Movimiento indígena: actor social y político determinante

06/03/2007
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Análisis
humberto_cholango_custom.jpg
Humberto Cholango
Foto: amazonwatch.org
-A +A

Entrevista con el dirigente indígena Humberto Cholango

Los pueblos indígenas  irrumpen en la escena pública con el levantamiento de junio de 1990, pero su período de gestación y formación nos remiten a la conquista española, la colonia y la república, períodos en los cuales no pudieron ser aniquilados ni asimilados a la sociedad occidental.

Los pueblos indígenas resistieron, han mantenido su identidad, idiomas, culturas y costumbres durante más de 514 años, pero quizá la amenaza mayor para su existencia se ubique en los últimos treinta años con la expansión de la globalización capitalista neoliberal que no solo pretende apropiarse de los bienes materiales que guardan las regiones indígenas y de sus conocimientos ancestrales, sino acabar con su cultura e identidad comunitarias.  Pero precisamente cuando las políticas neoliberales llegan a su punto más alto y perverso, el movimiento indígena ecuatoriano, unos años antes del levantamiento zapatista de 1994, demuestra una inusual capacidad de unidad en la diversidad y de gran convocatoria.  Y de actor social que reivindica la tierra y la cultura pasa a ser un actor político que se plantea el tema del poder: a nivel local y nacional.

Con la permanente movilización indígena, el Ecuador en los últimos años adquiere un rostro más plural pero también se proyecta como un protagonista que gravita de manera decisiva en estos años de crisis. Si el capital transnacional y las elites locales no han podido ir mas allá en su proyecto de saqueo y expoliación es porque el movimiento indigena le ha puesto un freno.  Y eso explica también el porque el movimiento ha sido blanco de ataques y últimamente ha tratado de ser dividido y minado desde adentro.  Sobre estos y otros temas dialogamos con Humberto Cholango, dirigente de Ecuarunari, la mayor organización de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) e integrante  de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas.

- Podría indicar ¿qué etapas ha atravesado el movimiento indígena desde que se funda la CONAIE en 1986?

En principio, la consolidación del movimiento indígena vino desde tres vertientes: una desde el proceso de Monseñor Leonidas Proaño; otra desde sectores de izquierda y otra desde la intelectualidad indígena que aportó en este proceso.  Y todo estaba en función de la lucha por la tierra.  Esto juntó y construyó una organización poderosa como es Ecuarunari y una organización poderosa que aglutinaba y que se ha convertido en un organismo de interlocución entre el pueblo y el Estado que es la CONAIE.  Al inicio de la CONAIE, su lema fue “por tierra, cultura y libertad”, y esta consigna fuerte se construyó e irrumpió en el escenario político en los noventa.  Y de ser un actor que peleaba por la tierra, surgió como un actor social determinante en el año 90 en el país.

- Y es la década donde se inician los levantamientos…

Se inicia una cadena de levantamientos indígenas. Primero el del 90 impugnó al Estado colonial y racista y a una sociedad excluyente, y allí se planteó la necesidad de una Asamblea Nacional Constituyente y la construcción de un Estado plurinacional, el debate de las autonomía territoriales y un nuevo orden latinoamericano, no bajo la alianza del comercio sino del respeto soberano a los países.  Después enfrentamos en 1992 el proceso de los 500 años de resistencia indígena, eso tejió lazos mucho más fuertes de la CONAIE con otros países.

Luego vino la lucha, en 1994, contra la Ley de Desarrollo Agrario que impedía el acceso a la tierra de los indígenas.  Entonces, el movimiento indígena dio otro salto.  Ya no se trataba solo de pelear por las reivindicaciones y porque se nos respete sino que pretende convertirse en un actor político, aglutinando amplios sectores de la sociedad que estaban decepcionados de la clase política y de muchos gobiernos que han pasado y han fracasado.  Así se funda el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik /Nuevo País en 1996.  Y creo que en ese momento, uno de los errores fue que no hubo una estrategia bien definida y bien clara.  O sea, se construyó ese Movimiento y al principio se dijo que era un instrumento político para la soberanía de los pueblos, que era un movimiento progresista y que iba a construir el poder desde la bases, pero jamás se habló de que sea una opción de poder, desde el punto de vista de la interculturalidad.  En los niveles de alianzas tampoco se escogió de la mejor manera sino que, en esa etapa, se buscó una alianza mediática, se podría decir, no una alianza programática e ideológica.

