Pesca de altura
10/11/2006
- Opinión
El 25% de las 600 especies marinas más consumidas sufre sobrepesca o se ha agotado ya. Otro 52% soporta una captura al límite de lo sostenible. Estos son los datos que ha ofrecido el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sobre el estado de las comunidades marinas mundiales.
La cantidad de buques pesqueros industrializados está muy por encima de la capacidad de los océanos para restituir la cantidad de pescado capturada. Buques que usan la última tecnología disponible para la localización del pescado. Son capaces de encontrar los bancos de peces de forma rápida y eficaz.
Para capturar una o dos especies, que son el objetivo de su actividad, los “arrastreros” -barcos que utilizan la técnica de la pesca de arrastre-, desplazan por el fondo marino redes equipadas con placas de acero y rodillos que lo revuelven y pulverizan. La red de arrastre tiene dos grandes puertas de acero que a la vez que se abren van desplazando el fondo marino hacía su interior. Estos barcos disponen de plantas de procesado y empaquetado a bordo, sistemas de refrigeración, plantas de procesado de harina de pescado, y motores de hasta 2.000 caballos -el límite es de 500- capaces de arrastrar enormes aparejos de pesca. A este proceso de pesca se le llama pesca accidental o “by catch”. Pero de forma accidental, sólo en Alaska, se capturaron dos millones de kilos de corales y esponjas entre 1990 y 2002.
Algunas especies han sido pescadas hasta su extinción comercial, y muchas más van por el mismo camino. Los daños derivados de la sobrepesca no terminan en las especies objetivo de la actividad pesquera, ni en aquellas que son capturadas de forma accidental como mamíferos marinos o aves. La sobrepesca está afectando a los ecosistemas marinos de los que estas especies forman parte. Los científicos afirman que estos hechos producirán cambios profundos en nuestros océanos, quizás provocando cambios irreversibles. Varias especies han desaparecido ya, como el bacalao de Terranova, y otras llevan el mismo camino. Uno de los casos más dramáticos es el del atún rojo. Es una de las especies más antiguas y más valiosas del mercado. Las capturas anuales de esta especie sobrepasan las 50.000 toneladas, muy por encima de las 36.000 autorizadas y más del triple de las 14.000 que los científicos consideran sostenibles. Por si todo esto fuera poco , Islandia ha retomado la caza de ballenas con fines comerciales.
El mar no puede más. En los últimos años hemos devastado el fondo marino con sistemas de pesca destructivos y, como en otros casos, hemos jugado a ser Dios pensando que podemos manejar el ciclo de la naturaleza. Pero algunos parecen ver la luz al fondo del túnel. Una cofradía de pescadores españoles ha redactado un borrador de lo que llaman “reservas de pesca”. Su proyecto se basa en la creación de una reserva de 1.700 hectáreas junto al cabo Finisterre, en el noroeste de la Península Ibérica. Es una zona explotada desde hace muchos años, y en la que se captura cada vez menos debido a la sobreexplotación. Como explican los pescadores, los ingresos han bajado, los jóvenes emigran y el pueblo envejece. Por estos motivos han decidido pescar sólo lo permitido y dejar descansar la zona. Esto es tan solo un grano de arena porque, como ellos dicen, si el resto de pescadores no dejan de arrasar los caladeros, su proyecto no servirá de nada. Por eso piden a las autoridades que posibiliten crear la reserva. Además de esta medida, también han llevado a cabo talleres para turistas dónde explican su oficio y la importancia de la conservación de los fondos marinos. Por este programa ya han pasado más de 3.400 personas.
El mar parece burlarse de los pescadores, escupiendo neumáticos, cajas de madera y bolsas de plástico en cada captura. Dentro de un año los catedráticos del mar tendrán una reserva en el corazón de Galicia. Mientras tanto, 120 millones de toneladas de pescado habrán sido extraídas “accidentalmente” de los mares de todo el mundo.
- Raúl Granado es periodista
Fuente: Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS), España.
www.solidarios.org.es
La cantidad de buques pesqueros industrializados está muy por encima de la capacidad de los océanos para restituir la cantidad de pescado capturada. Buques que usan la última tecnología disponible para la localización del pescado. Son capaces de encontrar los bancos de peces de forma rápida y eficaz.
