“El Pacto de la Moncloa” en Paraguay
- Opinión
¿En qué consistió el Pacto de la Moncloa?
En la España que acababa de salir de la dictadura del general Franco, se firmó, el 25 de octubre de 1977, un acuerdo entre las principales fuerzas políticas protagonistas de la Transición, con el fin de controlar la crisis económica que asolaba el país y pactar una situación política después de Franco donde no existieran “ni vencedores ni vencidos”. Los firmantes fueron franquistas convertidos en demócratas y anti-franquistas sin las fuerzas suficientes para imponer totalmente su política. Y con el ejército franquista vigilante.
En este contexto se firmó el Pacto de la Moncloa.
Cinco años después de firmarse, se produjo el intento de Golpe de Estado protagonizado por el Teniente Coronel Antonio Tejero, quién ocupó el recinto del parlamento al grito de “Quieto todo el mundo. Todos al suelo, al suelo!!” con el propósito, no conseguido, de terminar con la democracia y volver a una dictadura militar al estilo franquista.
¿En qué consistió el Pacto del Club Naval Uruguayo?
Después del derrocamiento del general Alfredo Stroessner el 2 y 3 de febrero de 1989, Julio María Sanguinetti, Presidente del Partido Colorado y Presidente de Uruguay, viajó a Asunción con la receta española (Pacto de la Moncloa) aunque con un importante agregado: el Pacto Secreto del Club Naval Uruguayo, firmado el agosto de 1984 por los militares uruguayos con el Frente Amplio y la Unión Cívica para garantizar una salida democrática al país. Este pacto secreto uruguayo logró el apoyo de importantes dirigentes socialistas de la época como el español Felipe González, el chileno Ricardo Lagos, el brasileño Henrique Cardoso, etc. que argumentaban que había que evitar todo tipo de confrontación con el ejército para evitar golpes de Estado como el protagonizado en España por el Teniente Coronel Tejero. En fin, que aconsejaban una solución “sin vencedores ni vencidos”. Paraguay siguió este camino.
El pacto de la Moncloa, sirvió pues de ejemplo para otros países donde se precisaba también que el cambio no significara una amenaza para el grupo dominante, y que pese a los cambios, más aparentes que reales, no se pusiera en cuestión su poder.
Sanguinetti, quien resignando algunos principios del bien común escribió el libro: “Un mundo sin Marx”, fue uno de los ideólogos de esta “Tercera Vía” partidaria del pacto entre víctimas y verdugos que tiene como consecuencia la paralización de la oposición. Los social demócratas alimentaron esta situación y ello les ha dado buen resultado.
Ante esta situación, donde el pacto permite la impunidad de los verdugos y se impide a las víctimas su legítima reparación, y con motivo del XXX aniversario de la rebelión contra la dictadura de Alfredo Stroessner, se impone una revisión de nuestra historia política. Una revisión para constituir una herramienta que nos permita comprender el presente y el futuro en base a un dialogo con sólidas estructuras apuntando hacia el fortalecimiento de nuestro proceso democrático.
Sabemos que al término de la guerra de 1870 se construyó en Paraguay un sistema autoritario donde la casta militar fue, y sigue siendo, propietaria del poder político. Dos ejemplos son ilustrativos de este sistema militar autoritario:
1) La proclama democrática militar de la revolución del 8 de marzo de 1947 de Concepción:
a) Normalizar el país para terminar definitivamente con el régimen de persecuciones, de ilegalidades y de desquiciamiento de las instituciones armadas para asegurar, en primer lugar, libertades amplias y legalidad para todos los partidos políticos.
b) Limpieza efectiva de la institución policial y los mandos del ejército adictos a la dictadura.
c) Elecciones libres.
d) Y finalmente medidas contra la carestía y mejorar la aflictiva situación del pueblo.
2) Proclama del general golpista Andrés Rodríguez 2 y 3 de febrero de 1989:
a) Recuperación de la dignidad de las FF.AA.
b) Reunificación total del coloradismo en el gobierno.
c) Inicio de un proceso de democratización.
d) Respeto a los derechos humanos.
e) Respeto a la religión católica.
Con esta proclama, incluyendo el toque de “ni vencedores ni vencidos”, el general Andrés Rodríguez consolidó la triada que había inaugurado Stroessner el 6 de mayo de 1954: FFAA-Gobierno-Partido Colorado. Como en la obra de “El Gatopardo” de Giuseppe Tomasi Di Lampedusa, algo se cambió para que todo continuara igual.
Somos conscientes que las FFAA no nos trajeron la democracia. Lo que sí nos trajeron fue la impunidad. La democracia la conquistó el pueblo después de una larga lucha en la calle. Necesitamos que las FFAA sean del pueblo y no de una minoría que siempre las corrompió e instrumentalizó para su beneficio.
Finalmente, con motivo del XXX aniversario del derrumbe de la dictadura militar de Alfredo Stroessner, convocamos a los que cometieron delitos y no los confesaron ante la Justicia a hacerlo ahora. Sería una buena contribución para poner término al prolongado proceso de Transición.
El saneamiento moral de la República exige que se haga justicia.
Martín Almada: Víctima del Plan Cóndor y descubridor de sus Archivos Secretos. Premio Nobel Alternativo.
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