- ¿A que alianza se está refiriendo?

Me estoy refiriendo al caso de Freddy Ehlers.  (1) En ese momento hubo una alianza con sectores sociales muy respetables, que tenían una postura política e ideológica, pero la candidatura a la Presidencia que se escogió recayó en el Sr.  Ehlers que no era un hombre de los movimientos sociales ni del movimiento indígena, era un señor que tenía una fuerte mediatización comunicacional, entonces no había una identidad.  Creo que ahí fue el primer error, y el segundo error fue no haber debatido el nivel de avance programático.  A la par se fue precipitando la crisis en el país y eso no se aprovechó de la mejor manera.  Durante los años 97, 98, nuevamente se ratificó la alianza con Fredy Ehlers quedando en cuarto o quinto lugar.  Después, el movimiento indígena siguió como un actor político de gran movilización y en 1999 hubo un punto de quiebre bien complicado.  Hubo una intromisión de la inteligencia del Estado e internacional en el movimiento indígena y otros sectores sociales para desarticularlo, porque el movimiento indígena se había convertido en un eje y en un referente que inspiraba a otros pueblos.  En el 2000 se concretó esa acción perversa de querer hacer fracasar el movimiento.  El 21 de enero de ese año fue un hecho histórico (2), pero a largo plazo la alianza con los militares fue tremendamente grave para los pueblos indígenas, que hasta ahora estamos pagando, porque fue una alianza sin saber con quien se la hacía.  Obviamente, hay militares patriotas que defienden el país y la soberanía, pero en ese momento ni siquiera se vio la hoja de vida y de ruta del coronel Lucio Gutiérrez, que se metió en medio de la efervescencia y la emoción.  Y en el 2002 nuevamente caímos en el error de la alianza electoral con el sector liderado por Lucio Gutiérrez que representa a los intereses del imperio, porque ante el fracaso la derecha con Jaime Nebot y el populismo de Abdala Bucaram,  el imperio buscó a Gutiérrez quien se camufló con un discurso anti-sistema, de izquierda.  Y entonces Gutiérrez gana y empieza a aplicar el plan real de destrucción del movimiento indigena.

Y a la par, el Banco Mundial, con el Proyecto de Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Negros del Ecuador (PRODEPINE) (3), permitió la entrada de ONGs e intentó desconfigurar la posición política e ideológica del movimiento indígena, pretendiendo convertirlo en un movimiento desarrollista, proyectista, en tanto que, desde el gobierno, se intentó romper la estructura de la organización.

- Se cooptó a mucha gente…

El acuerdo del año 2000 entre Lucio Gutiérrez y Antonio Vargas (4), se volvió a configurar, cuando Pachakutik rompió y salió del gobierno el 5 de agosto de 2003.  Gutiérrez quiso absorber directamente a las bases, y construir una organización paralela y desconocer a la CONAIE, pero no pudo.  Gutiérrez también utilizó a otro sector organizado, el sector evangélico que ha tenido una posición ambivalente y muy pro-gobiernista en todo momento.  Como no pudo romper a la CONAIE, Gutiérrez finalmente se metió en las estructuras de la CONAIE y negoció directamente con la dirigencia de la Amazonía y dentro de esa negociación permitió que las petroleras ingresaran fácilmente a los territorios indígenas a pesar de que las comunidades habían resistido por más de 20 años.  En la Sierra intentó, además, romper al movimiento indígena, montar organizaciones paralelas con personas de muchos recursos.  (5)

 - El presidente de la CONAIE, Luis Macas, en las elecciones presidenciales del 15 de octubre de 2006 obtuvo una votación de menos del 3 por ciento, y no logró una aceptación más general.  ¿A qué se debe esto?

Luis Macas obtuvo la votación de los sectores más pobres de la Sierra.  Muchos sectores pueden decir que fue un error el haber lanzado a Luis Macas a la Presidencia de la República, pero para el movimiento indigena no fue un error sino una fortaleza, o si no ¿donde habría terminado esa votación?, ¿en qué identidad se habría reflejado? Si hacíamos alianza nuevamente, nuestras bases sin identidad iban a votar por uno o por otro candidato, sin que se posicione el proyecto en nuestra gente.

