La agroindustria está en guerra con la salud pública
- Análisis
Las disrupciones tecnológicas impulsan la consolidación y el poder corporativo financiero en la gran industria de la alimentación, así desarrollan el mapeo que va del genoma humano al de toda la vida compleja.
COVID19: Una oportunidad de nuevos negocios
El pasado 22 de marzo, en la contratapa del diario Tiempo Argentino, el periodista Alberto Lopez Girondo publicó “El sueño de Bill Gates”[i]. La nota aporta, a mi criterio, el siguiente dato que en esta cuarenta toma una relevancia notable. En octubre de 2019 la Fundación Bill y Melinda Gates financió en conjunto con el Centro Johns Hopkins para la seguridad y la salud y el Foro Económico Mundial el Evento 201[ii].
El evento 201 consistió en una serie de debates basados en la complejidad de escenarios y grandes dilemas que se debería enfrentar para dar respuesta a una pandemia hipotética, pero científicamente posible. Quince líderes mundiales de negocios, gobierno y salud pública fueron actores en el ejercicio de simulación que destacó los problemas económicos y de política real no resueltos. En los últimos años, el mundo ha visto un número creciente de eventos epidémicos, que asciende a 200 eventos anuales. Estos eventos están aumentando y son perjudiciales para la salud, las economías y la sociedad. La gestión de los mismos, agota la capacidad global, incluso en ausencia de una pandemia de amenaza. Los expertos coincidieron en que es solo cuestión de tiempo antes de que una de estas epidemias se vuelva global, una pandemia con consecuencias potencialmente catastróficas. Estudios económicos recientes muestran que las pandemias serán la causa de una pérdida económica anual promedio del 0.7% del PIB mundial, o $ 570 mil millones.
La Fundación Bill & Melinda Gates ha invertido en la compra de empresas tecno laboratorios para el desarrollo de vacunas universales contra la gripe y la malaria. Con una inversión de 52 millones de dólares (42,1 millones de euros), la Fundación se incorporó en el año 2015 a compañía CureVac, fundada en el año 2000 por el magnate del futbol alemán Dietmar Hoppjuan.
CureVac es una compañía biofarmacéutica con sede en Tubinga, Alemania, que desarrolla terapias basadas en ARN mensajero con el objetivo de crear vacunas para enfermedades infecciosas. El ARN mensajero o ARNm es el ácido ribonucleico que transfiere el Código Genético del núcleo celular a un ribosoma en el citoplasma, es decir, el que determina el orden en que se unirán los aminoácidos de una proteína y actúa como plantilla o patrón para la síntesis de dicha proteína.
A mediados de marzo, el gobierno de Angela Merkel acusó al presidente Donald Trump de haber intentado apropiarse de un proyecto de vacuna contra el nuevo coronavirus desarrollado por CureVac, y advirtió que hará todo lo posible para que sea desarrollado en Europa. "Los investigadores alemanes desempeñan un papel de primer nivel en el desarrollo de medicamentos y vacunas y no podemos permitir que otros busquen procurarse la exclusividad de sus resultados", criticó el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, en una entrevista publicada el 16 marzo por el grupo Funke.
La noticia salió a la luz en un medio germano, el Welt am Sonntag[iii], que se publica en Berlín los domingos y todo hace presumir que se trató de una filtración de las autoridades del gobierno de Angela Merkel. Según ese medio, Trump está intentando alguna forma de compra de los derechos exclusivos para Estados Unidos de la vacuna que investiga el laboratorio CureVac.
El tríptico concentración, globalización y financiarización está en el origen de todas las guerras y catástrofes económicas, financieras, sanitarias, ecológicas que hemos conocido y que conoceremos, sostiene Maurizio Lazzarato[iv].
El sociólogo italiano sostiene que la agricultura industrial es una de las principales causas de la explosión de los diversos virus que la humanidad está padeciendo. El modelo Agricultura 4.0, es una nueva centralización del capital a manos de los oligopolios generalizados. Con semillas resistentes, productos químicos y el crédito, los oligopolios controlan la producción en las fases iniciales. En las fases posteriores, la eliminación de los productos podridos y la fijación de los precios no está determinada por el mercado sino por la gran distribución que los fija de forma arbitraria, privando de mercado a los pequeños agricultores independientes.
El control corporativo y tecno científico sobre la reproducción de la “naturaleza”, la deforestación y la agricultura industrial e intensiva altera profundamente la relación entre lo humano y lo no humano de la que han surgido durante años nuevos tipos de virus. La alteración de los ecosistemas por las industrias que se supone que nos alimentan está ciertamente en la raíz de los ciclos ya establecidos de los nuevos virus.
