La ONU y el Estado palestino
29/11/2012
- Opinión
Desde sus primeros momentos las Naciones Unidas han aceptado la división del antiguo mandato británico de Palestina entre dos Estados: uno para sus habitantes nativos y otro para el de sus nuevos colonos judíos.
En 1947-48 la ONU aceptó partir ese territorio en seis pedazos separados. El del noroeste, el centro-este y el suroeste fueron asignados a los semitas de lengua árabe y el del noreste, centro-oeste y sudeste a los de lengua hebrea.
Esta división no funcionó y condujo a una guerra en la cual el Estado de Israel se consolidó y amplió logrando conectar sus 3 zonas y creando un puente terrestre hacia Jerusalén.
De las tres zonas asignadas a los palestinos la del norte fue anexada por Israel, la del centro por Jordania y la del sur por Egipto. Después que en 1967 Israel arrebató militarmente estas tierras a sus vecinos árabes es que creció con fuerza el reclamo por un Estado palestino, cuyos principales propagandistas eran los del ‘campo socialista’ que inicialmente armaron a Israel y los países árabes que antes se incorporaron Gaza y Cisjordania.
Inicialmente el Fatah de Arafat y sus aliados en la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) promovían la ‘lucha armada’ para expulsar a los ‘colonos sionistas’ y crear una república secular en toda Palestina, hasta que tras la desintegración de la Unión Soviética los ‘movimientos de liberación nacional’ impulsados por ésta en todo el mundo empezaron a buscar un reacomodo con Washington.
Entonces la OLP decide reconocer el derecho de Israel a existir y a que se proclame un Estado palestino en menos del cuarto de su territorio original y reduciéndose a las zonas que Israel quitó a Jordania y Egipto en la guerra de 1967. Las negociaciones quedaron entrampadas debido a la situación de Jerusalén (en cuya parte oriental los palestinos quieren hacer su capital y que Israel quisiera mantenerla como su capital unida e indivisible) y la de los millones de refugiados palestinos quienes quisieran retornar a sus tierras (pero que de darse afectaría a la composición mayoritariamente hebrea de Israel).
Los ‘moderados’ de ambos campos (los laboristas israelíes y al Fatah) quedaron desplazados en sus respectivas nacionalidades por los intransigentes sionistas de Netanyahu e islamistas del Hamas quienes solo quieren que Israel/Palestina quede bajo el control de una sola de sus dos principales religiones.
Si la ONU decide darle el status de miembro observador a Palestina, EEUU tiene el derecho a vetar su ingreso como miembro pleno en ésta. No obstante tal decisión podría ser aprovechada por los ‘moderados’ palestinos e israelíes como un punto para buscar un acuerdo de paz.
- Isaac Bigio es analista internacional. Ha enseñado ciencias políticas en la London School of Economics & Political Sciences. www.bigio.org
https://www.alainet.org/pt/node/162986?language=es
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