La siembra transgénica de vientos y su cosecha

20/11/2015
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El  llamado Islam Político –o fundamentalismo islámico-, es una herramienta imperialista de dominación, que ha ido alcanzando autonomía política mediante el trastorno que significa deshistorizar al mismo islamismo…

 

A partir de ahí ya no se obedece sino a sí misma. Entre ella y los objetivos que persigue, solo estarán la destrucción y el genocidio que provoque conseguirlos. Es lo que contradictoriamente la relaciona casi “armónicamente” con el sionismo, que hace equivaler religión con nación y es la avanzada de la ofensiva imperialista durante la hegemonía angloestadounidense actual.

 

Samir Amín advirtió ya en el 2001

 

"no se trata de movimientos de reflexión religiosa –los cuales, si bien numerosos son de hecho poco variados- sino más vulgarmente de organizaciones políticas cuyo objetivo fijo es la toma del poder de Estado, ni más ni menos, y que a estos efectos hacen un uso oportunista de la bandera del islam.

 

El islam político no se interesa por la religión a la que invoca, ni propone en este aspecto reflexión alguna, ni teológica ni de naturaleza social. En este sentido, no se trata de una "teología de la liberación", homóloga musulmana de la que existe en los países de América Latina, por ejemplo. Lo que retiene del islam es tan sólo el conjunto de las costumbres -especialmente rituales, de los que exige un respeto absoluto- de los musulmanes de nuestra época.

 

Simultáneamente, el islam político exige el retorno de la sociedad al conjunto de las reglas del derecho público y privado tal y como eran puestas en práctica hace dos siglos -en el Imperio Otomano, en Marruecos, en Irán y en Asia Central- por los poderes de la época. Que en su discurso el islam político crea (aparenta creerlo) que las reglas sean las del "islam verdadero" (el de la época del Profeta) no tiene demasiada importancia. Ciertamente el islam permite una interpretación semejante, como medio de legitimación del ejercicio del poder.

 

Así se hizo en el pasado, desde los orígenes a los tiempos modernos. Pero en este sentido el islam no es original."[1](1)

 

¿Será que se les fundieron los drivers a las agencias de espionaje, subversión y terrorismo capitalistas? ¿A do fueron a parar sus “antiguos” mercenarios del extremismo sunní entrenados y utilizados contra la extinta URSS en Afganistán?

 

El mogollón problema está en que el fundamentalismo a que equivale ese islam político va a por sus propios fueros, catapultándose desde el medio oriente, para zafarse de su articulación dependiente con esa ofensiva imperialista.

 

"el islam contemporáneo no es más que una ideología arcaizante que propone a los pueblos a los que se dirige una simple vuelta al pasado, y más precisamente al pasado reciente, a las épocas que  precedieron inmediatamente a la sumisión del mundo musulmán frente a la expansión del capitalismo y del imperialismo occidental [...] El retorno a este pasado probablemente no es poco deseable (y en realidad no es deseado por los pueblos en nombre de los cuales el islam político pretende hablar); simplemente es imposible. Y es por esto por lo que los movimientos que constituyen la nebulosa de este islam político se niegan a definir en programa alguno, como es usual en la vida política, las respuestas a las cuestiones concretas de la vida social o económica. Se contentan con repetir el eslogan vacío: "el islam es la solución". Y cuando, puesto entre la espada y la pared se ven constreñidos a optar por una respuesta, nunca fallan al decantarse a favor de la que mejor le convenga al funcionamiento de la economía capitalista liberal tal y como es [...] En su desafortunado intento de producir una "economía política islámica", los autores de manuales en cuestión (financiados por Arabia Saudí) no han hecho más que colgar los colores de la religión a las propuestas de la vulgata liberal americana más banal [...] Si el islam político no es otra cosa que una versión del neoliberalismo económico, elogioso en extremo de las virtudes del "mercado" -desregulado, bien entendido- es, sobre el plano político la expresión de un rechazo absoluto de toda forma de democracia. En su interpretación del islam, la ley religiosa (la charia) una vez encontradas las respuestas principales para todas las cuestiones que podrían ser formuladas, estima que la humanidad no tiene leyes nuevas para inventar (esto define a la democracia); no le queda más que interpretar una ley ya formulada por el poder divino. Se entiende entonces que este discurso ideológico desconoce la realidad, es decir, que en la historia vivida por las sociedades musulmanas, ha habido que inventarlas. Pero se ha hecho sin decirlo; y esto venía a restringir este poder a la clase dirigente, atribuyéndose para sí sola la capacidad de "interpretar". Arabia Saudí da el ejemplo extremo de esta autocracia: sin Constitución (el Corán ocupa su lugar, dicen). De hecho, como todo el mundo sabe, el poder absoluto es de la monarquía y de los jefes de tribus" [2](2)

