Reencuentros familiares

12/02/2007
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  • Opinión
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Nunca dejaremos de buscarte, porque la esperanza de verte de nuevo, llena mi corazón de fuerza.¡Hasta encontrarte!

El Grupo de Apoyo Mutuo, comprometido con las víctimas de violaciones a los derechos humanos y sus familiares, convencido de que es posible construir un mundo mejor, siempre manteniendo la condición de que esa construcción se debe hacer sobre la base de conocer el pasado y promover la reconciliación, ha impulsado la realización de tres reencuentros de familias que fueron separados, debido a las circunstancias de graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos, debido de los sucesos, las familias desconocían sí sus hermanos, padres o hijos continuaban con vida. Pasadas mas de 2 décadas, se ha logrado promover el reencuentro de personas que desconocían donde se ubicaban mutuamente.

La familia Escalante Argueta, originarios en la actualidad de la comunidad de Nuevo México, San Vicente Pacaya, Escuintla y de Valle de Candelaria, Ixcan Quiché, tuvieron la oportunidad de reencontrarse el pasado 5 de febrero de 2007.

En el año de 1986, la aldea Valle de Candelaria, Ixcán, Quiché, era un lugar muy tranquilo, cuando todavía reinaba el amor y la tranquilidad a pesar de la pobreza en que vivían las familias. Una de ellas era la de don Nicolás Escalante Argueta.

La familia de Don Nicolás estaba integrada por su esposa Santos Damiana Argueta, su hijo Walfred, sus hijas Fermina y Viviana Escalante Argueta. Se dedicaban a la agricultura, y a la crianza de aves de corral.

Tenían la dicha de tener a su familia unida, hasta que fue brutalmente destrozada, por miembros del Ejército que llegaron a la comunidad, en enero de 1986. Durante su recorrido por las distintas comunidades iban asesinando a todas las personas que encontraban a su paso.

En ese momento un vecino que se había enterado de lo que estaba aconteciendo, y que se encontraba próximo a la comunidad, dio la voz de alerta, y como pudieron recogieron algunas de sus pertenencias, y huyeron hacia las montañas, desde un lugar entre la maleza observaron cómo el Ejército, daba muerte a algunos vecinos que no tuvieron tiempo de resguardarse.

En el momento de la huída para evitar encontrarse con otra sección de la tropa que estaba muy cerca, se dispersaron dando así lugar a la desintegración familiar. Cada quien tomó rumbo distinto: Viviana Escalante Argueta fue refugiada en Chiapas, México, y su Padre en Quintana Roo, México, donde les brindaron ayuda.

En dciembre de 1996, cuando se firmó el Acuerdo de Paz Firme y Duradera, la señora Viviana Escalante Argueta, retornó a Guatemala entre uno de los primeros grupos de refugiados en regresar al país y actualmente vive en la comunidad de Kaibil Balam, Ixcan Quiché, y su padre don Nicolás Escalante, vive actualmente en Nuevo México, San Vicente Pacaya, Escuintla, donde recogimos dicho testimonio y la denuncia de la separación de su hija.

Como un resultado del trabajo de investigación tanto documental como de campo realizado en varias visitas a distintos lugares, logramos por fin hacer realidad el reencuentro de padre e hija, demostrando con esto que con un trabajo consciente y efectivo, es posible unificar a las familias separadas durante el conflicto armado interno, respondiendo como organización social a las recomendaciones de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico que consigna que es deber del Estado atender la problemática de la Desaparición Forzada, con especial énfasis en la Niñez Desaparecida a causa del conflicto armado interno, queremos también dejar constancia de nuestro agradecimiento al Comité Internacional de la Cruz Roja que nos apoyo moral y materialmente en este esfuerzo.

Según el testimonio de don Nicolás Escalante y de su hija Viviana Escalante Argueta, tenían 21 años de no verse ni tener comunicación alguna.

Es momento propicio para solicitar al Estado de Guatemala, que asuma su compromiso brindando el soporte necesario para continuar con este proceso de búsqueda de niñas y niños desaparecidos durante 36 años de sufrimiento para nuestro pueblo, es necesario mencionar que tenemos cientos de denuncias de estos casos.

Grupo de Apoyo Mutuo, presente, hasta cuando, hasta siempre.

Guatemala 9 de febrero de 2007
https://www.alainet.org/pt/node/119233?language=en
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