Uruguay y Argentina

De la incomunicación o de la comunicación sesgada

22/12/2017
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A

El ascenso de Mauricio Macri a la presidencia argentina ha sido en general recibido con mucho regocijo del lado uruguayo. Porque se terminaban las nubosidades y tormentas propias de la relación que ha tenido siempre el Uruguay con el peronismo argentino.

 

La razón es brutalmente material: el proyecto peronista de un país “hacia adentro”, por ejemplo, dedicado a incrementar el turismo interno (así como la industria nacional, p. ej.) entró en conflicto, agudo, con el proyecto uruguayo, tan implantado al sur del territorio, de aprovecharse de la masa turística “de enfrente” en la larga, hermosa, franja de cientos de km de arena y balnearios…

 

Francisco Piria, por ejemplo, que iniciara su actividad pionera balnearia en la última década del s. XIX, remató su capolavoro, el magnífico y en su época único en toda América Latina, Hotel Argentino, en 1930. Repare el lector en el nombre del hotel. ¿Qué habría pasado si lo hubiese hecho 15 años después, cuando Perón popularizaba el selecto Mar del Plata y lo convertía en la meca del turismo popular (y sindical) argentino?

 

Pero no necesitamos hacer historia contrafáctica; cuando Perón es derribado, 1955, el festejo en Uruguay, fue enorme. El conflicto había calado tanto que cuando en junio de ese año, aviadores rebelados contra el gobierno peronista ametrallan y bombardean la Plaza de Mayo presuntamente ocupada por partidarios peronistas, pero en rigor lugar de tránsito de la población porteña que trabajaba en las inmediaciones, y son así asesinados, desde el aire, centenares de habitantes de Buenos Aires, en Uruguay esos aviadores −asesinos seriales de civiles desarmados−, serán recibidos como héroes por parte del entorno mediático que “luchaba contra el dictador”.1

 

Este contrapunto abona y se nutre de viejas rivalidades, en las cuales el Uruguay ha sufrido abusos que justifican algunas reacciones, como nuestra resistencia a la actitud imperial argentina con su pretensión de soberanía en las aguas fronterizas (“doctrina Zeballos”) y aun más atrás, en el enfrentamiento al hegemonismo porteño, con las cuales podríamos remontarnos a “la lucha de puertos” de principios del s. XIX. Pasando por la argentinización del tango rioplatense…

 

Aquella indisposición hacia el peronismo ha llevado al Uruguay al maniqueísmo fácil que es de trámite en este tipo de conflicto con banderías de por medio, es decir chovinismo mediante.

 

Si la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, la mediáticamente tan vapuleada CFK, era titular de un populismo que promovía el turismo interno y un MERCOSUR para países grandes, Macri devenido su contrincante decisivo, tendrá que ser −basándonos en un maniqueísmo tan falso como redondo− nuestro amigo.

 

Los medios masivos de incomunicación de masas del país, todo adscriptos a la ideología liberal madeinUSA abonan esa imagen. Dije “del país”, pero bien vale una precisión; los medios masivos, la TV en particular, pero no solamente, amén del dominio mediático norteamericano (hoy habría que decir israelo-estadounidense); goza o sufre el de los emporios mediáticos del otro lado del río. Como el de Clarín, una empresa dedicada al “periodismo de guerra”, como lo ha explicitado alguna de sus figuras claves. Y ya se sabe que durante la guerra, la primera víctima es la verdad.

 

Y hay que ver las ramificaciones que tiene el emporio Clarín en Uruguay. Radiales, televisivos…

 

Para pensar en Uruguay, desde Uruguay, tenemos varias emancipaciones pendientes.

 

Volvamos a Macri. Un vero representante del gran capital. CFK es, o era, una dirigente peronista, es decir un ejemplar con oratoria brillante de un bonapartismo periférico. Podrá ser millonaria y haber cumplido con los requisitos mencionados por Quino,2 pero pertenece al mundo de la política. “De la clase política”. Macri, en cambio, es un agente empresarial y como tal se ha adueñado del poder político más que por haber ganado una elección porque kirchneristas, con torpeza, la perdieron.