 

A partir de ahí asesina a, y de cualquier forma; intentando acelerar un pie por delante de la avanzada imperialista con sello angloestadounidense. Y de manera oportunista –pero disimulada-,  le recuerda a Francia su acumulación histórica con la OAS en Argelia. Aun cuando las bombas deban explotar en Paris, Londres o Nueva York.

 

"Un gobierno islamista abole inmediata y definitivamente toda forma de legalidad de la oposición. Liberalismo económico y autocracia política.

 

La asociación entre liberalismo económico y autocracia política conviene a la perfección a la clase dominante encargada de la gestión de las sociedades de la periferia capitalista contemporánea. Los partidos islamistas son todos instrumentos de esta clase. No se trata únicamente de los Hermanos Musulmanes y de otras organizaciones de las llamadas "moderadas" cuyos lazos estrechos con la clase burguesa son conocidas de todos. También se trata de las pequeñas organizaciones clandestinas que practican el "terrorismo". Estás están perfectamente instrumentalizadas por el islam político dirigente y el reparto de las tareas está claro entre los unos -encargados del uso de la violencia- y los otros -encargados de infiltrar las instituciones del Estado (en particular la educación, la justicia y los media, la policía y el ejército si es posible). El objetivo es único: tomar el poder" [3](3)

 

Funda un “califato” terrorista, el EI o DAESH y avanza agresivamente desde el medio oriente hacia el occidente cristiano, contra todo lo que se oponga directa o indirectamente.

 

El autismo angloestadounidense desde su ala ultraderecha y con cierta displicencia del Estado Profundo, intenta ponerse de acuerdo con el EI, a este último lo que le proponen nunca será suficiente. No quieren ser la avanzada, sino los dueños mismos de esa avanzada; del petroleo. Y el Estado Profundo se inquieta porque pierde el control de su propia ofensiva imperialista. El terrorismo del EI le puso las cartas sobre la mesa. Y lo peor de todo es que ese pretendido califato está compuesto por sus propios mercenarios; que son una especie de transgénico del terrorismo que el imperialismo anglo y angloestadounidense históricamente ya había sembrado.

 

Sentados incómodamente en la sala de proyecciones que construyó la globalización del modo de vida angloestadounidense, somos testigos de las primeras imágenes del intento de desarticular al sistema capitalista desde una metodología políticamente transgénica, es decir, que mata a quienes la consumen y a los que la crearon.

 

En Francia el Islam Político, en forma de terror, está agarrando al esqueleto de Robespierre por el cuello, pero la soga la fabricó la expansión imperialista y el terrorismo francés en ultramar. Hoy el EI o DAESH le pasa a cuenta a crédito de los muertos en Argelia…

 

Quien siembra vientos como aquellos… y los continúa abonando con terrorismo…

 

Y casi siempre las consecuencias se solventan con “daños colaterales”.

 

Es muy oportuno lo sucedido en París para justificar el aumento de la agresividad bélica sobre territorio martirizado de Siria. ¿Quién habrá sido el ingenuo que creyó que toda esa vorágine del infierno de fuego y muerte se limitaría a una porción determinada del medio oriente? A través de los vientos sembrados no se pueden controlar las tempestades que estos provocan.  

