Paratestigos: se compran y se venden

27/02/2011
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
El pasado 15 de febrero, el abogado Ramón Ballesteros Prieto, defensor del ex senador de la coalición uribista, Luis Alberto Gil, fue detenido en medio de la audiencia pública que la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia adelanta en contra del ex congresista por vínculos con los paramilitares.
 
En un instante, Ballesteros Prieto pasó del estrado de la defensa al banquillo de los acusados, después de que se presentara como evidencia, un video grabado por la DEA, en el cual aparece ofreciéndole 100 mil dólares al ex paramilitar David Hernández López, testigo bajo protección del Gobierno estadounidense.
 
Desde los Estados Unidos, el testigo aseveró que el abogado Ballesteros Prieto le ofreció el dinero a cambio de que modificara su declaración para favorecer a Gil y a otros ex congresistas acusados de tener nexos con los paramilitares y simultáneamente dijera que el magistrado auxiliar de la Sala Penal, Iván Velásquez lo había presionado para que declarara en contra del ex parlamentario Gil.
 
Abrumado por la contundencia de las evidencias en su contra, el abogado Ballesteros aceptó cargos por soborno y terminó en la cárcel La Picota.
 
La cinematográfica, pero también vergonzosa captura de Ballesteros Prieto nos sirve para no perder de vista que el proyecto parapolítico-militar conserva intacto su poder corruptor y como ocurriera en épocas recientes siguen dispuestos a utilizar todos los medios a su alcance en procura de sus fines.
 
Este episodio, que con toda certeza no será el último, nos recuerda que el afán de deslegitimar moralmente a los magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, continúa vigente. Como también la táctica de “comprar” testigos.
 
La práctica corrupta de desviar la justicia por la vía de la compra de testigos o las amenazas contra los mismos ha sido recurrente en los juicios que se adelantan por parapolítica.
 
Uno de los casos más sonados y cuya investigación extrañamente no llegó hasta el fondo fue el protagonizado por el ex paramilitar José Orlando Moncada Zapata, alias “Tasmania”, en agosto de 2007. En esa ocasión, se pretendió ultrajar la honra del magistrado auxiliar de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, Iván Velásquez, aseverando que el magistrado había presionado a “Tasmania” para que involucrara a Álvaro Uribe Vélez y a Ernesto Garcés Soto en el atentado contra el ex comandante de las AUC en el suroeste de Antioquia, alias “René”, como también que declarara sobre el apoyo de Mario Uribe Escobar a los grupos paramilitares del suroeste antioqueño. En junio de 2008, se sabría que todo fue un montaje y ahora, el pasado 7 de febrero de 2011, Iván Roberto Duque Gaviria, alias “Ernesto Báez” en entrevista que concedió en la cárcel de Itagüí a Vladdo, director de “Un Pasquín”, publicada por la Revista Semana.com, relató detalles de la celada que le montaron al magistrado auxiliar:
 
