Cuando el billonario de Nueva York y candidato presidencial por el Partido Republicano (PR), Donald Trump, lanzó su tirada de insultos contra los inmigrantes y atacó a los Mexicanos que cruzan la frontera, estaba usando la vieja y conocida técnica política de agitar los cables de alta tensión del resentimiento norteamericano contra el otro.

Hoy, naturalmente, son los Latinos; más precisamente, los que vienen del Sur: mexicanos, salvadoreños, guatemaltecos, hondureños, y de otros países del sur del continente.

Pero, desde el siglo XIX, los políticos han usado el miedo para crear movimientos contra los que vienen del extranjero. En esos días el blanco de la furia de los nacionalistas fueron los irlandeses, los judíos rusos, los italianos y gente de otros países europeos.

Esas fuerzas hicieron nacer al Partido Americano, un grupo ferozmente anti-inmigrante, que llegó a ser conocido popularmente como los Ignorantes... o los Que No Saben Nada. Ellos formaron un tercer partido político en los 1850s, y trataron sin éxito que el ex-presidente de los Estados Unidos Millard Fillmore fuera su candidato.

El historiador norteamericano Richard Hofstadter (1910-70), en su obra clásica, "The Paranoid Style in American Politics" (El Estilo Paranoico en la Política Norteamericana), sostenía que gran parte de la energía que mueve a las fuerzas anti-inmigrantes viene de lo que se puede llamar "Ansiedad por la Posición Social", o por las profundas inseguridades de gente que no está segura de su lugar en la sociedad, pero que pueden señalar a otros --los inmigrantes-- que tienen posiciones más débiles en esa sociedad.

Además, esos grupos plagados con ansiedades generalmente tienen sentimientos que son mezcla de miedo y admiración hacia las elites sociales; y quienes integran más las elites que los superricos, los multimillonarios?

El presente caso práctico es el espectáculo de Donald Trump, quien, sin duda es quizás el hombre más rico que jamás ha aspirado a la presidencia de los Estados Unidos --y, aunque Usted no lo crea, Donald Trump es un billonario populista!

Yo no me emocionaría por su presente lugar en las encuestas. En 2012 el favorito tanto de los medios, como de las encuestas fue un directivo de una fábrica de pizzas llamado Herman Cain. Y hoy sabemos que la candidatura de Cain terminó en el fracaso.

Pero la mayoría de candidatos, especialmente los del Partido Republicano, se arrodillan ante el trono de los ricos, porque todos los candidatos son sirvientes de los ricos.

Los miles y millones que desatan su furia contra los inmigrantes latinos también se arrodillan frente a los ricos.

Ellos han encontrado su voz en Donald Trump. Y él ha encontrado las energías del resentimiento que es un innegable combustible para el fracaso.

31/07/2015

Traducción libre del inglés enviado por Fatirah Aziz, Litestar01@aol.com, hecha en Refugio del Río Grande, Texas, EE.UU.

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