“Es hora de volver a protagonizar, en primera línea, la lucha antineoliberal,

es hora de volver sin miedo, a proponer ideas audaces, nuevas, emancipatorias,

es hora  de volver a engarzar  la intelectualidad crítica con las nuevas generaciones, huérfanas de futuro”.

Emir Sader, académico brasileño, 2015

Las siguientes ideas no son premonitorias, tampoco pesimistas, resultan del análisis de situación ante la inminente instalación del próximo Gobierno el 14 de enero 2016. Tomando en cuenta la notoria improvisación del votado, sus alianzas políticas con militares contrainsurgentes, con líderes religiosos fundamentalistas y fanáticos y con grupos neoliberales, se desprenden los posibles escenarios siguientes:

Oposición a Asamblea Nacional Constituyente: En la crisis institucional, política y social que vive el país, la Plataforma Nacional para Reforma del Estado, ha propuesto que para resolver la crisis sistémica, es necesario convocar a la instalación de esta Asamblea soberana, que tendría la tarea de aprobar reformas profundas que el Estado requiere. Pero la clase política corrupta, las élites económicas, empresariales, neoliberales, los intereses capitalistas transnacionales y la hegemonía imperial, se oponen y harán todo lo posible para impedir su avance e instalación.

Represión contra protesta social: El saltimbanqui que asumirá la presidencia en 2016, reprimirá la protesta social y seguirá criminalizando a dirigentes comunitarios que legítimamente defienden la vida, el territorio, el acceso a tierra, el derecho a la libre determinación y derechos humanos. Habrá más perseguidos y presos políticos.

Intención de implantar un estado teocrático: Este año, el diputado Marvin Osorio, propuso iniciativa de ley para imponer lectura obligatoria de la Biblia en el sistema educativo nacional. Esta iniciativa viola la Constitución Política de la República, Ley de protección integral de niñez y adolescencia y elementales derechos humanos. Como lo denuncié antes, la intención del citado legislador apunta a implantar un Estado teocrático. Sobre esto puedo abundar en argumentos.

La educación pública es función esencial y monopólica del Estado, debe sustentarse en el laicismo como método, para evitar que la religión, cualquiera que sea su signo, introduzca el influjo de lo sagrado y supersticioso, por encima de lo científico. Obligar a la lectura de la Biblia en el sistema escolar o formar profesores de religión cristiana, no debe ser la conducta de un Estado democrático, respetuoso de los derechos humanos. El Estado debe seguir siendo laico, punto.

Privatización seguro social y sistema nacional salud pública: Seguirán los esfuerzos por privatizar servicios públicos de salud y sistema de seguridad social. Los neoliberales han aprendido que “la salud es un negocio”, por tanto, harán esfuerzos por concluir privatización del sistema.

Apoyo a empresas transnacionales: El próximo Gobierno religioso, militar y oligárquico, continuará apoyando y fomentando actividades de explotación de recursos naturales mediante entrega del territorio y soberanía a empresas transnacionales. Habrá más autorizaciones para extracción de minerales, construcción de hidroeléctricas y extensión de monocultivos de caña de azúcar y palma africana y con ello, incremento de la corrupción e impunidad.

Militarización de la sociedad: Para asegurar el éxito de sus perversos propósitos y acatando la decisión de poderes fácticos y grupos paralelos, el saltimbanqui con el puñado de merolicos que lo acompañan, profundizarán la militarización del aparato de Estado y la sociedad. Persistirán violaciones a derechos humanos.

Guatemala, 13/11/015

Factor Méndez Doninelli

Maestro Investigador.

Universidad Rafael Landivar

Derechos Humanos y Transformación de conflictos.