En las últimas semanas la discusión en el Congreso estadounidense sobre la Deuda Nacional ha sido el principal tema sobre política interna en Estados Unidos. El llamado "cierre del gobierno" se manejó de forma tal que fueran las clases de menos recursos económicos los que más se perjudicaran con el mismo, pues en todo momento se aclaró que no se afectarían aquellos presupuestos relacionados con la famosa "Seguridad Nacional" para que el Pentágono, la Comunidad de Inteligencia y algunos otros no se pusieran nerviosos y los "enemigos" de la "democracia representativa" no se afilaran los dientes.

En todo momento se planteó que obstaculizar el aumento de la deuda era parte de las maniobras de los republicanos y en especial los del Tea Party, algo contrario a los verdaderos intereses de la nación.

Todo aquel que se oponía a que se incrementara la deuda era tachado como un traidor a los intereses de Estados Unidos y además responsable de que se cerraran escuelas, se disminuyeran los bonos de comida, se cerraran los parques y se afectaran toda una serie de prestaciones sociales que reciben los más necesitados.

Este problema de la discusión de la deuda no es nuevo, pues la deuda lleva ya algunos años de haberse contraído y lo más grave es que la misma ha crecido en la medida que pasa el tiempo. Revisando algunos documentos en los que se hace referencia a la deuda y las consecuencias que esta puede traer para Estados Unidos encontré una que quisiera compartir con ustedes.

Considero que en la misma se expone claramente lo peligroso que resulta que se continúe aprobando el incremento del techo de la deuda. La cita que les ofreceré es precisamente de un Senador estadounidense.

"(…) nuestra deuda nacional … es ahora de nueve billones ( millones de millones) de dólares. Y la deuda en si no es lo más preocupante. Parte de ella podría justificarse si hubiéramos gastado el dinero en inversiones que nos hicieran más competitivos. En vez de ello, la gran mayoría de la deuda es consecuencia directa de los recortes fiscales (…) el 47,4 % de los cuales beneficiaron al 5% con mayores ingresos, el 36,7% de los cuales beneficiaron al 1 % con mayores ingresos y el 15 % de los cuales fueron al 0,1% más rico, gente que gana 1,6 millones al año o más.

Hasta ahora hemos sobrevivido a esta montaña de deudas porque los bancos centrales extranjeros-especialmente el de China-, quieren que sigamos comprando los productos que exportan. Pero ese crédito fácil no durará para siempre. En algún punto del futuro los extranjeros dejarán de prestarnos dinero, las tasas de interés subirán y nos gastaremos la mayor parte de lo que genera este país pagando deudas."

Evidentemente, por lo que explicaba este Senador, son los más ricos los que se han beneficiado de los recortes fiscales y al no contribuir en la medida necesaria con los impuestos sobre sus ganancias, la deuda aumenta, pues no existe el suficiente dinero para sufragarlos gastos del gobierno, principalmente los que se han originado con las guerras. Este sería un buen argumento para ser utilizado por los militantes de "Occupy Wall Street" en sus próximas manifestaciones defendiendo al 99% de la población.

Otro peligro que señalaba el Senador está relacionado con la cantidad de dólares en manos de países extranjeros, lo que en un momento pudiera convertirse en un verdadero problema para Estados Unidos, especialmente si dichos países comenzaran a pedir que se les pague el dinero que le deben.

Todo parece indicar que este Senador tenía una clara idea sobre lo que implica el continuar incrementando la deuda de Estados Unidos, es una lástima que esa persona ya no sea Senador y por lo tanto no puede defender esas ideas en el Congreso, lo que quizás ayudaría a sanear la economía de Estados Unidos y que las clases de menos ingresos económicos obtuvieran mayores beneficios.

Esta persona dejó de ser Senador por Illinois para convertirse en Presidente de Estados Unidos, se llama Barack Obama.

 

- Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba)
sarahnes@cubarte.cult.cu