 

Por ganar una elección democráticamente, Macri no ha devenido político y menos democrático. Conserva su estilo de trabajo empresarial al punto que su gabinete ha sido constituido primordialmente por CEOS (vinculadas al estado argentino; “la patria contratista”, y a transnacionales allí radicadas) más agentes de lobbies, como ser Patricia Bullrich, Gabriela Michetti, Elisa Carrió, Sergio Bergman. Y ostenta seguramente un récord de colocaciones en “paraísos fiscales” entre los presidentes del mundo…

 

Es difícil que encontremos en nuestro mundo actual una organización social más verticalista que la empresa, con menor democracia interna (salvo, claro, el cuartel).

 

Ése es el estilo Macri. Por eso los traspiés que está teniendo, procurando aplicar la disciplina empresaria a una sociedad, la argentina.

 

No está acostumbrado a discutir ni regatear. Ni él ni la mayor parte de su gabinete.

 

A tal punto llega el autoritarismo cotidiano. Apenas algunas perlas: 1) un exministro del elenco Ka fue detenido en su hogar a la una y media de la mañana. Reviviendo el estilo de la dictadura. Porque las detenciones judiciales democráticas NO se pueden hacer en la noche. Ya conocemos nuestra constitución: ‘El hogar es un sagrado inviolable. Franqueable de día con orden de juez’; de noche de ninguna manera.

 

El estilo de allanar en la noche, durante las más profundas horas de sueño se hace para aumentar la vulneración de los allanados.3

 

2) Ante la OMC, en su reunión anual en diciembre, esta vez en Buenos Aires, el gobierno asombró a una serie de democracias bienpensantes, que no podían entender que organizaciones ambientalistas, oenegés dedicadas al control de gestiones públicas, muy legales redes que bregan por un aumento de intereses a las finanzas mundializadas, por ejemplo, fueran de una plumada suprimidas del cónclave. Se trata de instituciones totalmente admitidas en el juego democrático, como ATTAC, AI, Nuestro Mundo No Está en Venta, 11 11 11. El gobierno dispuso incluso del derecho de admisión a periodistas autorizados en todo el resto del mundo a trabajar en su especialidad. La misma oficina central de la OMC tuvo que tomarse el trabajo de advertir a decenas de invitados de no venir a Bs. As. dado que las acreditaciones de la OMC eran inválidas para el gobierno local.

 

3) La Armada, bajo jurisdicción ministerial, envía un submarino de Ushuaia a Mar del Plata, que sufre una explosión a 3 horas de la partida y durante semanas se ignora la suerte de la nave siniestrada, de sus 44 tripulantes. Otro ejercicio de “periodismo de guerra”. Se supo que la “Armada sabía de irregularidades en la reparación del ARA San Juan. Un documento alertaba que el submarino tenía filtraciones de agua y que hace más de un año navegaba con las baterías en mal estado.” 4

 

Este desapego por los derechos humanos, por las libertades públicas, por la mismísimas vidas humanas, ¿no significan que esta gente confundió las “administraciones” (empresarial y social)?

 

Y en Uruguay, “vemos”, canales mediante, las penosas escaramuzas del lunes 17, no la demostración de despotismo estatal del jueves 14.

 

- Luis E. Sabini Fernández es docente del área de Ecología y DD.HH. de la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, periodista y editor de Futuros.

 

http://revistafuturos.noblogs.org

 

 

1 Recuerdo por la radio un muy exaltado y aplaudido Augusto Bonardo.

2 “Para amasar una fortuna hay que hacer harina a mucha gente.”

3 El Estado de Israel practica asiduamente este estilo con los palestinos, particularmente con niños, menores a veces preadolescentes. La ministra Bullrich acaba de hacer un curso acelerado de “seguridad” en Israel.

 

4 Diario Panorama DP, Stgo. del Estero, 18 dic. 2017.

 

https://www.alainet.org/pt/node/190038?language=en
Subscrever America Latina en Movimiento - RSS