Quién dijo miedo

16/09/2010
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“Aquel que más posee, más miedo tiene de perderlo”, dijo Leonardo Da Vinci… Y hoy más que nunca. Un estudio realizado por Censis (Centro de Estudios e Investigación Social fundado en 1964 en Italia), con entrevistas a más de 5.000 personas de Londres, París, Roma, Moscú, Bombay, Pekín, Tokio, Nueva York, São Paolo y El Cairo, viene a demostrar que las sociedades más seguras son también las más atemorizadas. Así ciudades como Pekín o Bombay son más entusiastas y se sienten más seguros frente a ciudades con mayor renta per cápita. Del estudio también destaca Roma, con el dato más alto de percepción de miedo entre sus ciudadanos, cuando es una ciudad con un índice de seguridad de los más elevados del mundo.
 
Libertad y seguridad son dos conceptos que oscilan como péndulos opuestos. Tras los atentados del 11-S y el 11-M vivimos en la era de la seguridad. Todo por sentirnos un poco más seguros. Los ciudadanos dejamos que nos corten un poco las alas de la libertad en pos de conseguir una mayor seguridad. Así, se permiten escuchas telefónicas o seguir nuestro rastro en Internet… Y esto nos hace sentirnos más seguros. Las fuerzas de seguridad pueden mantenernos por más tiempo incomunicados y sin un abogado por nuestra seguridad o pueden pedir la identificación de cualquier transeúnte sólo porque su aspecto es sospechoso, también por “seguridad”. Miles de cámaras ven nuestros movimientos en las calles de nuestras ciudades… sí, por nuestra seguridad. Como dice Barman, sociólogo polaco, por seguridad somos capaces de aceptar “la humillación, la represión, el populismo o aquello que mata la libertad.”
 
La primera causa de inseguridad en la actualidad viene por la tecnología, según el estudio. Le sigue el miedo a atentados terroristas, a la muerte y al sufrimiento físico o psíquico. A esto le sigue la violencia, la marginación y la exclusión o la pérdida de la posición social. La ciencia, la globalización y el cambio climático también nos asustan, sobre todo, por el ingrediente de la incertidumbre.
 
Y todos estos miedos ocurren, como dice la periodista española Rosa Montero, cuando vivimos en la era más segura. Lo que ha provocado que midamos el temor en diferente rasero. Sólo hay que hacer el esfuerzo de pensar en cómo era la vida en épocas anteriores. En la Edad Media, se moría gente por un simple constipado, las guerras entre señores estaban a la orden del día, la tortura era una práctica común… y, por supuesto, no existía la anestesia ¡y se paría sin la epidural!
 
El miedo y la inseguridad también van por barrios. Así, en Tokio la causa de inseguridad son los terremotos; en Pekín son los desastres naturales; en Sao Paolo el dolor y la miseria; en Nueva York, la pérdida del estilo de vida… Y es que Abraham Maslow ya lo explicó con su famosa pirámide. Primero están las preocupaciones para cubrir las necesidades básicas del ser humano: comer, vestir, respirar, descansar… luego subimos un peldaño y nos preocupamos por conseguir un empleo, la familia… seguimos subiendo y están los afectos, los amigos y la intimidad. Un paso más arriba llegamos al reconocimiento y el último paso es de la autorrealización. Y nuestros miedos tienen mucho que ver con ir escalando esta pequeña montaña.
 
Los ricos sienten miedo por si algún día merma su fortuna. Los pobres miedo por no tener nada que llevarse a la boca. Temen por sus hijos. Los transeúntes por si les roban la cartera. Los comerciantes temen a la crisis. Los estudiantes sienten miedo ante un duro examen. El trabajador tiene miedo a perder su empleo. El viajero siente temor ante el camino. Tenemos miedo al diferente y ante lo desconocido… Tememos al futuro y a lo que no podemos controlar, pero quién dijo miedo.
 
- Ana Muñoz Álvarez es Periodista
https://www.alainet.org/pt/node/144190?language=en

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