En el mercado de ofertas de los candidatos, se leen y escuchan algunas propuestas interesantes, sobre todo a nivel local. La mayoría son realmente preocupantes y otras deplorables. La que más llamó la atención en días pasaos es la del banquero Guillermo Lasso, quien propone armar a campesinos para defenderse de abigeos y ladrones de gallinas.

El Ecuador ha alcanzado niveles de seguridad ciudadana que son objetivo de estudio a nivel latinoamericano y mundial. La tasa de homicidios bajó de 18 asesinatos/homicidios por cada cien mil habitantes en 2009, a 5 en 2016. Ecuador tiene tres de las ciudades más seguras de América Latina, y Quito la única capital considerada entre estas ciudades (la encuesta es de Igarapé Institute Homicide, nada cercana al gobierno.)

Se han disminuido 14 mil delitos menores y la seguridad ciudadana no es el apremio principal en las encuestas nacionales, aunque no deja de serlo en algunos barrios. La Policía Nacional está entre las dos primeras instituciones más respetadas del país después de la Iglesia Católica. Todo ello se ha conseguido en base a la decisión política del Presidente Rafael Correa y en base al coraje y capacidad organizativa de José Serrano, ex Ministro del Interior y por supuesto, gracias el talento humano y valentía de la Policía Nacional y de su actual Ministro, Diego Fuentes. La participación ciudadana y en muchos casos en colaboración con la Fuerza Armada son los otros dos actores principales de este éxito.

Hoy en el Ecuador el número mayor de homicidios/asesinatos se da por los que se denomina violencia social, es decir riñas, peleas, litigios de tierras y lamentablemente violencia intrafamiliar y femicidios.

El 47% son por causa del crimen organizado y el 53% por causa de estos casos que menciono. Bien, uno de los grandes éxitos es haber mantenido solamente una institución altamente y cada vez mejor capacitada, para el orden público y el control de los delitos. La otra para la defensa de las fronteras, las nuevas funciones de la Fuerza Armada y el control de armas. Justamente una de las luchas centrales contra el crimen, es la requisa y control de armas, que deben estar en manos de profesionales formados.

El Ecuador está ubicado (para los que no se dan cuenta como al parecer el señor banquero Lasso) entre los dos principales productores de cocaína del mundo y los dos países que vienen de guerras internas que han dejado miles de armas en manos civiles. Proponer, señor Lasso, distribuir armas entre campesinos (con el evidente objetivo de ganar votos) es de una gran irresponsabilidad, de una tremenda ignorancia, pero que evidencia la mentalidad de colonizador del siglo pasado y del presente.

Su propuesta, si Usted ganara, aumentaría la muerte por violencia doméstica, las riñas, y los grandes machos con sus fusiles pensando que el arma resuelve todo, matando ladrones o supuestos ladrones de gallinas o vacas. Hable serio, señor Lasso. Ni Usted es Trump ni Ecuador es Estados Unidos.

Mientras que aquí se está entrando en una fase ejemplar de civilidad y ciudadanía, allá el nuevo gobierno pretende abandonar los valores básicos de la democracia. Una cosa es la demagogia electoral, otra es que Usted defienda sus intereses como banquero (que puede ser hasta legítimo) y otra muy grave es que proponga la distribución de armas entre civiles.

No sea Usted tan irresponsable señor Lasso, no vaya a ser que le salga el tiro por la culata, y que una turba armada por usted, le invada los bancos en el próximo feriado bancario que nos traería su hipotético gobierno, que jamás llegará. Hasta la oferta electoral debe tener un límite.