Para capturar una o dos especies, que son el objetivo de su actividad, los “arrastreros” -barcos que utilizan la técnica de la pesca de arrastre-, desplazan por el fondo marino redes equipadas con placas de acero y rodillos que lo revuelven y pulverizan. La red de arrastre tiene dos grandes puertas de acero que a la vez que se abren van desplazando el fondo marino hacía su interior. Estos barcos disponen de plantas de procesado y empaquetado a bordo, sistemas de refrigeración, plantas de procesado de harina de pescado, y motores de hasta 2.000 caballos -el límite es de 500- capaces de arrastrar enormes aparejos de pesca. A este proceso de pesca se le llama pesca accidental o “by catch”. Pero de forma accidental, sólo en Alaska, se capturaron dos millones de kilos de corales y esponjas entre 1990 y 2002.
Algunas especies han sido pescadas hasta su extinción comercial, y muchas más van por el mismo camino. Los daños derivados de la sobrepesca no terminan en las especies objetivo de la actividad pesquera, ni en aquellas que son capturadas de forma accidental como mamíferos marinos o aves. La sobrepesca está afectando a los ecosistemas marinos de los que estas especies forman parte. Los científicos afirman que estos hechos producirán cambios profundos en nuestros océanos, quizás provocando cambios irreversibles. Varias especies han desaparecido ya, como el bacalao de Terranova, y otras llevan el mismo camino. Uno de los casos más dramáticos es el del atún rojo. Es una de las especies más antiguas y más valiosas del mercado. Las capturas anuales de esta especie sobrepasan las 50.000 toneladas, muy por encima de las 36.000 autorizadas y más del triple de las 14.000 que los científicos consideran sostenibles. Por si todo esto fuera poco , Islandia ha retomado la caza de ballenas con fines comerciales.
El mar no puede más. En los últimos años hemos devastado el fondo marino con sistemas de pesca destructivos y, como en otros casos, hemos jugado a ser Dios pensando que podemos manejar el ciclo de la naturaleza. Pero algunos parecen ver la luz al fondo del túnel. Una cofradía de pescadores españoles ha redactado un borrador de lo que llaman “reservas de pesca”. Su proyecto se basa en la creación de una reserva de 1.700 hectáreas junto al cabo Finisterre, en el noroeste de la Península Ibérica. Es una zona explotada desde hace muchos años, y en la que se captura cada vez menos debido a la sobreexplotación. Como explican los pescadores, los ingresos han bajado, los jóvenes emigran y el pueblo envejece. Por estos motivos han decidido pescar sólo lo permitido y dejar descansar la zona. Esto es tan solo un grano de arena porque, como ellos dicen, si el resto de pescadores no dejan de arrasar los caladeros, su proyecto no servirá de nada. Por eso piden a las autoridades que posibiliten crear la reserva. Además de esta medida, también han llevado a cabo talleres para turistas dónde explican su oficio y la importancia de la conservación de los fondos marinos. Por este programa ya han pasado más de 3.400 personas.
El mar parece burlarse de los pescadores, escupiendo neumáticos, cajas de madera y bolsas de plástico en cada captura. Dentro de un año los catedráticos del mar tendrán una reserva en el corazón de Galicia. Mientras tanto, 120 millones de toneladas de pescado habrán sido extraídas “accidentalmente” de los mares de todo el mundo.
- Raúl Granado es periodista
Fuente: Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS), España.
www.solidarios.org.es
https://www.alainet.org/pt/node/118131?language=en
Del mismo autor
- Se buscan médicos 10/04/2008
- Médicos anestesiados 31/05/2007
- Pesca de altura 10/11/2006
Clasificado en
Clasificado en:
Soberanía Alimentaria
- Gerson Castellano, Pedro Carrano 30/03/2022
- Silvia Ribeiro 29/03/2022
- Germán Gorraiz López 28/03/2022
- Silvia Ribeiro 16/02/2022
- Clara Sánchez Guevara 15/02/2022