que: i) no existe evidencia de que la flexibilización mejore las condiciones de empleo ni tampoco que el Ecuador sea poco competitivo por el lado laboral y; ii) la apuesta por aumentar la velocidad de un nuevo código laboral -que al parecer será en beneficio para la élite empresarial- está en marcha. Desde esa perspectiva, si la precarización del empleo y la pobreza indican una tendencia hacia su aumento, y lo más probable es que las medidas de política pública sean las responsables de aumentar esta tendencia en lugar de solucionarla. Se demuestra que el ajuste del gasto público con disminución de la inversión, no renovación de contratos y despidos no es la solución.

En conclusión resalta el hecho de que la cifra de la pobreza no se encuentre incluida en esta nueva edición de la ENEMDU, cuando la evidencia es trascendental para tomar decisiones y observar la situación en la que se encuentra la población del país. De igual manera se observa una tendencia hacia el aumento de la pobreza y precarización, mismas que probablemente aumenten como resultado del acuerdo con el FMI, en articulación con las cámaras empresariales y su búsqueda de generar mecanismos de explotación que le permita mantener y sostener su posición social de élite.

Anexo 1. Línea de pobreza en USD marzo 2007-2019.

Fuente: ENEMDU

Elaboración: Propia

Anexo 2. Resultados del análisis factorial: Método de componentes principales para calcular índice de precariedad laboral en Ecuador marzo 2018-2019, población ocupada.

Fuente: ENEMDU

Elaboración: Propia

 Notas

[1] La línea de pobreza se calcula actualizando el factor de ajuste con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y multiplicándolo por la línea de pobreza de 2006, este último valor se estimó en USD 56,64: Ver Anexo 1.

[2] En una prueba de significancia con el 95% de confianza, el valor z=0,93 por lo que cae dentro de la zona de no rechazo de la hipótesis nula (-1,96 a 1,96). Por lo tanto, no existe diferencia estadísticamente significativa.

[3] En la construcción del índice se realizó un análisis factorial con el método de componentes principales Ver Anexo 2). Para una especificación de la metodología construcción del índice de precarización ver: https://coyunturaisip.wordpress.com/2018/07/20/indice-de-precariedad-laboral-aumenta-durante-el-gobierno-de-moreno/.

[4] Así lo demostraron cuando indicaron que no debía existir aumento del salario mínimo para el año 2019, es decir, debía ser congelado: https://www.elcomercio.com/actualidad/empresarios-salario-basico-incremento-congelacion.html

Fuente: https://coyunturaisip.wordpress.com/2019/04/16/y-la-pobreza-y-la-precarizacion-la-otra-cara-del-empleo-en-ecuador/#more-591