Todo el dinero sirve

Limpiar billetes para pasar la crisis

03/05/2009
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A fines del 2008, se aprobó en Argentina la repatriación de capitales y se desató la polémica. No obstante, ya son más de diez los países que apelaron a esta medida frente a los aprietos económicos.

La discutida Ley de blanqueo de capitales aprobada en Argentina a fines de 2008 apunta a la repatriación de capitales en el exterior no declarados ante el fisco, mediante la reducción de la carga tributaria por el blanqueo de dichos fondos.

De acuerdo a la nueva normativa, del 35 por ciento que se debía pagar por ingresar al país fondos en el extranjero, quienes
"blanqueen" esos capitales ahora sólo contribuirán 8 por ciento si deciden mantenerlos en el exterior, 6 por ciento si los regresan al país, 3 por ciento si los invierten en títulos de deuda y 1 por ciento si los aplican en proyectos industriales, inmobiliarios o agropecuarios.

Dentro de las críticas que se le realizaron al gobierno argentino se encuentran las de los partidos de la oposición como la
Coalición Cívica y el PRO quienes coincidieron en que el blanqueamiento de capitales abre las puertas al lavado de dinero proveniente, mayoritariamente, del narcotráfico. Una acusación no comprobada, y hasta el momento carente de pruebas.

Por otro lado,
el presidente del Banco Credicoop, Carlos Heller en su blog personal expresó que se trata de “una medida con la que resulta muy difícil estar de acuerdo, ya que termina siendo un beneficio para quienes se llevaron la plata afuera. Plata que es ganancia de trabajo argentino, que no pagó los impuestos que tenía que pagar por ganar plata”.

“Es decir -agrega Heller- gano plata con este país, con estas leyes, con este tipo de cambio, con estas regulaciones y eso significaba que tenía que dejar un 35 por ciento de esa ganancia en manos del fisco, como aporte tributario. Se lo han llevado y ahora reciben el premio de que lo pueden blanquear con una alícuota mínima”.

Según datos del Banco Central argentino, unos 14.380 millones de dólares salieron del sistema financiero del país en los primeros nueve meses del año pasado, mientras que
cálculos privados indican que los capitales argentinos en el extranjero superan los 120.000 millones de dólares.

Indultos fiscales

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fue fundada en 1960 y su sede central se encuentra en París, Francia. Esta organización internacional, compuesta por los 30 estados más ricos del mundo, tiene como objetivo coordinar las políticas económicas y sociales de esos países.

La
OCDE se ha constituido como uno de los foros mundiales más influyentes, en el que se analiza y se establecen orientaciones sobre temas de relevancia internacional como economía, educación y medioambiente. Desde su conformación esta organización siempre mantuvo una ortodoxa postura crítica ante las condiciones para blanquear capitales.

Sin embargo, los perdones fiscales iniciados a partir de 2002 en Alemania, Bélgica, Grecia, Italia, México y Portugal lograron doblegar la postura del
OCDE, quien en sus informes expresó una “mejora del acceso a los datos bancarios con fines fiscales”. Al mismo tiempo, afirmó que la amnistía es una estrategia válida vinculada a recuperar capitales ocultos, pero que “debe ser percibida como una medida excepcional”.

De esta forma, los ingresos directamente vinculados a los diferentes perdones fiscales adoptadas en estos países entre 2003 y 2006 ascendieron a cerca de 500 millones de euros en Bélgica, 900 millones en Alemania y 22.700 millones en Italia.

Por otro lado, a fines del año pasado el
senador brasileño del Partido de los Trabajadores Delcído do Amaral Gómez presentó un proyecto de ley de amnistía fiscal por el que impulsa la repatriación de 70.000 millones de dólares. La iniciativa prevé que los capitales paguen una tasa del 8 por ciento al fisco en concepto de impuesto a la renta. Ese porcentaje bajaría un 4 por ciento cuando el dinero sea destinado al financiamiento de obras de infraestructura.

Apalear la crisis

Los perdones fiscales que se llevan a cabo en Argentina, como en varios países del mundo, son una estrategia más para sobrellevar la crisis económica mundial. (Ver: “Una ayudita para los bancos” APM 19/04/2009)

Además de tener que pagar menos de lo que hubieran pagado en el momento correcto, otro de los beneficios que reciben los
indultados es que no serán interrogados acerca de cómo ganaron dicho dinero, ni van a tener que responder por lo que omitieron pagarle al fisco en otros períodos.

De esta manera, al tratar de dinamizar la economía ante la crisis financiera internacional, lo que se hace es tomar decisiones
“excepcionales” frente a momentos “extraordinarios”, como los definió la OCDE.

Por otro lado, en forma paralela a la oleada de leyes de amnistías fiscales que se dan en el mundo y tras la cumbre del G-20, celebrada el pasado 2 de abril en Londres, la
OCDE pidió terminar con los paraísos fiscales como una de las medidas contra la crisis global. Asimismo, se presentó una la lista negra de países señalados como “no cooperativos” en materia impositiva.

Se conoce como paraíso fiscal a aquel territorio o estado donde ciertos impuestos son muy bajos o no existen. Una forma en la que una persona o compañía aprovecha un paraíso fiscal es trasladándose o haciéndose residente a efectos de recibir los beneficios fiscales del lugar.

Otra forma es estableciendo una entidad jurídica separada o subsidiaria en el paraíso fiscal, creando una compañía extraterritorial, de fideicomiso o fundación. Los activos se transfieren a la nueva compañía o entidad, de manera que los beneficios puedan ser realizados o las ganancias cobradas en el paraíso fiscal.

Además, uno de los beneficios más importantes que ofrecen estos territorios son las estrictas leyes de
secreto bancario y de protección de datos personales. Es habitual que los datos de accionistas y directores de empresas no figuren en registros públicos, sino que se encuentren bajo la custodia de su representante legal, el llamado registered agent (agente residente).

Pero estos paraísos fiscales no sólo son utilizados por aquellos millonarios que deciden evadir impuestos, sino mayoritariamente para lavar dinero adquirido de forma ilícita. Las actividades delictivas más habituales que precisan del blanqueo de capitales son la prostitución, el narcotráfico, el tráfico ilegal de armas y el terrorismo.

Para ilustrar la situación,
Jefferey Owens, jefe de Asuntos Fiscales de la OCDE, expresó a la revista británica The Economist que “vale tener en cuenta que los valores bancarios de estos centros financieros rondan entre los 5 y 7 trillones de dólares, lo que equivale a cinco veces el valor que tenían dos décadas atrás. Así se transforman en el 6 u 8 por ciento de la riqueza mundial”.

Finalmente, hay que decir que el país que más capital repatrió hasta ahora es Italia con 22.700 millones de euros entre 2002 y 2003. Curiosamente, el mencionado país se encuentra entre uno de los cuatro países del mundo donde operan las mafias mas reconocidas.

- Diego Hernán Córdoba desde la Redacción de APM

 

Fuente: APM | Agencia Periodística del Mercosur | www.prensamercosur.com.ar
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata.

https://www.alainet.org/pt/node/133581?language=en
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