Bolivia, Evo, El Deber y La Razón

04/01/2007
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El discurso de los grupos de poder económico y mediático, relegados políticamente, se debilita. Lo prueban las ediciones anuario 2006 de El Deber y La Razón. Ambos incurrieron en fraude electoral a la hora de nominar a su “Personaje 2006”, se autocensuran y tienen cautivos a sus redactores-editores. La inseguridad comunicacional crece…

Santa Cruz y El Alto.- El derroche económico (como el de los millonarios “cabildos”) y la dictadura de sus medios (que no tienen regulación legal) es lo que les queda a los agónicos grupos de poder, arrinconados políticamente. ¿Por qué?: 1) Apelan a una mala copia de la reivindicación social: Piquetes de “huelga diet” (con pollo y refrescos edulcorados), “marchas” en tractores y vehículos último modelo y hasta apelaciones lingüísticas como “Iyambae” (ser libre, en guaraní) en sus pronunciamientos. 2) Sus operadores mediáticos tuercen la voluntad ciudadana, lo que demuestra su creciente debilidad discursiva.

Muestra de esa fragilidad son los titulares, contenido y sobretodo el “Personaje 2006” en las ediciones del “Anuario 2006” de El Deber (Santa Cruz, 14-12-2006) y La Razón (La Paz, 14-12-2006). El diario cruceño es parte de la Red Líder (7 diarios), la red televisiva PAT (esa de Carlos Mesa, ex vicepresidente de Sánchez de Lozada) y propietario de radio Nuevo Milenio. La Razón es propiedad del Grupo Prisa (el de Jesús de Polanco y El País, de España) y es parte del conglomerado mediático junto a El Nuevo Día, Extra, Gaceta Jurídica y la red televisiva ATB. Pero vayamos por partes.

“El Deber de los anillos” y la sisa

En su anuario, El Deber (página 7) publica una encuesta a 400 personas. Algunos resultados: El “personaje más odiado” es el Presidente Evo Molares (73,1%), con una gestión desaprobada (62%). El más querido es el prefecto Rubén Costas (32%) pero también el más destacado (25,4%). A Bolivia le irá mejor (41,1%), lo mismo que a Santa Cruz (43,1%).

Dicha encuesta consultó a personas que viven en la ciudad de Santa Cruz, probablemente en el primer y segundo anillos (geográficos), lugar donde radican allegados a esos clanes. La gente que piensa diferente vive en Villa Primero de Mayo o en el Plan 3.000 (y casi seguro) no fue consultada. ¿Qué pasaría si por ejemplo se consultaba a pobladores de San Julián o Yapacaní, municipios cruceños donde Morales tiene más de 90 por ciento de apoyo (El Deber, segunda quincena de diciembre 2006)? Ya se sabe, el “diario mayor” representa a la “institucionalidad cruceña” compuesta por asociaciones empresariales, comparsas carnavaleras, Comité Pro Santa Cruz, Unión Juvenil Cruceñista y hasta las logias, a las que defiende ardorosamente.

La elección del Personaje 2006 en El Deber tuvo tres secuencias: 1) La consulta entre los redactores la ganó Morales, por lo que, 2) se optó por consultar a los editores y ahí se repitió el resultado. Entonces, 3) la salida fue salomónica, ejecutivos y accionistas decidieron: Evo no va, se premia por sectores, a Ejti Stih, Valia Carvalho, Fernando Figueroa, Carlos Villegas, Desireé Durán y otros (página 58). Todo a último momento y para salvar. Evo no fue Personaje 2006 de El Deber (no lo será, por ahora).
Personaje-fraude en La Razón

La Razón eligió como Personaje 2006 al boliviano Enrique García, presidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF). Lo hizo (página 8) “por decisión tomada (el 6-12-06) por periodistas y ejecutivos de los tres medios (La Razón, Nuevo Día y ATB); cada uno de los equipos se reunieron para postular a candidatos, evaluarlos y definir” aunque no menciona a Extra (parte del conglomerado mediático) y cuyos redactores tienen más contacto con la base social. El director de ese diario, Juan Carlos Rocha Chavaría pondera a García porque “es uno de los bolivianos más influyentes en el mundo”. El jefe de Redacción (Grover Yapura Aruquipa) alega que el Personaje 2006 “tuvo ‘serenidad’ cuando se pronunció sobre la nacionalización de los hidrocarburos” decretada por Morales el 1-5-2006. Para rematar y sentar su posición, el titular de su página 10 señala: “Evo Morales es el Presidente que llegó para trastocarlo (¿desordenarlo?) todo”.

