Carta abierta al Presidente
- Opinión
Yo quiero hacer una carta abierta al presidente. Creo que este es el momento adecuado, o sea justo, para hacer una carta abierta al presidente. No todos los momentos son adecuados para hacer una carta abierta al presidente.
El presidente es un señor muy ocupado que a veces no tiene el tiempo necesario para leer las cartas abiertas al presidente, aunque la carta llegue abierta y no tenga que perder tiempo en abrir el sobre. Pero disculpen que insista, pero yo sueño con hacer una carta abierta al presidente.
Muchos se preguntarán por qué en esta coyuntura tan especial para el país, y para el presidente, yo quiero hacer una carta abierta al presidente. Bueno yo he visto que muchos colectivos de pensadores económicos, sociales, empresariales, culturales, deportivos, muchos colectivos de individuos e individuas, han hecho su carta abierta al presidente.
Pero las cartas abiertas al presidente de esos colectivos no tienen nada que ver con mi carta abierta al presidente. Por ejemplo, yo no enviaría una carta abierta al presidente como la de los economistas, porque ellos, sean ortodoxos o heterodoxos han hecho unas cartas abierta al presidente en la que explican lo mismo y proponen los mismo y explican que si se suma lo que no se resta, crecerá el PIB. Mejor no hacer nada parecido a esos carteros, digo, carteristas, perdón digo economistas.
Yo tampoco enviaría una carta abierta al presidente como la de los abogados, porque ellos, siendo penalistas o constitucionalistas o así estén en cualquier lista, han hecho cartas abiertas al presidente en la que explican siempre lo mismo, que se puede decir Si y al mismo tiempo decir No, y que además un sí vale como un no porque todo se puede interpretar. Mejor no hacer nada parecido a esos carteros, digo carteristas, perdón, digo abogados. Entonces, al ver que como estos profesionales, hay tantos que envían cartas abiertas al presidente, yo me pregunto, como ustedes, si todos hacen su carta abierta al presidente, quiere decir que es el momento adecuado para enviar mi carta abierta al presidente. Es una coyuntura adecuada.
El presidente seguramente la leerá y tal vez me diga, que no le gusta mi carta abierta al presidente, que mejor se la envíe al vicepresidente o vicepresidenta si fuera el caso. Pero ahí yo ya me estaría rebajando, porque no es lo mismo que los diarios importantes, o sea independientes, digamos libres, pongan en su titular: Carta Abierta al Presidente que Carta Abierta al vicepresidente, o vicepresidenta si fuera el caso. Daría una muy mala imagen de mi parte.
Pero bueno, volviendo al tema central y más importante. O sea al centro de esta conversación determinante para el futuro del país, les comentaba que yo quiero enviar una carta abierta al presidente. Ahora, yo les pregunto: ¿qué le debo decir al presidente en una carta abierta al presidente? ¿Cómo se debe empezar una carta abierta al presidente teniendo en cuenta su alta investidura? ¿Será mejor empezar con Querido Presidente o Estimado Presidente? Bueno depende a cuál presidente sea, aunque eso de querido suena muy confianzudo y no va con el estilo que debería tener una carta abierta al presidente.
En todo caso, en mi carta abierta al presidente, yo le diría al presidente que no crea en sus amigos porque pueden ser sus enemigos, ni tampoco en sus enemigos porque pueden ser sus amigos. Pero que tampoco crea en los economistas ortodoxos, ni en los heterodoxos, ni en los abogados constitucionalistas, ni en los penalistas, ni en los que tiran penales, ni en los que sueñan ser presidentes –bueno, todos tienen derecho a soñar aunque nunca lleguen a serlo-, ni en los que le dicen si a todo, porque en la primera de cambio lo arrastrarán, ni en los que están sentados a su diestra porque son un poco siniestros, ni en los que están sentados a su izquierda porque siguen como perritos falderos a los que están a su derecha.
En fin, yo le diría al presidente en mi carta abierta al presidente que es mejor no creer en nadie, ni en él mismo. Y que tampoco haga promesas, y que tampoco haga como hacen los políticos sabidos con Dios cuando le prometen en la Iglesia y luego cuando salen le dicen “diosito anda buscando quien te dé”. Le juegan Barcelona, entonces yo le diría que no se acostumbre a jugarle Barcelona a la gente. Dios al fin y al cabo se hace el gil, pero la gente no perdona.
Y también le diría al presidente en mi carta abierta al presidente, que tampoco haga como algunos que declaran amor eterno a un presidente y después cambian de amor rápidamente por una sillita y unos chifles, porque eso no es amor eterno, es un poco chimbo ese amorío. Pero bueno ya me desvié, es que hay algunitos políticos que deberían ser obispos. ¿Qué tienen que ver los obispos con esto? Bueno ustedes sabrán. Yo ya me confundí. ¿Saben qué? Mejor no voy a enviar ninguna carta abierta al presidente, ni cerrada. Sé que algunos van decir que soy un negativo y eso es porque no ven el lado bueno de lo negativo. En fin… ¿Qué te diré? Ya no quiero hacer una carta abierta al presidente…
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