 

En un artículo muy promocionado por las redes, Aznarez comentó que

 

"Otra vez París se convirtió en un campo de batalla. Decenas de muertos, cientos de heridos y las mismas consignas de respuesta del gobierno francés frente al ataque yihadista que ya se han escuchado en Estados Unidos y España cuando acciones similares generaron idénticas masacres. Frente al horror se quiere responder con más horror, se habla en los titulares de los principales medios con total ligereza, de que “ahora sí empezó la guerra”, o se alimenta la idea (en forma directa o solapada) de que el mundo árabe y musulmán atenta contra la sacrosanta democracia francesa. A sabiendas que la casi totalidad de esa colectividad repudia al ISIS y sus protectores.

 

Tiene muchísima razón el presidente sirio Tachar Al Assad cuando, después de condolerse por las víctimas de los atentados, recuerda que “Francia conoció ayer lo que vivimos en Siria desde hace cinco años”. Y lo dice precisamente quien en innumerables ocasiones ha intentado -como antes lo había hecho el líder libio Gaddafi- convencer a los gobernantes franceses que no armaran, equiparan logísticamente y costearan con millones de dólares a los ejércitos mercenarios que han sembrado el terror, la muerte y el desesperado destierro de cientos de miles de sirios e iraquíes. En cada ocasión que este mensaje resonaba en los foros internacionales, la posición francesa siempre fue la misma: ratificar su creencia de que exportando la guerra, alineándose con la OTAN y subordinándose ante el mandato imperial monitoreado desde Washington, “el problema sirio”, es decir el tan buscado derrocamiento de Al Assad, iba a ser resuelto." [4](4)

 

Pero: "como en París ahora, los que pagan los errores de los poderosos siempre son los ciudadanos de a pie, cuya única culpabilidad, si es que la tuvieran, quizás sea votar y catapultar a la presidencia, a esos asesinos seriales que luego los condenan a la muerte." [5](5)

 

Recuerda el cientista social español que, a nuestra interpretación, a esas siembras transgénicas de vientos las alimentan la persecución permanente a los musulmanes de la periferia de Paris y las diversas ciudades francesas, negándole el uso de recintos para hacer sus oraciones o generando allanamientos en las mezquitas donde era común practicar pacíficamente su derecho al rezo. Allí están como ejemplo esas leyes que prohíben desde 2011 el uso del velo y también la pollera islámica y la burka en los espacios públicos, no obligando de la misma manera a ciudadanos franceses que comulgan con el judaísmo. Segregando al mundo islámico y exhibiéndolo ante la sociedad francesa como “el enemigo”, de la misma manera que Israel hace con los palestinos desde hace más de seis décadas; mientras cosen a bombazos y aplastan con sus blindados a la cárcel a cielo abierto más grande del mundo, Gaza.

 

"No es misterio para nadie y menos para los devaluados Servicios de Inteligencia francesa, que muchos de los humillados, desempleados y perseguidos por leyes draconianas y racistas que habitaban en la “Banlieue” parisina, fueron cooptados primero por el Frente Al Nusra y luego directamente por el ISIS para que sean parte de la experiencia de sembrar el terror en Siria e Irak y lo más paradójico es que salieron desde el territorio francés en numerosas ocasiones con el visto bueno de un gobierno que los sintió como sus “soldados de avanzada”. En ese momento, las masacres que esos mercenarios producían en Mossul, Raqqa, Aleppo, Homs o en Palmira, no preocupaban a Sarkozy ni tampoco a Hollande.