Sostiene Lazzarato “El monopolio de la agricultura es estratégico para el capital y mortal para la humanidad y el planeta. Dejo la palabra a Rob Wallace, autor de ‘Big Farms Make Big Flu’, para quien el aumento de la incidencia de los virus está estrechamente vinculado al modelo industrial de la agricultura (y en particular de la producción ganadera) y a los beneficios de las multinacionales”.
La seguridad alimentaria está en riesgo
El gigante químico BASF utiliza” Quriosity” una super computadora para acelerar el desarrollo de productos y aumentar la producción[v]. La enorme capacidad de procesamiento de “Quriosity” 1,75 cuatrillones (1 cuatrillón = 1.000.000.000.000.000) de operaciones por segundo para modelar formulaciones agroquímicas con una toxicidad adecuada para combatir las “super malezas” (malas hierbas resistentes a la acción de herbicidas como el roundup).
También los científicos de Bayer/Monsanto confían en el poder del super cómputo para rastrear qué genes están activos durante el desarrollo de una semilla de soja con el fin de diseñar nuevas variedades.
La incorporación, adaptación y posterior dependencia de las tecnologías sociales de Big Data está facilitando convergencias intersectoriales que eran inviables y apenas imaginables a principios del siglo XXI. Así, los gigantes estadunidenses Google (Alphabet), Apple, Amazon, Facebook, Microsoft y los chinos Baidu, Alibaba, Tencent y Xiaomi se integran en “negocios estratégicos” con las corporaciones Bioquímicas y/o Bioinformáticas.
El citado informe del grupo ETC describe que: Los comerciantes minoristas de alimentos quieren saber quién está comprando, qué están comprando, a qué precio y qué pueden ser persuadidos a comprar. Los minoristas ya son expertos en recopilar información de los consumidores a través de programas de lealtad del cliente, pero también quieren fomentar, llenar y entregar pedidos en línea mediados por plataformas de comercio electrónico.
Para hacer todo eso, los negocios reales han empezado a convertirse en “centros de satisfacción” y los minoristas dependen cada vez más de la robótica y la inteligencia artificial, así como de los servicios de pago digital.
Los principales expertos en “New Retail” (término acuñado por Jack Ma CEO de Alibaba) Amazon y Alibaba, junto con el gigante chino líder en videojuegos Tencent, están luchando por el dominio en el mercado de los comestibles.
La adquisición por parte de Amazon de las cadenas de tiendas Whole Foods, que luego se vincularon a su servicio en línea Amazon Prime; y la reciente venta por parte del gigante francés de supermercados Carrefour del 80% de su negocio con sede en China a Suning, una cadena de puntos de venta de productos electrónicos que cuenta con cerca de 9 mil locales en toda China.
Alibaba posee una participación del 20% en Suning, que, a su vez, tiene sus propias inversiones en Alibaba; dan muestra de los movimientos por el dominio intersectorial del mercado.
Para completar esta parte del mapa tenemos a Earth Bank of Codes (EBC), coordinado por el Foro Económico Mundial (FEM o Foro de Davos) que busca mapear los activos biológicos de una región del Amazonas y codificar sus derechos de uso para las comunidades agrícolas, la industria de alimentos y los investigadores de centros y universidades internacionales.
Esta plataforma de software, registra los activos biológicos y bio miméticos (propiedad intelectual derivada de las funciones y procesos de la naturaleza) y permitirá el seguimiento de su uso y la distribución beneficios.
El sistema de Bio Comercio global, es un producto impulsado por las empresas conocidas como las GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft).
Earth Bank of Codes está relacionado con un proyecto más amplio, Earth BioGenome, cuyo objetivo para el 2030 es secuenciar los 1,5 millones de especies de plantas, animales y organismos unicelulares que hay en la Tierra
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) de Costa Rica y la corporación tecnológica Microsoft establecieron “una relación estratégica” que facilitará la implementación de tecnologías disruptivas en el sector agrícola del continente americano.
El Director General del IICA, Manuel Otero, y el presidente de Microsoft Latinoamérica, César Cernuda, fueron los encargados de firmar el acuerdo denominado Alianza Digital Educativa para Las Américas, cuyo objetivo es implementar numerosas iniciativas en el campo de la digitalización de la agricultura, sus semillas y utilizar la plataforma tecnológica de Microsoft para atender las necesidades claves de innovación en la cadena de valor de los actores y del ecosistema del sector agropecuario.
La Internet de las Cosas, el Big Data, la Inteligencia Artificial y el Blockchain son los pilares para la redefinición digital del mundo. Con estos componentes avanzan en la digitalización del agro y la ganadería.
El Big Food y el Big Data se expresa en las convicciones de Cernuda, “La agricultura, como base de la existencia humana, no puede reducirse más a la agricultura tradicional (manual); debe ser innovadora, inteligente, más productiva y rentable, y a la vez sostenible. Todo esto solo se puede lograr con la ayuda de las herramientas de Tecnologías en Información y Comunicación que hay ahora y que se están desarrollando de cara al futuro”.
