Soberanía Alimentaria: Reclamo Mundial del Movimiento Campesino

19/04/2004
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La soberanía alimentaria es el derecho de cada pueblo a definir sus propias políticas agropecuarias y en materia de alimentación, a proteger y reglamentar la producción agropecuaria nacional y el mercado doméstico a fin de alcanzar metas de desarrollo sustentable, a decidir en qué medida quieren ser auto-suficientes, a impedir que sus mercados se vean inundados por productos excedentarios de otros países que los vuelcan al mercado internacional mediante la práctica del ‘dumping’… La soberanía alimentaria no niega el comercio internacional, más bien defiende la opción de formular aquellas políticas y prácticas comerciales que mejor sirvan a los derechos de la población a disponer de métodos y productos alimentarios inocuos, nutritivos y ecológicamente sustentables.

Declaración sobre la Soberanía Alimentaria de los Pueblos, por Vía Campesina y otros

A medida que la globalización económica guiada por las grandes corporaciones multinacionales, y las políticas desmedidas de libre comercio devastan las comunidades rurales en todo el mundo, las organizaciones campesinas se están uniendo en un clamor conjunto por la soberanía alimentaria.

La soberanía alimentaria sostiene que la alimentación de un pueblo es un tema de seguridad nacional, de soberanía nacional.  Si para alimentar a su población, una nación debe depender de los caprichos del mercado internacional, o de la voluntad de una super-potencia al utilizar los alimentos como instrumentos de presión internacional, o de la imprevisibilidad y los altos costos del transporte de larga distancia, ese país no está seguro, ya sea con respecto a la seguridad nacional o a la seguridad alimentaria.

La soberanía alimentaria va más allá del concepto de seguridad alimentaria, lo cual ha sido despojado de su verdadero significado por las diversas maneras en que el concepto ha sido manipulado por diferentes intereses creados.  Seguridad alimentaria significa que cada niño, cada mujer y cada hombre deben tener la certeza de contar con el alimento suficiente cada día.  Pero el concepto no dice nada con respecto a la procedencia del alimento, o la forma en que se produce.  De ese modo, Washington puede argumentar que la importación de alimentos baratos desde los Estados Unidos es una excelente manera que tienen los países pobres de lograr seguridad alimentaria, más que si la producen ellos mismos.  Pero la importación masiva de alimentos subsidiados baratos socava a los agricultores locales, obligándolos a abandonar sus tierras.  Ellos engrosan las cifras de los hambrientos, ya que su seguridad alimentaria se pone en manos del mercado cuando migran a los barrios urbanos pobres, en donde no pueden hallar un empleo asalariado que les permita vivir bien.  Para lograr una seguridad alimentaria genuina, los pueblos de las áreas rurales deben tener acceso a tierra productiva, y a recibir precios justos por sus cosechas que les permita gozar de una vida digna.

La única solución duradera para eliminar el hambre y reducir la pobreza es a través del desarrollo económico local.  Una forma de lograr dicho desarrollo en las áreas rurales es crear circuitos locales de producción y consumo, donde las familias de agricultores vendan sus productos y compren lo indispensable en poblaciones locales.  El dinero circula varias veces dentro de la economía local, generando empleo en los pueblos y permitiendo a los agricultores ganarse la vida.  Por el contrario, si lo que los agricultores producen es exportado, con precios del mercado internacional (precios bajos), y si la mayor parte de lo que compran es importado (a precios altos), todas las ganancias del sistema son extraídos de la economía local y contribuyen sólo al desarrollo de economías lejanas (como en Wall Street).  Por lo tanto, la soberanía alimentaria, con su énfasis en los mercados y economías locales, es esencial para luchar contra el hambre y la pobreza. 

Un choque de modelos

De acuerdo con la Vía Campesina, el movimiento internacional de agricultores familiares y campesinos, “la soberanía alimentaria da prioridad de acceso al mercado a los productores locales.  El comercio agrícola liberalizado, que brinda acceso a los mercados sobre la base del poder en el mercado y a bajos, a menudo subsidiados, precios, niega a los productores el acceso a sus propios mercados..” (2002).  Lo que la Vía Campesina y otros dicen es que enfrentamos una verdadera confrontación entre modelos económicos en el mundo rural.  El contraste entre el modelo dominante, basado en la agroexportaciones, las políticas neoliberales y el libre comercio, versus el modelo de soberanía alimentaria, no podría ser más descarnado (ver cuadro).  Donde un modelo ve a los agricultores familiares como un anacronismo ineficiente que debería desaparecer, el otro los ve como la base de las economías locales y del desarrollo económico nacional, tal como lo fueron para el mercado interno que originalmente permitió desarrollar a los actuales poderes económicos de los Estados Unidos, Japón, China y Corea del Sur.  