- En estos últimos años ¿Cuáles han sido los logros del movimiento indÍgena?

A pesar de la arremetida feroz que hemos vivido, persecución a los dirigentes, cárcel, intentos de asesinato, cooptación de dirigentes, el logro interno es que la CONAIE sigue siendo un referente, podrán decir que no tiene la misma dimensión de antes, pero es uno de los movimientos más organizados.  Y de aquí a un tiempo no muy lejano va a ser uno de los movimientos con una experiencia enorme, que ha aprendido de los golpes, y que va a dar una alternativa más viable, más fuerte, más contundente que la sociedad espera.  Otro logro es haber tenido cuadros jóvenes que están relevando a los dirigentes.

A nivel de la sociedad en general, se ha logrado bastante, se ha concientizado a la sociedad, hoy gran parte de la sociedad, que quizás en los años 90 no conocía al movimiento indígena, lo mira como una de las opciones y lo reconoce.  El movimiento indigena ha ganado terreno político, por ejemplo, en marzo del 2006, cuando decían que el movimiento ya no existía, aguantamos 15 días de movilización contra el Tratado de Libre Comercio (TLC) porque era un proyecto imperial, no solamente luchamos contra el gobierno del Ecuador sino contra un modelo imperial.  Otro aporte fundamental es el haber defendido a los ecuatorianos para que no suba el gas, la gasolina, hemos detenido al neoliberalismo, hemos defendido la soberanía.

-El movimiento indígena ha planteado cuestiones como la salud tradicional, la educación intercultural bilingüe, el derecho consuetudinario, ¿qué es lo que se ha avanzado en estos aspectos?

La educación es un derecho y la educación bilingüe (5) es un logro importante.  A través de ella se está atendiendo a miles de niños y niñas, incluso desde ese espacio se está construyendo un relevo casi total del movimiento indígena.  A mí no me parece tan bien que el Estado tenga este concepto de la educación solo para los indígenas, debería haber una política bien clara para todos los ecuatorianos, este tema debería ser transversal para toda la sociedad, por eso estamos planteando la construcción de un Estado plurinacional.  Pero dadas las circunstancias de un Estado excluyente, de un Estado que no nos entiende, el movimiento indigena ha planteado estas instituciones para resolver ese problema.  A pesar de que tiene problemas, la educación intercultural bilingüe es controlada por la comunidad y la organización.  Lo mismo en el tema del desarrollo, si hubiésemos gestionado carreteras, canales de riego y otras obras en los ministerios posiblemente nunca los hubiésemos conseguido, pero hoy tenemos una institución llamada Consejo de Desarrollo de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CODENPE) y a través de este organismo estamos trabajando.

- ¿Qué tanto se ha avanzado en cuestiones como  la salud, el rescate de las prácticas y conocimientos ancestrales?

En la salud se ha avanzado bastante.  En la Constitución de 1998 hemos conseguido avances en el tema de los derechos aunque en los temas del modelo de Estado y en el modelo económico hemos perdido bastante.  En el tema de la salud hemos avanzado porque antes los conocimientos y prácticas tradicionales eran estigmatizadas, perseguidas, como brujería, como hechicería, pero ahora son reconocidas, así como los rituales y los sitios sagrados.  Hay un plan de salud que estamos trabajando porque los datos que tenemos sobre la calidad y el acceso a la salud en las comunidades indígenas son alarmantes, porque la salud no debe entenderse cuando estamos enfermos sino como parte de la vida diaria del ser humano que tiene que ver con la alimentación, el acceso a la calidad de agua, a la calidad de productos.

- Las elites de varios países han planteado las autonomías, en Ecuador plantean la autonomía de la provincia del Guayas, ¿cómo concibe el movimiento indígena este tema?