 

Eran “daños colaterales” lejos de la comodidad parisina que hasta ese momento parecía blindada, inviolable. Tampoco dijeron nada importante del atentado sangriento cometido esta semana en El Líbano y seguramente muy festejado en Tel Aviv o en la Casa Blanca, ya que en esa ocasión la matanza ocurría en un barrio controlado por Hezbolah. En este caso, los muertos eran tan árabes como los palestinos asesinados en estos días en Cisjordania o en Gaza, cuyos nombres no cuentan para los grandes medios, como tampoco el dolor de sus familiares o las imágenes dantescas de sus viviendas arrasadas. Eso no tiene más que un nombre: doble rasero, praxis mentirosa, odio al diferente. […] Golpeados en sus bases principales, destruidos muchos de sus almacenes de armamento y sintiéndose traicionados por quienes los arroparon desde Arabia Saudí, Turquía y los países occidentales, muchos de los mercenarios optaron por retornar a sus sitios de origen, entre ellos los europeos. Tanto es así, que ese “retorno” fue anticipado por algunos analistas franceses, quienes aseguraban que “ahora el peligro puede estallar a nuestros propios pies”. De eso se trata precisamente esta repudiable venganza yihadista, que más allá del falso llanto de quienes los gobiernan, debería ser un llamado urgente para que la sociedad francesa, como otras del continente europeo, se decidan a interpelarlos, y exigirles que abandonen sus ideas expansionistas, injerencistas y autoritarias. Que cesen los comportamientos xenófobos, como los que a pocas horas de ocurrir estos atentados, ya han generado el incendio de un campo de inmigrantes refugiados en Calais. Que miren a quienes huyen de las guerras provocadas por la OTAN, como hermanos y no como enemigos." [6](6)

 

Arnarez es un hombre de la izquierda socialista y un firme y activo crítico del establishment capitalista, pero a su vez un ciudadano europeo. Es comprensible que lo que él denomina “repudiable venganza yihadista” pueda ser discernido desde una perspectiva mucho más complicada; sórdida. La OTAN y los servicios de espionaje, terrorismo y subversión angloestadounidenses, israelíes sionistas, franceses, turcos, saudíes y hasta ingleses y alemanes, fuesen parte de un componenda que junto a los grupos anti-sirios  y esos trozos del Al Qaeda  o Al Nustra que flotan dentro y fuera del teatro de operaciones del Medio Oriente –sobre todo Siria e Irak-, consensuasen un “cocido especial” que de alguna manera no salió como esperaban. Después del 11 de septiembre del 2002 en los EEUU, y fundamentalmente en apoyo a la invasión a la Irak de Sadam Hussein, y el genocidio contra Libya junto a una ocupación extensa de Afganistán, que aún sigue siendo una “casa de locos”, determinadas piezas no encajasen durante esa siembra transgénica de vientos; y los antes mercenarios devinieran en una fuerza improbable de controlar. Hasta los líderes de ese Islam Político, a su manera, no olvidan que la religión musulmana es una acumulación histórica mucho más vasta y antigua que la del occidente cristiano.

 

Por ese rumbo pudo haberse perdido la expansión histórica de la cultura del capitalismo a lomos de la modernidad europea. Hasta una dimensión irrecuperable. Y el sistema capitalista, bajo la hegemonía angloestadounidense es posible que deba enfrentarse  a una variante de su desarticulación no prevista. Y que quizás paguemos muchos inocentes. Por ahí aparecen los trastornos del poder.

 

No existe garantía alguna de que esa  “repudiable venganza yihadista” oculte a otras estrategias mal controladas a partir de las que esas agencias de inteligencia imperialista este, en estos momentos dándose de cabezazos unas contra otras. El control del sistema sobre la información por lo general nos obliga a enterarnos de algo mucho tiempo después de que ocurran estas barbaridades. 

 

BBC Mundo[7](7) informa que los investigadores se centran en Abdelhamid Abaaoud, posible cerebro de los ataques atribuidos a Estado Islámico. Todos los atacantes muertos tenían nacionalidad francesa. Al menos uno de ellos sigue en fuga. Aznarez no esta ni remotamente desorientado.

