China, los fondos soberanos o el Banco del Sur¿ Se pueden considerar alternativas a la dominación del Norte?
- Opinión
En el curso de los últimos años han aparecido nuevos actores proveedores de capitales, como es el caso de China, los fondos soberanos y, más recientemente, el Banco del Sur. Los acreedores tradicionales perciben a estos recién llegados como aguafiestas, pero ¿constituyen realmente una alternativa?
Desde el año 2004 el importante aumento del precio de los productos básicos ha triplicado las reservas de cambio de un gran número de PED. En junio de 2008, China sola tenía una reserva de 1,7 billones de dólares y las del conjunto de los PED eran superiores a los 4,8 billones de dólares, o sea, el triple de las de Japón, Europa Occidental y América del Norte juntos. No existe precedente en la historia. Algunos de estos países utilizaron sus reservas en el reembolso anticipado al Banco Mundial, al FMI y al Club de París, para conseguir así una reducción de su dependencia de estas instituciones. Los préstamos del FMI y el Club de Paris, que en 2003 todavía eran de 107.000 millones de dólares, justo antes del comienzo del aumento de los precios de las materias primas, cayeron a 16.000 millones en el año 2007.
China
Los préstamos concedidos por China a los PED constituyen una alternativa menos onerosa y desprovista de las condicionalidades que imponen las instituciones de Bretton Woods. Los países africanos provistos de recursos naturales recurren a China y otros los siguen o esperan conseguir algo de la generosidad china. Sin embargo, esto no es una alternativa para los países del Sur. China invierte en forma masiva en los países que tienen riquezas naturales que a ella le faltan, pero no está dispuesta a compartir el poder que eso le confiere, y las poblaciones no reciben más beneficios que antes de esas exportaciones. Los poderes locales obtienen sus rentas, ya que el dinero fluye sin que ningún prestamista meta su nariz en la gestión de sus Estados. Aunque haya violaciones continúas de los derechos humanos, o el clan en el poder capte esas riquezas financieras, como en el caso de Gabón o Sudán, China nunca rechaza inyectar dinero en ese tipo de países. Tampoco China es proclive a liberar el desarrollo de los países en los que invierte, puesto que son sus propios trabajadores los que toman a cargo esas obras de infraestructuras, y no contratan mano de obra local. Además, exige el pago de las sumas prestadas hasta el último céntimo. Por lo tanto, el endeudamiento externo del país aumenta fuertemente.
El caso de
Notemos también que en Asia del Este, las trece principales economías (
Los fondos soberanos
Algunos gobiernos del Sur crearon los fondos soberanos (Sovereign Wealth Funds) para colocar una parte de sus reservas de cambio. Los primeros de estos fondos fueron creados en la segunda mitad del siglo xx por gobiernos que deseaban ahorrar una parte de sus ingresos provenientes de la exportación (petróleo, productos manufacturados). Según su importancia, los principales fondos son: los del emirato de Abu Dhabi, de Kuwait, de China, de Singapur y de Rusia. El volumen del fondo de
Para el conjunto de los países en desarrollo, estos fondos soberanos constituyen una fuente pública de aportes de capitales para las empresas locales, que compite con
Esta política llevada a cabo por algunos gobiernos de países en desarrollo es diferente de la política seguida en los años posteriores al boom petrolero de 1973. En esa época, los gobiernos del Sur reciclaban los petrodólares prestándolos a los bancos privados del Norte, para endeudarse posteriormente con los mismos bancos. La política actual de los gobiernos que adquieren una parte del capital de las empresas del Norte o del Sur es más sólida, pero no rompe en absoluto con la lógica capitalista dominante. Las inversiones no se ponen al servicio de un proyecto alternativo no capitalista, mientras que potencialmente podrían constituir unos poderosos instrumentos para la instauración de políticas de refuerzo del sector público al romper con el control privado de los grandes medios de producción, al desarrollar una economía solidaria, al redistribuir la riqueza de manera radical, según el principio de justicia e igualdad.