Con respecto al hambre, un modelo ve la estimulación a las exportaciones como la forma de generar las divisas necesarias para importar alimentos baratos que evita que un mayor número de niños muera de hambre.  Sus adherentes dicen que los cultivos de exportación también generan empleo.  El otro modelo ve la conversión de las tierras, en donde los campesinos producían sus alimentos, a grandes monocultivos para la exportación como la fuerza principal que impulsa el crecimiento del hambre y la miseria en las áreas rurales.  Los adherentes a la soberanía alimentaria señalan que la agroexportación en gran escala genera mucho menos empleos que la agricultura familiar , y los generados son trabajos mal pagados y precarios.

Y mientras el modelo dominante se basa en monocultivos a gran escala que requieren de gran cantidad de insumos químicos, y que utilicen semillas genéticamente modificadas (OGMs), el modelo de soberanía alimentaria ve estas prácticas agrícolas industriales como las que destruyen la tierra para las generaciones futuras, y propone una reforma agraria genuina, y una tecnología de producción que combina el conocimiento tradicional con nuevas prácticas basadas en la agroecología.

Modelo Dominante versus Modelo de Soberanía Alimentaria

Tema

Modelo Dominante

Modelo Soberanía Alimentaria

Comercio

Libre comercio para todo.

Alimentos y agricultura fuera de los acuerdos comerciales. 

Prioridad productiva

Agroexportaciones.

Alimentos para mercados locales.

Precios de los cultivos

“Lo que el mercado dicte” (dejar intactos los mecanismos que imponen precios bajos). 

Precios justos que cubren los costos de producción y permiten a los agricultores una vida digna. 

Acceso a los mercados

Acceso a los mercados externos. 

Acceso a los mercados locales; y fin del desplazamiento de los agricultores de sus propios mercados debido a la industria agropecuaria.

Subsidios

Mientras se trata de prohibirlos en el Tercer Mundo, muchos subsidios están permitidos en los Estados Unidos y Europa – pero se pagan solo a los agricultores mas grandes.

Los subsidios que no perjudican a otros países (vía dumping) son aceptables; p.ej.  garantizar que los subsidios sean sólo para agricultores familiares, para la comercialización directa, el apoyo de los precios y/o ingresos, la conservación del suelo, la conversión a agricultura sostenible, la investigación, etc. 

Alimentos

Principalmente una mercancía; en la práctica esto significa alimentos procesados, contaminados, llenos de grasas, azúcar, jarabe alta-fructosa de maíz, y con gran cantidad de residuos tóxicos. 

Un derecho humano: específicamente deberían ser saludables, nutritivos, asequibles, culturalmente apropiados y producidos localmente.

Producir

Una opción para los mas eficientes. 

Un derecho de los pueblos rurales. 

Hambre

Debido a la baja productividad. 

Un problema de acceso y distribución; debido a la pobreza y a la desigualdad. 

Seguridad alimentaria

Se logra importando alimentos desde donde son más baratos.

Es mayor cuando la producción de alimentos está en manos de los pobres mismos, y cuando los alimentos se producen localmente. 

Control sobre los recursos productivos (tierras, agua, bosques)

Privatizado. 

Local; controlado por la comunidad. 

Acceso a la tierra

A través de los mercados.

A través de una reforma agraria genuina; sin acceso a la tierra, lo demás carece de sentido. 

Semillas

Una mercancía patentable. 

Una herencia común de la los pueblos, al servicio de la humanidad; “no a los patentes sobre la vida.”

Crédito e inversiones rurales

Del sector privado. 

Del sector público, dirigidos a la agricultura familiar.

Dumping

No es un problema.

Debe prohibirse.

Monopolio

No es un problema. 

La raíz de la mayor parte de los problemas: los monopolios deben ser prohibidos. 

Sobre-producción

No hay tal cosa, por definición.

Conduce a una baja de los precios y lleva a los agricultores hacia la pobreza; se necesitan políticas de manejo de la oferta en los EEUU y la Unión Europea. 

Organismos Genéticamente Modificados (OGMs)

La onda del futuro.

Peligrosos para la salud y el medio ambiente; una tecnología innecesaria; deben ser prohibidos.

Tecnología agropecuaria

Industrial, monocultivo, requiere muchos agrotóxicos; usa OGMs.

Métodos agroecológicos y sustentables, no usa OGMs.

Agricultores

Anacronismos; el ineficiente desaparecerá.

Guardianes de la biodiversidad de los cultivos, administradores de los recursos naturales productivos; depositarios del conocimiento; el mercado interno y la base para un desarrollo amplio e incluyente.

Consumidores urbanos

Trabajadores a quienes les pagan tan poco como se pueda.

Deben recibir salarios justos y dignos.

Otro mundo (opciones)

No es posible / no es de interés

Posible y ampliamente demostrado (ver lista de referencias abajo)

Soberanía alimentaria, acuerdos comerciales y monopolios

La vía Campesina y otros adherentes a los principios de la soberanía alimentaria exigen la exclusión de los alimentos y la agricultura de los acuerdos comerciales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y otros acuerdos regionales y bilaterales.  Ellos ven a la liberalización descontrolada del comercio, como una fuerza que conduce a los agricultores a abandonar sus tierras, y como un principal obstáculo al desarrollo económico local y a la soberanía alimentaria. 