Lo que no relatan Rocha ni Yapura (dos aparentes renegados de su origen) es que en La Razón, el Personaje 2006 debía ser Morales (más de 90% de apoyo en Redacción), que hubo tres (infructuosas) “rondas de consulta” y que se tuvo que torcer el resultado. Fue patético. En el acto de entrega de la distinción (a un ausente García), Yapura se desgañitaba para explicar lo inexplicable; muchos presentes se preguntaban si García era realmente “Personaje 2006”. Además (como silenciosa protesta) solo tres redactores y editores (de un total de 30) asistieron a ese acto y la mayoría cuestionaba (lo hace aún): “¿Para qué nos consultan si ya tenían decidido (quién será el Personaje)?”. Por lo demás, García fue viceministro del dictador Hugo Bánzer, ex ministro de Jorge Quiroga (el pupilo de Bánzer), defensor de la “capitalización” (desde la CAF) y hoy aparece apoyando a Morales, como los gatos, que siempre caen parados.

Represión discursiva y fraude electoral

Por lo que se ve (y se lee), ambos sufren una represión discursiva pues se niegan a reconocer la verdad (y difundirla) y de una auto-censura: Durante todo el año, la ciudadanía apoyó a Molares con más del 50 por ciento a nivel nacional, según encuestas difundidas, mes a mes por ambos diarios. El Deber no consultó a la gente en las provincias cruceñas y para La Razón el Personaje 2006 es un tipo pro-dictadura y pro-capitalización. Ambos diarios tratan de mantener (y reforzar) su discurso pro grupos de poder económico-mediático.

Pero el esfuerzo parece inútil... La realidad es contundente. ¿Pruebas? Evo ganó dos elecciones consecutivas (18-12-05 y 2-7-06) con más del 50% de votos. Bolivia terminó 2006 con superávit fiscal, aumentó sus reservas monetarias, supo preparar mayores ingresos para sus regiones a partir de 2007, lleva adelante la esperada y masiva alfabetización y... hasta nacionalizó los hidrocarburos. Pero ¿qué hubiera pasado si García estaba ‘nervioso’ al momento de la nacionalización? ¿Hubiera apelado al golpe de Estado? ¿Eso quiso insinuar La Razón? Pero ya se sabe, El Deber y La Razón jamás publicarán artículos como el presente; no admiten critica a “su verdad” y porque tienen su pléyade de “articulistas y columnistas”, serviles plumas a su interés discursivo.

Existen tres posibles explicaciones para esta actuación mediática pro-oligárquica: 1) Polanco, dueño de La Razón y defensor de Repsol, la dolida petrolera que opera en Bolivia, se toma la revancha por la nacionalización. 2) El Deber es “mayor diario” del racismo, mezquino en su visión de país. 3) Ambos diarios se reprimen, se auto censuran… y tienen cautivos a sus redactores-editores.

Lo peor. Ambos cayeron en la trampa de creernos ingenuos “lectores-impensantes” consumidores de su dictatorial discurso. Pero la gente se da cuenta. Por eso quizás, solo queda construir (y accionar) la contra-información. No hay otra...

- Edgar Ramos Andrade. Comunicador UNLP-Argentina. Investigador y activista social. Es autor de los libros “Agonía y Rebelión social”, “Inclusión y Dignidad Indígena” e “Inseguridad Comunicacional. El caso Bolivia”, de próxima edición. E-mail: sdiprensa@latinmail.com
https://www.alainet.org/pt/node/119498?language=en
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