Nuevas iniciativas en Latinoamérica y el Caribe
Numerosas iniciativas regionales perturban a los capitales de los países más industrializados también en Latinoamérica. Pero allí el contexto es diferente. Se trata principalmente de Petrocaribe, del ALBA y del Banco del Sur. Gracias a la creación de Petrocaribe por Venezuela y una quincena de países de la región, Caracas vende su petróleo a un precio inferior al del mercado mundial y firma acuerdos para financiar proyectos destinados a mejorar las capacidades de las refinerías de los países más necesitados de ello. Luego viene el acuerdo del ALBA, lanzado en forma conjunta por Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua. Este acuerdo, basado también en la riqueza petrolera venezolana, funciona parcialmente en forma de trueque: más de 20.000 médicos cubanos aportan servicios médicos gratuitos a la población venezolana a cambio de petróleo para su país. Se han realizado más de 50.000 operaciones de ojos gratuitas a venezolanos en Cuba, en el marco del mismo acuerdo. Pero otros países, sean o no sean miembros del ALBA, obtienen también beneficios. Un banco del ALBA acaba de entrar en actividad en 2008.
Finalmente, en septiembre de 2007, siete países de Latinoamérica (Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela) crearon juntos el Banco del Sur. Sin embargo, hubo divergencias entre los gobiernos de los países cofundadores que atrasaron la puesta en marcha de la nueva institución. Brasil, que realmente no tiene necesidad de una institución como ésta, ya que dispone de un banco de desarrollo nacional muy importante, el BNDES, se adhirió a regañadientes y busca con Argentina poner el Banco del Sur al servicio de las empresas brasileñas y argentinas, con el objetivo de garantizar los contratos o las inversiones en la región. Pero en agosto de 2008, en el momento que escribimos estas líneas, todavía todo no estaba cerrado, pues se trata de elegir entre dos opciones: |1| O bien se pone en marcha un banco que sostendrá un proyecto neodesarrollista (apoyo a la expansión regional de empresas capitalistas, como la argentina Techint, de sociedades brasileñas especializadas en la ingeniería civil, o de Petrobras) que toma como modelo la construcción de
La creación oficial del Banco del Sur en diciembre de 2007, en Buenos Aires, demostró que los trabajos avanzan, pero hay otros temas que también son objeto de debate entre los gobiernos: ¿todos los países tendrán el mismo peso en las estructuras de decisión? ¿tendrán los funcionarios de la nueva institución derecho a los privilegios y a la impunidad de los que gozan los funcionarios del FMI, del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo y de otras instituciones internacionales? ¿cuáles serán las garantías de transparencia y control?
El Banco del Sur despierta muchas esperanzas, puesto que los pueblos esperan de los gobiernos progresistas que aprovechen la situación histórica favorable para poner en práctica, de una vez por todas, alternativas reales de financiación. Es muy importante que los movimientos sociales de estos países interpelen a sus gobiernos y los presionen para que estén a la altura de las posibilidades históricas,
Entre las nuevas iniciativas también es necesario mencionar las siguientes: la recuperación por parte de Venezuela, Bolivia y Ecuador del control sobre algunos de sus recursos naturales, la salida de Bolivia del CIADI, tribunal del Banco Mundial en materia de inversiones, y el comienzo del debate sobre la creación de un CIADI del Sur.
Aunque estas distintas iniciativas modifican la situación, no cambian realmente las reglas del juego. Los acuerdos firmados entre China y sus socios en el mundo benefician sobre todo a los intereses de Pekín. Los Bancos Centrales de los países signatarios de los acuerdos de Chiang Mai continúan prestando una gran parte de sus reservas de cambio al gobierno de Estados Unidos mediante la compra de los bonos del Tesoro estadounidense. Varios países miembros del Banco del Sur hacen lo mismo, aunque con discreción. Si bien los PED ricos en divisas han reducido su deuda externa, sin embargo no se han librado del endeudamiento, ya que aumentó fuertemente su deuda interior pública. Ésta es ahora tres veces más importante que la deuda externa pública. La deuda externa de las empresas privadas de los países en desarrollo también aumentó mucho. En el transcurso de los años 90, durante todas las grandes crisis financieras, la deuda privada fue socializada y eso produjo un aumento de la deuda pública. Si no se pone en marcha una nueva arquitectura internacional (basada en el Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como en
Nota
|1| Para una presentación de las etapas en la construcción del Banco del Sur y de los debates que las acompañaron, ver Éric Toussaint, El Banco del Sur y la nueva crisis internacional, El Viejo Topo, Barcelona, 2008, capítulos 1 al 4.
URL: http://www.cadtm.org
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