 

François Hollande advierte lo obvio, según BBC Mundo  el presidente de Francia, declaró en la mañana del lunes desde Versalles que su país está "en guerra" tras los ataques en París del viernes 13. Que los terroristas no destruirán a la República. “La República destruirá al terrorismo". "Vamos a erradicar el terrorismo", aseguró después de afirmar que "Siria se convirtió en una fábrica de terroristas"; sin responder(se) con sinceridad quién o quiénes construyeron a esa fábrica del terrorismo en tierra siria y contra la voluntad del gobierno sirio. Ante el Parlamento reunido en el Palacio de Versalles, anunció que Francia se ha comprometido a "destruir" el grupo autodenominado Estado Islámico (EI). ¿Verdad?

 

"Los autores de esos atentados deben saber que Francia ha derrotado a adversarios más temibles que estos cobardes asesinos", dijo. ¿Hitler? ¿Los EEUU? ¿El mismo sistema capitalista?

 

Hasta el momento el resultado es:

 

- es de 132 muertos tras confirmarse otros tres.

- La policía ha hecho más de 150 allanamientos con 23 detenidos y armas decomisadas.

- El barrio de Molenbeek en Bruselas es el centro de varios operativos policiales.

- Europa observó un minuto de silencio.

 

Fuego, más leña al fuego de las tempestades. Cuando El presidente francés prometió más recursos para las fuerzas de seguridad y anunció que el portaaviones Charles de

Gaulle partirá el jueves para reforzar la campaña militar contra Estado Islámico.

Justificó el incremento del gasto militar. "En estas circunstancias, el pacto de seguridad está por encima del pacto de estabilidad". Anunció además: 5.000 puestos de policía adicionales en los próximos dos años. 8.500 efectivos suplementarios adicionales para luchar "contra el terrorismo de guerra". Ningún recorte en el presupuesto de defensa.

 

Acelerar la deportación de los extranjeros que pongan "bajo grave amenaza la seguridad de la nación". Por ahí se abrirá el boquete por dónde enviarán de regreso a la tempestad que ellos provocaron en el Medio oriente y África subsahariana a lo cientos de miles de personas que deambulan por casi toda Europa en busca de protección como damnificados de guerra.  Impulsará acciones europeas contra el tráfico de armas y mayores sanciones para los que incurran en ello en Francia. ¿Es posible?

 

Obama, el “líder del mundo libre” pone pies en polvorosa... La misma BBC Mundo comenta que minutos antes del discurso de Hollande, el presidente de Estados Unidos, afirmó que lo sucedido en París "fue un revés terrible en lucha contra Estado Islámico", sin embargo aclaró que no considera oportuno cambiar la estrategia militar estadounidense en Medio Oriente. Afirmó que sería "un error" enviar un gran número de tropas a Siria para combatir sobre el terreno a EI. El problema lo lideran los EEUU, pero sus escatológicas consecuencias deberán “limpiarse” en la Europa de la Unión.

 

Aún falta por determinar e informar los resultados del derribo del avión ruso en Egipto. Todos los inocentes posibles están pagando por esa cosecha de imperialista de tempestades que emergieron de la siembra de vientos transgénicos. 

 

OJO: la guerra interminable del mundo contra si mismo ya está inventada.

 

[1] Samir Amin. Islam político y globalización imperialista. Un texto inédito de Samir Amin para CSCAweb 11 de octubre de 2001(Traducción del francés de Natasha Litvina para CSCAweb) http://www.humanas.unal.edu.co/observatoriosc/

[2] Ibídem.

[3] Ibídem.

[4] Carlos Aznarez. ¿El horror en París es diferente al de Siria, Libia, Iraq, Palestina y El Líbano? La Haine. 15/11/2015. http://www.lahaine.org/mundo.php/iel-horror-en-paris-es

[5] Ibídem.

[6] Ibídem.

[7] Redacción BBC Mundo. Hollande sobre los ataques en París: "Francia está en guerra"

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/11/151116_francia_se_declara_en_guerra_bm

https://www.alainet.org/pt/node/173735?language=es
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