Rol, características y propuestas: lucha sindical en Costa Rica
- Opinión
Si partimos de la definición clásica y capitalista de Sindicato, que atiende a “una asociación permanente de trabajadores, cuya finalidad es defenderlos y negociar con los empresarios sobre salarios y otras condiciones laborales, así como un cártel o monopolio destinado a obtener los máximos beneficios para sus miembros”, pareciera cómo la única gestión de los sindicatos, y parece ser la actitud de los sindicatos costarricenses, cuando solo luchan y van a huelga, cuando se trata de reivindicaciones salariales y mejoras en sus puestos de trabajo.
Antes de ahondar sobre este asunto planteado inicialmente, veamos en general, cual es el estado de los sindicatos en América Latina, y creemos, es muy parecido en Costa Rica, a excepción de los sindicatos en los países con orientación socialista.
Los sindicatos, lejos de contar con redes capaces de articular vertical y horizontalmente las organizaciones y sus miembros, han preferido un marcado aislamiento, dentro de una estructura sindical piramidal, arcaica y desgastada, cuya fuerza descansa en la concentración del poder en la cúpula, junto a una gran dispersión y atomización en la base.
Respecto a la conducción sindical, han sustituido los fines esenciales de la lucha de los trabajadores y trabajadoras por objetivos ajenos a su naturaleza histórica, como abandonar la agenda de clase, subordinarse a líneas partidistas y de gobiernos, además de su incapacidad para transformarse, renovarse y responder a los cambios estructurales que plantea el mundo del trabajo.
El sindicalismo y la clase trabajadora aún no encuentran políticas, estrategias, ni acciones globales para responder a esa dinámica y reconducirla en sus objetivos, lo que evidencia la irrecuperabilidad de las centrales sindicales por falta de respuestas y de propuestas en lo estratégico y programático.
El agotamiento sindical ha creado ausencia de espacios para el debate y fomentado luchas internas entre los sindicalistas de base que solamente han contribuido con la desarticulación de las organizaciones. El sindicalismo está tremendamente debilitado y fragmentado, no solo por sus diferentes perspectivas ideológicas, y más que todo personales.
En el caso concreto de Costa Rica:
El sindicalismo vive de recordar y añorar, logros obtenidos y de tratar de perpetuarlos. Parece que la única arma de lucha es la huelga.
No hay una articulación entre los sindicatos y los partidos políticos. Los sindicatos trabajan por su cuenta, aislados de las luchas reales del pueblo.
Los líderes sindicales costarricenses, no logran una empatía con el pueblo.
La formación ideológica (si la hay), sólo es para los agremiados, no habiendo conexión con las bases populares.
Entienden por bases populares a sus miembros.
Mientras sólo se piense, recalcamos, en las reivindicaciones salariales a sus miembros, no se puede avanzar, en un posible protagonismo de los sindicatos, en procura de derechos para los trabajadores y para el pueblo.
El pueblo costarricense, no ve en el sindicalismo, un referente para lograr sus derechos, anhelos y logros reivindicativos sociales, más allá de lo salarial.
Propuestas de un sindicalismo alternativo:
El sindicalismo costarricense debe incursionar, en otros campos de la vida social, como las luchas y defensa de las condiciones de nuestras comunidades.
Incursionar en las condiciones sanitarias, no sólo del sindicato en sí y sus agremiados, sino de la comunidad-pueblo pobre.
Incursionar en los conflictos sociales de los transportistas.
Incursionar en el apoyo a las causas de los estudiantes.
Incursionar en el interés por combatir la inflación.
Incursionar en la elaboración de leyes y proponerlas.
Incursionar en el diseño de la Economía Nacional o en Política Económica (propuestas).
Incursionar en la conformación de Partidos Políticos, con la idea de tomar el Poder político nacional.
Otros elementos propositivos para la discusión y el debate:
El sindicalismo debe preocuparse por aumentar la producción: de ideas, de insumos, de herramientas, de propuestas, y otras. Pero su principal labor, lo que define su nuevo papel, es lo que hace como promotor de la producción. Porque hoy, el mejoramiento más rápido de las masas depende esencialmente del aumento de la producción y la productividad.
Preocuparse por cumplir con los planes económicos (donde los haya).
Preocuparse por vincular la alianza con partidos, obreros, campesinos y otros sectores de la sociedad, que sumen a la lucha por la justicia en general.
Preocuparse por elevar la conciencia de clase, revolucionaria y socialista de todos los trabajadores, agremiados y base popular.
Por supuesto, preocuparse por las condiciones de trabajo de la clase trabajadora.
Preocuparse por el recto cumplimiento de las leyes dictadas por el gobierno nacional, y la observancia de los reglamentos (siempre que sean cónsonas con el beneficio general para el pueblo).
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