Sin embargo, los gobiernos de los grandes países agroexportadores, tanto del Norte como del Sur, continúan su puja por lograr tales acuerdos, aunque entre ellos puedan discutir los detalles que determinan la distribución de los beneficios entre estos relativamente pocos países.  Los gobiernos a menudo son rehenes de sus grandes exportadores y de las corporaciones transnacionales.  Estas corporaciones ven a los alimentos como meras mercancía para comprar y vender.  No obstante, los alimentos implican la administración de los recursos naturales productivos: son cultura, agricultura, y salud – los alimentos son la vida misma.

Los gobiernos de las grandes naciones agroexportadoras del Tercer Mundo correctamente señalan una grave desigualdad en la economía mundial: que los subsidios y protección de parte de los Estados Unidos y la Unión Europea dificultan que las elites del Tercer Mundo pueden competir con las elites del Primer Mundo en la extracción de riquezas.  Pero la posición de estos gobiernos no desafía al modelo total.  Más bien ellos buscan incrementar ligeramente el número de aquellos que se benefician de él, los que aún serían una pequeña fracción de la humanidad.

Mientras los agroexportadores del Tercer Mundo demandan mayor acceso para sus exportaciones a los mercados del Norte, las organizaciones de agricultores familiares y campesinos replican: “¿Acceso a los mercados? ¡Si! Acceso a los mercados locales” lo que significa “no” a la apertura de los mercados locales a la inundación con alimentos baratos importados (Vía Campesina, 2002).  Esta postura con respecto a la soberanía alimentaria también dice que los subsidios per se no son el enemigo.  Su mérito depende de cuanto sea su valor, quienes los reciben, y para que son.  De ese modo los subsidios otorgados sólo a los grandes productores y corporaciones del Norte, que conducen al dumping y a la destrucción de los modos de vida rurales en el Tercer Mundo, son malos.  Pero los subsidios otorgados a agricultores familiares para mantenerlos en sus tierras, y para generar las economías rurales vibrantes, y los subsidios para la conservación del suelo, la transición a prácticas agrícolas sostenibles, y a la venta directa a los consumidores locales, son buenos. 

El enemigo real de los agricultores son los precios bajos.  Y los precios de las cosechas siguen cayendo aún cuando los precios al consumidor suben y suben.  Esto es porque que las fuerzas principales que dictan los bajos precios para los agricultores son las mismas que dictan los precios altos para los consumidores: el control monopólico que corporaciones como Cargill, Archer Daniels Midland, Dreyfuss, Bunge, Nestlé, y otros ejercen sobre el sistema alimentario.  Eso significa que prohibir estos monopolios, decretando y aplicando leyes anti-monopolio a nivel nacional e internacional, es un paso clave hacia la seguridad de que todos los agricultores a lo ancho del mundo puedan ganarse la vida con sus tierras, y que los consumidores puedan tener acceso a alimentos nutritivos a precios asequibles.

La soberanía alimentaria es un concepto que debería tener sentido para los agricultores y para los consumidores, tanto en los países del Norte como en los del Sur.  Todos enfrentamos crisis rurales y la falta de alimentos asequibles, nutritivos y producidos localmente.  Debemos luchar de manera conjunta contra las políticas actuales del comercio internacional, y en favor de la reforma agraria verdadera y los sistemas alimentarios más participativos, sustentables y controlados de manera local.  Debemos recuperar nuestros alimentos y nuestras tierras. 

* Traducido por Adriana Latrónico y María Elena Martínez de: Rosset, Peter.  2003.  “Food Sovereignty: Global Rallying Cry of Farmer Movements.” Institute for Food and Development Policy Backgrounder vol.  9, no.  4, Fall 2003, 4 pp.

Bibliografía

“Declaración Final del Foro Mundial sobre Soberanía Alimentaria.” Havana, Cuba, September 7, 2001.  http://www.movimientos.org/cloc/show_text.php3?key=1178

Food First/Institute for Food and Development Policy.  2002.  “Policy think tank reports find agricultural trade agreements hurt family farmers and the poor.” http://www.foodfirst.org/media/press/2003/aoarelease.html

Via Campesina.  2002.  “Food Sovereignty.” Panfleto distribuido en la Cumbre Mundial de la Alimentación +5, Roma, Italia.

Via Campesina, et al.  Sin fecha.  “Declaración sobre la Soberanía Alimentaria de los Pueblos.” http://www.peoplesfoodsovereignty.org

Sitios Web Recomendados

Vía Campesina, http://www.viacampesina.org

La Soberanía Alimentaria de los Pueblos: La Red de Comercio Agrícola.  http://www.peoplesfoodsovereignty.org/

Comisión Internacional NGO/CSO para la Soberanía Alimentaria, http://www.foodsovereignty.org

https://www.alainet.org/pt/node/109801?language=es
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