El precio internacional del petróleo está en US$ 104 por barril y podría saltar a US$ 150. El MEF dijo que, de aumentar a US$ 115 por barril, se requerirían S/. 2.000 millones adicionales para el Fondo de Estabilización del Precio a efecto de evitar el alza del costo de las gasolinas y del transporte y los alimentos.

Pero producir un barril de petróleo cuesta mucho menos. En Bolivia, producir un barril cuesta US$ 5,77 dólares, menos del 6% de lo que paga Petroperú por barril. Y es que, gracias a Fujimori, Petroperú no cuenta más con pozos petroleros propios y debe comprar el petróleo pagando el precio internacional de US$ 104 por barril. En México, el costo de Pemex era, en el 2007, de US$ 4,36 por barril y en Petroecuador es de US$ 5,30 el barril, aunque en el 2009 llegó a costar US$ 8,79 producir un barril, es decir, US$ 95 menos de lo que tiene que pagar actualmente Petroperú por cada barril que compra para su refinería.

¿No es un absurdo que se privatizara Petroperú y tengamos que comprar lo que consumimos a precio internacional? Ciertamente, pero hay condiciones para recuperar nuestra soberanía petrolera con Petroperú sin que necesariamente lleguemos a medidas como la adoptada por Argentina e YPF.

En el Perú hay 18 operaciones de extracción de petróleo. Todas bajo la vigencia de contratos de concesión con empresas operadoras. De este total, siete concesiones están por vencer hasta el 2016. Se trata de Sapet, Unipetro, Monterrico, Pluspetrol, GMP e Interoil en los lotes VII/VI, IX, II, 1AB, V, III y IV, respectivamente. En total, estos lotes generan el 35,48% del total de la producción nacional con más de 9 millones de barriles del total que alcanza 25 millones de barriles.

En diciembre del año pasado venció el contrato del lote I en manos de GMP, que producía 1,5% del total nacional, pero Alan García renovó anticipadamente el contrato hasta el 2021 sin devolverlo a Petroperú ni asociarla a la explotación.

Si Perupetro recuperara estas 7 concesiones por vencer, manejaría más de la tercera parte de la producción nacional y podría regular precios y defender la economía nacional. También podría asociarse con capital privado y mantener una presencia fuerte dentro de la explotación. Pero Perupetro, entidad encargada de dar las concesiones, quiere simplemente volver a licitar los lotes a empresas extranjeras y que Petroperú haga sus propuestas como cualquier hijo de vecino. Posición similar tienen el MEF y poderosos medios de comunicación que sabotean recomponer Petroperú. Es decir, una vez más renunciamos a lo que es de todos los peruanos y debe servirnos. ¿Para qué? Para que algunas pocas empresas extranjeras se lleven enormes ganancias.

Si en los 90 el corrupto gobierno de Fujimori casi liquidó Petroperú privatizando sus lotes petroleros (1996), la refinería La Pampilla (1996), Petromar (1993), Solgas (1992), 11 plantas de venta (1998), 81 grifos (1992), 3 buques de transporte (1993) y la planta de lubricantes (1996), nuestros vecinos –Colombia, Chile y Ecuador– hicieron exactamente lo contrario.

Ecopetrol de Colombia ha logrado incrementar sus inversiones de US$ 1.760 millones el 2007 a US$ 7.214 millones el 2011 en una empresa de capitales mixtos en que el Estado es dueño del 88,5%. Ha incrementado sus reservas de petróleo en 63% entre el 2008 y el 2011 y hoy perfora 42 pozos en exploración. Por su parte, ENAP de Chile sólo produce 8,3% de su petróleo en su país debido a la escasez de este recurso en suelo chileno, y ante ello ha invertido en exploración y explotación en Ecuador, Argentina y Egipto en donde se provee del 91,7% de su producción de petróleo.

Si Petroperú tuviera los 9 millones de barriles de producción con los 7 lotes cuyos contratos de concesión están por vencer (y que deberían retornar al Estado peruano luego de ello), esta empresa de todos nosotros se ahorraría cada año nada menos que US$ 863 millones y tendría dinero para ampliar sus inversiones y producción, asegurando el crecimiento energético que necesita el país. ¡Es hora de recuperar el tiempo perdido, señores de Perupetro y del MEF; se debe dejar de regalar el país y pensar en el interés nacional!

Diario La República, 23 de abril de 2012