En la encuesta más amplia en los temas que aborda, Lula supera a Bolsonaro. La encuesta – realizada por la empresa XP/Ipespe - al mismo tiempo, indica las razones del cambio.

Cuando Lula ha recuperado sus derechos políticos, aunque reafirme siempre que no es candidato, que solo tratará los temas del 2022 en 2022, su nombre pasó inmediatamente a integrar las encuestas. En todas,  Lula supera a Bolsonaro. Estas permiten ver un panorama más amplio de la situación política brasileña.

En la evaluación del gobierno Bolsonaro, la tendencia es claramente desfavorable. Solo en el año 2021, el gobierno perdió 8 puntos, con la evaluación de malo y pésimo pasa de 40 a 48%, mientras que la evaluación optima y buena pasa de 32 a 27%/. Sobre la forma cómo Bolsonaro gobierna, la desaprobación pasó de 50 a 60%, mientras que la desaprobación pasa de 40 a 33%.

Sobre la economía brasileña, la idea de que va por un camino equivocado sube de 50 a un 65%, mientras que la visión de que va por un buen camino baja del 39 al 23%.

Respecto al coronavirus, los que están con mucho miedo, han pasado del 39 al 55%. Los que tiene poco de miedo han pasado del 36 al 28%, mientras que los que no están con miedo han bajado del 24 al 17%.

No es extraño entonces que el escenario electoral sea desfavorable a Bolsonaro, aun mas a partir del momento en que Lula ha vuelto de lleno a la vida política. En la primera vuelta, Lula sube del 25 al 29%, mientras que Bolsonaro va del 27 al 28%. Todos los otros están lejos, con 9 % o menos.

 En la segunda vuelta Lula sube del 40 al 42%, mientras Bolsonaro baja del 40 al 38%. Cuando se consulta sobre una eventual segunda vuelta entre Lula y Sergio Moro, Lula ganaría por 41 al 36%.

Las encuestas son una foto de un momento determinado, pero lo más importante son las tendencias proyectadas a futuro. Lula claramente está en tendencia hacia la alza y Bolsonaro en tendencia a estancarse. En las encuestas donde se mide los niveles de rechazo, Lula tiene menor rechazo, con tendencia de disminución del rechazo. Bolsonaro, al contrario, tiene un nivel alto de rechazo, con tendencia a la alza.

Las elecciones están previstas para octubre del 2022. La polarización entre Lula y Bolsonaro difícilmente dejará de imponerse en la disputa electoral. Los otros candidatos – empezando por Ciro Gomes – bajan su votación. El Psol discute la posibilidad de apoyar a Lula ya en la primera vuelta. Otros partidos también consideran esa posibilidad.

Lula tiene más obstáculos jurídicos que políticos, para convertirse en el nuevo presidente de Brasil. El pleno del Supremo Tribunal Federal debe juzgar todavía, una vez más, la falta de competencia del juez Sergio Moro y la plena recuperación de los derechos de Lula. Ya las condiciones políticas son ampliamente favorables a Lula.

- Emir Sader, sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).