El acuerdo de 2018 se extendió, en abril de 2019 e integraron a Global Hitss subsidiaria de American Móvil, para ofrecer aplicaciones (app) de software. La alianza se orienta inicialmente a los productores agropecuarios de la región noroeste de Argentina y Brasil. Las apps que ofrecen son para la gestión de agua y el manejo de enfermedades y de plagas, mientras que los agricultores brasileños contarán con chatbots para ayudarlos a resolver dudas sobre sus plantaciones.
El informe “Tecno-Fusiones comestibles”[vi]. Mapa del poder corporativo en la cadena alimentaria” producido en noviembre de 2019 por el grupo ETC, destaca ejemplos concretos del uso generalizado de la información digital por parte del Big Food y Big Ag (la gran industria agrícola) en toda la cadena alimentaria.
Las empresas recurren cada vez más a Big Data, especialmente a través de las tecnologías basadas en internet para conocer el gusto de los consumidores y generar nuevas fuentes de ingresos, aumentar los beneficios y realizar una producción orientada.
La hora de los Estados: el cuidado de lo público
Los dividendos de la disrupción tecnológica están concentrados en las multinacionales de matriz digital como las GAFAM y las Bio Corporaciones.
No todos los actores de la Agricultura 4.0 van a beneficiarse en igual medida. No se trata únicamente de los beneficios del dinero sino y sobre todo de consolidar el poder de la redefinición digital de la vida, el registro de toda vida compleja.
Es necesario adoptar medidas en el plano político y normativo a efectos de maximizar los beneficios y minimizar los posibles riesgos, garantizar la propiedad y soberanía de los datos y el uso equitativo de las patentes por el derecho a la tierra.
Los proveedores de servicios que comercializan sistemas agrícolas digitales y plataformas de almacenamiento de datos son proveedores que funcionan en la lógica de rentabilidad capitalista.
No existen regulaciones normalizadas que rijan la propiedad de los datos generados y recopilados por la maquinaria y la tecnología en la explotación agrícola y ganadera, y es necesario asegurar al agricultor la propiedad y soberanía sobre los mismos.
Los gobiernos de la región deben garantizar seguridad al posible uso inadecuado de los datos por el proveedor de servicios y maquinarias de la Agricultura 4.0, como el uso de los datos por terceros para validar los datos con que se entrenan los algoritmos de predicción.
Esto requerirá una política nacional y regional para elaboración de un marco normativo. Además, la propiedad de los datos ha de debatirse y reglamentarse más en relación con la promoción y uso de datos de libre acceso y la mitigación de las inquietudes en materia de seguridad y vigilancia.
Con la digitalización de la vida cotidiana, los datos se transforman cada vez más en un bien económico, y con ello su valor aumenta. En consecuencia, la soberanía sobre los datos, que puede definirse como el control que ejercen las entidades (países y personas físicas y jurídicas) sobre sus datos, se convierte en un desafío que requiere más reglamentación y un gobierno público y efectivo.
Las fusiones entre las corporaciones de la cadena agroindustrial y los acuerdos con las GAFAM, configuran un monopolio sin precedentes, el avance disruptivo de la digitalización de los procesos agrícolas está impactando en la agricultura y la alimentación en todo el mundo.
A este fenómeno la industria le ha llamado Agricultura 4.0. El control mediante plataformas de datos masivos y automatización se extiende sobre los factores más importantes de la seguridad alimentaria mundial.
Las TIC, la Bioinformática, la Nanotecnología y la Tecnología de maquinarias de la producción agropecuaria y ganadera no deberían incorporase en nuestros países sin regulaciones políticas que cuiden el bien común y el derecho y bienestar de las comunidades productoras.
Estamos asistiendo a una realidad global. Estas multinacionales tecnológicas y monopólicas descuidan el bien común y los derechos de los trabajadores en beneficio propio.
Una cuestión es la tecnología y los beneficios que podemos obtener y otra cuestión es el entorno político tecno corporativo desde donde se introducen estas tecnologías.
Los ingenieros y científicos que participamos de estas configuraciones del hacer, debemos asumir la politización de nuestra práctica laboral ya que sus efectos en la sociedad y la vida humana son determinantes.
No somos responsables de las decisiones corporativas, pero seremos responsables del silencio aprendido en la cultural neo liberal. Somos Ciudadanos que ejercemos un conocimiento y una práctica laboral.
El futuro ya está aquí, esta desigualmente distribuido. La crisis sanitaria actual solo muestra la cara del mercado. Hoy: es la hora de los pueblos.
- Alfredo Moreno, Computador Científico. Profesor de TIC en Universidad Nacional de Moreno, Argentina
@ticdata2
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