Antes y después de los medios masivos

24/04/2011
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El profesor de filosofía nos preguntó en el liceo: Si un hombre está en una pieza con llave, está encerrado o no. Ninguno acertó, no éramos tan despiertos. La respuesta vino y la entendimos. Está encerrado si quiere salir pero, si no quiere salir, no está encerrado.
 
Una vieja viñeta en una revista estadounidense, antes de la caída del muro de Berlín mostraba a un perrito de Berlín Oriental cruzando a Berlín Occidental y allí se encontraba con un perrito de ese lugar. Este sorprendido le pregunta.- ¿qué haces por aquí? Se te ve bien, lustroso, con una linda correa, y el perrito de Berlín Oriental le contesta, lo que pasa es que a veces me dan ganas de ladrar también.
 
Luego un profesor en la Facultad nos dijo al inicio de clases: No se olviden que un conjunto de ignorancias no produce una sabiduría.
 
Una última viñeta. En uno de los libros escritos por Victorino Zeschetto, muestra a dos hombres sentados en la calle y uno le dice al otro: El mundo es una mierda, y el otro le contesta, no lo creo, si fuese así ya lo habrían repartido en partes iguales.
 
Se ha descubierto que el lenguaje aparece entre 50.000 a 100.000 años atrás y como a 10.000 años dentro de los criterios comunes a las 7.000 lenguas que hoy existen.
No voy a entrar en el área académica del tema., sería traicionar lo que debe hacer hoy el periodismo responsable. Escribir breve, motivar, ofrecer posibles lecturas, incorporar al lector a la idea de querer salir y no sentirse encerrado e incorporar su impronta y participar activa y solidariamente en un momento verdaderamente cínico, perverso a veces, rendido al poder del dinero y como oposición las utopías, caminos verdaderamente posibles disparados hacía adelante y que algunos escritores, vendedores de libros, consideran que ellos la cumplen en ficción. Detesto las utopías por mirar hacia el lugar ninguno mientras por algunas partes ubicables vemos cuerpos destrozados de muchos hombres, jóvenes, mujeres, ancianos y niños en `países árabes que han mostrado, por lo menos, como dice correctamente el profesor Majfud, que esas son rebeliones y no revoluciones y pueden ser el preámbulo para lograr cambios que pongan a prueba la posibilidad de nuevos paradigmas en la organización de sociedades más justas, dándole latigazos a los mercaderes religiosos que han utilizado ese símbolo para controlar, matar e imponer castas privilegiadas, e imponer dictaduras que Occidente las miró demasiado tiempo con benevolencia por razones económicas. Cada muerto es un error del liberalismo occidental.
 
Es muy posible que esas rebeliones no logren encontrar un modelo distinto de sociedad porque si habitamos en el lenguaje este muchas veces nos arrastra en direcciones opuestas a nuestros propósitos y la fortaleza de ciertos discursos con gran poder en la recepción, mas el poder financiero, las malas influencias occidentales con sus lecturas mediáticas, fuertes, bien elaboradas, con alto grado de cohesión nos encuentra débiles, proponiendo 5 o 6 nombres santificados, malos medios, claramente a veces en la búsqueda de un trampolín para adquirir notoriedad.
 
Cuando he visto en CNN, a una maestra en Nicaragua hablándole a pequeños con los ojos y la mente abierta para aprender, siendo adoctrinados en el culto a la persona del Presidente, siento vergüenza y molestia porque no hemos sabido vaciar de contenido los mensajes de algunos que vienen a nuestras propias casas a darnos lecciones sobre libertad de expresión, de democracias liberales (¿Cuáles, EE.UU., Francia, Inglaterra, España de Aznar y Rajoy?).
 
Los medios son tecnologías, empresas comerciales, asentadas en el modelo del derecho privado, y su libertad de expresión enmascara la ausencia de libertad de expresión de las mayorías en la estrategia del voto electoral. Recuerdo lo que dijo Rodríguez Zapatero una vez, los ricos votan todos los días, los pobres cada 4 años y agrego, en esos 4, 5 o 6 años, según el país, las mayorías carecen de medios que le hagan el peso a los medios tradicionales.
 
Cuando veo Granma, veo la ausencia de libertad de expresión, en Chile los diarios y medios durante la Unidad Popular fueron un desastre, por eso la gente que no era del gobierno leía El Mercurio para saber qué pasaba. Eso es lo terrible de todo, porque le damos espacio legítimo a la crítica de los predicadores liberales y lo que hay que hacer es sentarnos a la mesa para ver como hacemos medios confiables, atractivos, seductores para construir sociedades libres donde todas las opiniones estén presentes porque podemos saber a quienes no les creemos pero sabemos también que no sabemos a quien creerle de quienes nos dicen que son la alternativa.
 
- Walter Dennis Muñoz es Periodista
https://www.alainet.org/pt/node/149273?language=en
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