Luego de un arduo trabajo por parte del Consejo Nacional Electoral, se pudieron conocer las cifras que dan información real acerca del proceso de referendo revocatorio contra el Presidente de la República, Hugo Chávez. En la tarde del martes 2 de marzo, el Presidente del CNE, Dr. Francisco Carrasquero, en cadena nacional de radio y televisión, anunció que 1.832.493 firmas consignadas por la oposición para solicitar el referéndum revocatorio contra el Presidente fueron validadas, de un total de 3.086.013 firmas entregadas. Asimismo, 876.017 solicitudes se encuentran bajo observación por presentar caligrafía similar. Es decir, necesitan reparar, alrededor de 560.000 firmas del total de 876.017 que se encuentran bajo observación, esto es, el 64% aproximadamente, para poder llegar a la meta de las 2,4 millones de firmas que necesitan para activar el referéndum revocatorio. Pero todos estos números los conocía con anterioridad la oposición venezolana, por tal razón, organizaron una marcha el viernes 27 de febrero, y con la excusa de que querían entregar un documento en la cumbre del grupo de los 15, la cual se llevaba a cabo en el centro de la ciudad, llevaron a sus marchistas contra el cordón de seguridad que protegía la reunión de los Jefes de Estado y participantes del G15. Los disturbios tuvieron un saldo rojo de heridos y muertos que se convirtieron en una espiral de violencia que no ha cesado. Luego de terminar la reunión del G15, la violencia había sido convocada con la excusa de que el CNE no había entregado las cifras. Ahora la violencia es porque las cifras no les satisface. Sin embargo, es conveniente aclarar cómo es la violencia que se está desarrollando actualmente en Venezuela. La violencia ha consistido en cerrar las calles y avenidas de las urbanizaciones y sectores pudientes de la sociedad. La expresión generalizada en el pueblo ha sido la de señalar que los ricos se están encerrando entre sí y han llamado a los medios de comunicación, cómplices de este juego, para magnificar la violencia que ha consistido en quemar cauchos en estas exclusivas urbanizaciones. Mientras, las principales avenidas, el centro de la ciudad y las barriadas populares no han conocido para nada lo que son estos disturbios sui géneris. Esto hace recordar la "valentía y audacia" de los militantes del partido Bandera Roja, que en los años 70 y 80 se enorgullecía de salir de noche, encapuchados y amparados por la autonomía universitaria, a escribir graffitis en las paredes del recinto de la Universidad Central de Venezuela. Actualmente, el otrora partido de izquierda, es miembro de la Coordinadora Opositora y uno de los secuaces de las políticas terroristas de la oposición golpista. Luego del anuncio del CNE, no se dio el esperado llamado a la calma por parte de la Coordinadora Opositora, por el contrario, se deshicieron en comentarios banales y repetitivos sin precisar si van a llamar a sus militantes a ejercer los reparos de las firmas que supuestamente entregaron. En la segunda quincena de marzo se efectuarán dichos reparos, en donde los opositores deberán recuperar más de medio millón de firmas. De lo contrario, el referendo no se activará. Pero, si llegaran a activar el referendo, y visto que sólo llegaron a 3 millones de firmas (lo cual no quiere decir que todas sean legales), se les hará muy difícil llegar a la cifra de 3,7 millones de votos necesarios para por lo menos superar la votación que obtuvo el Presidente de la República en su elección. Y esto funcionará siempre que quienes respaldan al presidente saquen menos votos que los opositores. A todas luces, es virtualmente imposible para la oposición lograr revocar el mandato al Presidente Chávez. La oposición está derrotada y por eso está apelando a otro golpe de estado, tal vez como el que se produjo en Haití, con la intervención de los marines estadounidense y la entrega de nuestra soberanía. No lo lograrán y se estrellarán nuevamente con la decidida vocación antiimperialista y nacionalista del pueblo venezolano. www.espacioautogestionario.com