Nosotros planteamos las autonomías territoriales para generar espacios de autogobiernos, por ejemplo cómo empezar a construir la educación, la salud, el manejo de los recursos, eso no tiene comparación con las propuestas de autonomías que plantean las elites desde el punto de vista político y económico.  Desde el punto de vista político, en la provincia del Guayas, donde está enquistada gran parte de la oligarquía costeña y neoliberal, ésta está perdiendo espacio a nivel del país, o sea es posible que no pueda ganar más las elecciones para gobernar este país, por eso quieren construir su autonomía, su mercado, por encima de la sociedad, y quieren controlar a los ciudadanos, a la población, a la policía y quien sabe después a la Fuerzas Armadas.  Eso es una separación del Estado.  Las autonomías indígenas no implican eso sino que tratan de fortalecer los espacios democráticos que hasta este momento existen, porque el país está configurado mas desde el punto de vista centralista en los temas administrativos y políticos, por eso con las autonomías se puede fortalecer espacios regionales y de identidad, para tener una representación directa desde esos espacios en el Estado que hasta este momento han sido negados.  Porque en la elección de diputados, si el 35% somos indígenas, deberíamos ser un 35% de diputados.

- ¿Cuáles son las líneas que plantea el movimiento indigena en el momento actual?

El de Rafael Correa es un gobierno que tiene tintes bastante progresistas, esto va a permitir que haya una reorganización interna y un fortalecimiento organizativo-político del movimiento indigena.  Otra de las líneas es trabajar para construir un poder local y definir alianzas con un plan político, no podemos arriesgar lo que durante 10 años hemos arriesgado con alianzas muy volátiles, o sea debemos apuntar a una alianza bien definida a largo plazo.

Respecto a la Asamblea Nacional Constituyente nosotros somos los que la hemos planteado y ahora nos toca ganar ese espacio, no queremos hacer un movimiento electoralista solo para ganar.  Nuestro planteamiento es el Estado plurinacional, cómo generar una sociedad de bienestar priorizando la educación, la salud, obras de infraestructura.  El tema de la seguridad social es fundamental, los indígenas somos los más pobres pero somos los más inseguros en este país, es decir el Estado no nos garantiza absolutamente nada ya que solo el 15 por ciento de ecuatorianos están asegurados y los sectores más pobres estamos abandonados.  Nos interesa debatir el modelo político de un Estado plurinacional, el modelo económico en el que el Estado controle pero no estatice los recursos naturales, y que sean puestos al servicio de la sociedad; queremos que el agua sea propiedad del Estado pero sea administrada por los usuarios.  Hay que ir a un reordenamiento territorial porque los parque nacionales las reservas ecológicas han desplazado a los pueblos indígenas pero han sido entregados y concesionados a ONGs ambientalistas privadas.  Esto está generando conflictos porque los recursos que están dentro de esos espacios territoriales pueden dejar de ser controlados por los compañeros que están viviendo en esas comunidades o que están aprovechando de esos recursos como el agua y los páramos.  El otro tema que queremos discutir es ampliar los derechos colectivos, como el de la administración de justicia

Notas

(1) Freddy Ehlers, productor y presentador de televisión, de tendencia socialdemócrata, actualmente es secretario general de la Comunidad Andina de Naciones.

(2) Una alianza entre la CONAIE encabezada por Antonio Vargas y sectores militares liderados por el coronel Lucio Gutiérrez derrocó al impopular presidente demócratacristiano Jamil Mahuad instaurando un triunvirato que duró unas pocas horas, asumiendo luego el poder el vicepresidente Gustavo Noboa Bejarano.

(3) Con un monto de de 50 millones de dólares financiados por el Banco Mundial y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), en el 2001 se inició el Proyecto de Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Negros del Ecuador (PRODEPINE) que incluía asistencia técnica e inversiones en obras de infraestructura.

(4) Gutiérrez nombró como ministro de Gobierno al expresidente de la CONAIE Antonio Vargas como Ministro de Bienestar Social.  Vargas utilizó el aparato del Estado para intentar dividir al movimiento indígena.

(5) Durante el gobierno de Lucio Gutiérrez, además de una política clientelar, se intentó formar una organización paralela a la CONAIE e incluso se atentó contra la vida del presidente de esta organización, Leonidas Iza.

(6) La Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe se creó en 1998 y su objetivo es gestionar los “procesos educativos de los pueblos y nacionalidades indígenas organizadas, sustentada en sus lenguas, culturas, etnociencia, tecnología y ciencia universal; con talento humano competente, con identidad cultural y comprometido al servicio de la comunidad”.

 

Publicado en América Latina en Movimiento # 418 (ALAI), p.7, 06-03-2007, Quito

https://www.alainet.org/pt/node/126222?language=en
Subscrever America Latina en Movimiento - RSS