“Yo fui quien le escribió una carta a la Corte Suprema de Justicia en la que denunciaba el montaje contra el magistrado Iván Velásquez. Ese episodio se cocinó aquí, en la cárcel, con el apoyo de personas muy influyentes de afuera. Aquí en la cárcel en cabeza del ‘Tuso’ Sierra y afuera en cabeza de un abogado que se llama Sergio González. Entre ellos armaron, con el apoyo (dicen, no me consta) de un hermano del doctor Álvaro Uribe Vélez, el cuento de ‘Tasmania’ según el cual ‘Tasmania’ había sido presionado directamente para que declarara en contra del magistrado Velásquez. Aquí en la cárcel estábamos convencidos de que eso había sido así. De la noche a la mañana, del patio 2, que es de alta seguridad, donde estaba recluido ‘Tasmania’, pasó al patio 1 de justicia y paz, que es de mediana seguridad. ¿Por orden de quién? No sé; el INPEC determinó trasladarlo. Era el primer pago que recibía ‘Tasmania’ por esas afirmaciones. Después de lo de ‘Tasmania’ se hizo infinitamente frecuente la llegada del señor Sergio González, el abogado que servía de nexo entre unos influyentes políticos de afuera y el señor ‘Tuso’ Sierra. Ese abogado llevaba y traía razones, llegó inclusive a manifestarles a varios comandantes de aquí: “¿Qué quieren pedirle al gobierno nacional?” A través de ese abogado, el señor Sierra, narcotraficante químicamente puro, pidió que gestionaran su traslado a una cárcel en Andes (Antioquia). Hubo presiones. Nosotros sabíamos que esos contactos del ‘Tuso’ con el Gobierno y con influyentes políticos eran una realidad; así lo demostraba el señor Sergio González. Luego vino la extradición de todos estos señores, incluido el ‘Tuso’ Sierra, quien hasta el último instante de su salida de la cárcel de Itagüí gritaba: “¡Esto es una traición! ¡Nos traicionaron! …”(Ver entrevista completa)
 
Otra intentona se presentó en el juicio contra Salvador Arana Sus, finalmente condenado a 40 años de prisión por los delitos de concierto para delinquir, desaparición forzada agravada y homicidio agravado del ex alcalde de El Roble (Sucre), Eudaldo León Díaz Salgado, a pesar de la retractación que hiciera el testigo Sadys Enrique Rios Pérez. La Corte ordenó compulsar copias de lo pertinente para que se le investigue por haber incurrido “posiblemente” en falso testimonio.
 
En el proceso contra Enilce López Romero, alias “La Gata”, condenada a 9 años de prisión por su relación con los grupos paramilitares en el departamento de Sucre, el principal testigo se retractó de las acusaciones.
 
Luis Fernando Caro Solano, el principal testigo de la Fiscalía en el proceso que se sigue contra Enilce López, se retractó de las acusaciones hechas contra la empresaria y aseveró que la acusó por homicidio porque así se lo pidió el paramilitar “Amaury”, comandante del bloque Montes de María.
 
Dentro del juicio contra el ex presidente del Congreso, Carlos García Orjuela, el empresario y ex concejal de Fresno (Tolima) Hernando Díaz Carvajal, aseguró ante la Corte que en un pabellón de la cárcel La Picota en Bogotá, en el que se hallan recluidos varios congresistas, se están ofreciendo altas sumas de dinero para comprar ex paramilitares que declaren contra magistrados que investigan a los “parapolíticos”. El mismo Díaz Carvajal, dentro del juicio contra Luis Humberto Gómez Gallo, afirmó que éste tenía vínculos con el Frente Omar Isaza.
 
Los intentos por cambiar versiones en los procesos de parapolíticos no parecen ser casos aislados. Por el contrario, su frecuencia corresponde, más que a una táctica defensiva, a una burda estrategia ofensiva contra los magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia que investigan la relación entre políticos y paramilitares.
 
La situación ha puesto en alerta a la propia Corte Suprema de Justicia que analiza solicitarle a la Fiscalía que investigue a varios testigos ex paramilitares que han cambiado sus versiones. Entre esos casos se encuentran los de Luis Humberto Gómez Gallo y Luis Carlos Martínez Sinisterra.
 
La compraventa de testigos se enmarca dentro de la lógica del mercado capitalista y de la sistemática arremetida del anterior régimen en contra del poder judicial: ¿Si hubo Bloques paramilitares para la venta, por qué no testigos para la compra? El ejemplo dado desde la propia casa de Nariño aún alienta las conspiraciones contra la Corte.
 
- José Hilario López Rincón es Abogado Corporación por la Dignidad
Fuente: Semanario Virtual Caja de Herramientas Nº 244, Semana del 25 de febrero al 3 de marzo de 2011, Corporación Viva la Ciudadanía.
https://www.alainet.org/pt/node/147929?language=es
Subscrever America Latina en Movimiento - RSS