Desatinada posposición presidencial

08/08/2013
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La decisión de Enrique Peña de posponer la presentación de su iniciativa de ley energética, no envía el mejor de los mensajes a los gobernados y, por el contrario, se presta a toda suerte de interpretaciones como la de Manlio Fabio Beltrones, quien asegura que el hombre que lo derrotó en la puja por la candidatura presidencial del tricolor, “trabaja para consensuar la reforma con otros actores políticos”.
 
La posposición tiene que ver con la última reunión de los tres jefes de la partidocracia y los titulares de las secretarías de Gobernación y de Hacienda, donde Enrique Madero y Jesús Zambrano solicitaron el aplazamiento para que este fin de semana puedan deliberar con sus dirigencias sobre sus proyectos energéticos sin la interferencia del presidencial.
 
El hecho es que cuando todos los interesados esperaban la iniciativa de Peña Nieto, por medio de un mensaje en tuiter fueron enterados: “Continúo preparando la presentación de la reforma energética que impulsará el desarrollo del país. He decidido anunciarla la próxima semana”. Así nada más, como si se tratara de un asunto doméstico, sin aquilatar que los actores políticos y los agentes económicos y sociales están prácticamente instalados en el debate más trascendente en muchas décadas, pero sin conocer la propuesta oficial, la que no pareciera necesaria para que los principales políticos del tricolor la defiendan en forma tan apasionada como descalificadora de cualesquiera críticas.
 
Entre ellos destaca el sonorense Beltrones quien porta descalificaciones para todos los impugnadores, llamó “ignorantes” a quienes en las redes sociales vinculan el aplazamiento de la presentación del proyecto con ejercer el derecho de la iniciativa preferente, el cual no existe para reformas constitucionales, como la que aplaude con entusiasmo sin conocer la propuesta legislativa del mexiquense. También lo hace David Penchyna descalificando a los políticos que la impugnan porque tienen “motivaciones políticas personales”, como si el senador que preside la Comisión de Energía no trabajara desde hoy por la gubernatura de Hidalgo. Sencillamente no serían políticos.
 
Estos legisladores del Revolucionario son de los que más podrían aportar al indispensable debate que no logra trascender a la propaganda y las posturas en bloque, a los desplantes como el formulado por César Camacho quien llamó a defender el desconocido proyecto presidencial “incluso en las calles, para terminar con las verdades a medias que acaban siendo mentiras completas”. Como era de esperarse, Andrés Manuel López Obrador le tomó la palabra, “ojalá y lo hagan para que se descaren por completo, porque van a acarrear a la gente, pero una vez que ésta se dé cuenta de que buscan privatizar el petróleo, entregarlo a los extranjeros”, los rechazarán. E ironizó: “Además, ¿imaginan ustedes a Peña Nieto, a Chuayffet, a Camacho, a Manlio Fabio, a Salinas marchando? (…) están acostumbrados a mantenerse en los yates, comiendo bien, bebiendo bien”.
 
En tanto, el líder de los diputados del Institucional arma su propia consigna: “Ni una gota de petróleo está sujeta a la privatización. Ésta es una reforma modernizadora y transformadora, no privatizadora”.
 
Descalificaciones aparte, lo que está en juego es demasiado para el presente y el futuro de los mexicanos, nada menos que el destino de la principal empresa pública o privada que existe en México, la número 34 entre las más importantes de la aldea global por cuanto a sus ingresos y la 13 en el continente americano. Los ingresos de Petróleos Mexicanos, del orden de 125 mil 780 millones de dólares en 2011, equivalen a los que obtuvieron América Móvil, Walmart, Femsa, Cemex y Grupo Alfa juntas.
 
 
https://www.alainet.org/fr/node/78283
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