Escasez de efectivo. ¿Preludio de golpe económico?
- Opinión
Como ciudadano de a pie, y aprovechando la oportunidad que me conceden generosamente algunos espacios de publicar modestas opiniones, que tratan de reflejar y expresar el sentir de muchas personas, he venido expresando en mis más recientes escritos, las preocupaciones del venezolano y venezolana común, de aquellos a los que altos personeros del Ejecutivo Nacional y del Estado tal vez no tengan tiempo de leer o escuchar su sentir. Y es importante, ante estos escenarios de dificultades, oír, pero sobre todo, atender las necesidades de un pueblo.
Camino las calles de la capital de la República, Caracas, la reina del Waraira Repano. Y sobre todo, hay una situación que me he permitido tomarla como un indicador de algo grave, y que es necesario advertir a las autoridades, antes de que puedan presentarse situaciones que más adelante pudiéramos lamentar.
Desde hace un poco más de dos semanas, he venido observando a lo largo y ancho de parroquias como La Candelaria, Avenida Urdaneta, y casi llegando a las cercanías del propio Palacio de Miraflores, donde hay varios cajeros automáticos de bancos del sector público, y alguno que otro del sector privado, el incremento de las colas en los cajeros automáticos. Presumo que dicho incremento tendrá que ver con la escasez de efectivo que viene presentando nuestro país.
Esto pudiera activar un conjunto de focos de protesta nada más y nada menos que en las adyacencias de Ministerios como Interior, Justicia y Paz, Agricultura Productiva y Tierras, Economía y Finanzas, la Vicepresidencia Ejecutiva de la República y adyacencias del Palacio de Miraflores como lo he señalado. Eso sin contar que la protesta legítima y válida producto de esta situación displacentera pudiera ser aprovechada por factores de la oposición, en el marco de la agenda de conflictividad social, tendiente a propiciar el derrocamiento del actual Gobierno Bolivariano.
Sin duda, apoyo los señalamientos de Reinaldo Taimaris, licenciado en economía social quien generosamente nos comparte sus aportes, el problema de la escasez de efectivo es una situación que está generando graves dificultades a la población y en consecuencia agudiza el problema económico. Para nadie es un secreto que los banco; públicos y privados, mantienen una especie de corralito financiero muy ortodoxo, al crear mecanismo para entregar efectivo de manera muy controlada. Esta situación posiblemente obedece a una política monetaria que busca mitigar la salida del efectivo venezolano a otras latitudes; caso específico Colombia.
También, como me lo señala mi camarada Yajaira Briceño, excelente camarada muy vinculada al tema productivo en nuestro país, los problemas económicos por los que estamos atravesando no son exclusividad del tema de las sanciones. Desde el diseño del modelo económico, pasando por políticas, programas y proyectos durante los últimos años, hemos venido dando tumbos. Mientras el petróleo estuvo alto, no hicimos el trabajo que debíamos haber hecho. La no continuidad a programas que estaban funcionando como las compras del Estado para apalancar las PYMES, públicas, comunales y hasta privadas que se activaron del 2003 al 2007 con un gran esfuerzo nacional, empezaron a desplomarse a partir de ese año. Las importaciones debilitaron el poco aparato productivo, alimentaron aún más la corrupción, entregando divisas preferenciales a empresas de maletín (y de la que está pendiente una investigación); presencia de gente sin competencia para dirigir empresas productivas, donde en vez de realzar e incorporar a trabajadores de manera organizada a gestionar las mismas a fin de avanzar en nuevas relaciones sociales de producción y desarrollar las fuerzas productivas han contribuido a los resultados que tenemos.
Igualmente coincido con Yajaira cuando uno avizora que estos últimos años ha sido verdaderamente difícil perfilar un equipo económico que le hable al país de forma clara y donde el Presidente Maduro se apoye, pese a contar con excelentes profesionales en la materia, cabría preguntarse si lo que estamos viviendo actualmente está hecho para facilitar el caos y facilitar el nuevo Estado. Solo el tiempo nos dirá si esta interrogante tendrá o no respuesta.
Pero, volviendo al tema de la escasez del efectivo, como lo expresa el buen amigo y camarada Carlos Colina Yánez, ex parlamentario de nuestra Asamblea Nacional. El bolívar pasó a convertirse prácticamente en una moneda virtual, al igual que los sueldos y salarios. De nada nos servirán los aumentos, bonos y otras ayudas del Ejecutivo Nacional si no se controla la voracidad monetaria y se despliegan un conjunto de acciones concretas y específicas por parte del mismo Estado. Una parte del problema, y coincido en esto con Colina Yánez, estaría en determinar quienes dentro del propio gobierno negocian, trafican y se enriquecen a costa de la miseria de los venezolanos, y sancionarlos con todo el peso de nuestras leyes.
Y volviendo a los planteamientos de Tamaris, sin duda el efectivo es actualmente todo un negocio especulativo, en el cual unos pocos se lucran ofreciéndolo a cambio de una comisión; muchas veces extremadamente alta. Este negocio se realiza tanto para la venta como para la compra, si una persona necesita de efectivo, debe pagar a veces hasta un 100% sobre el monto solicitado (venta) y por otro lado esta quienes compran efectivo a cambio de una comisión, el efectivo se lleva a un lugar convenido, dejan el efectivo y a cambio le hacen una transferencia (compra); monto mas comisión, esta última modalidad es la usada para sacar el efectivo de nuestras fronteras.
Tamaris nos recuerda el circuito económico que se sigue para la circulación del dinero en efectivo, y que en alguna oportunidad explicó Mario Silva en su programa “La Hojilla”. Me permitiré citar al economista en este artículo, a efectos de refrescar sus planteamientos: “Esta situación descrita arriba de manera muy sencilla, es producto del quiebre que sucede al no completarse el circuito económico financiero, modelo que explica como las transacciones financieras entre los tres agentes económicos y la banca se relacionan. A través de este modelo se puede observar que el dinero cumple un ciclo al pasar entre las manos de los tres agentes económicos; Gobierno, empresas y familias, y regresa nuevamente a su punto de origen; el banco. Los bancos entre sus funciones cumplen con la de reciclar o reutilizar el dinero en efectivo, y para cumplir con esta función, este efectivo debe regresar al banco a través de la transacción del depósito bancario.
Cuando las familias perciben sus ingresos; ya sea a través de la venta de su fuerza de trabajo o mediante la inversión social del estado, está la reciben mediante las transacciones que hacen los bancos; públicos o privados, a las diferentes cuentas que poseen las personas. Ya con el dinero en sus cuentas, estas personas se dirigen a los bancos a solicitar efectivo para poder pagar bienes o servicios que son en efectivo. Es aquí en donde comienza el problema; los comercios, personas (buhoneros), servicio de transporte, entre otros, quienes reciben este efectivo no cumplen con el circuito; ya que no hacen los respectivos depósitos de ese efectivo, sino al contrario, se quedan con el efectivo para contribuir al negocio ya antes descrito.
Seria despectivo decir que estas personas son conscientes de esta situación, muy posiblemente esto obedece a las consecuencias de la guerra psicológica y económica a la que el pueblo está expuesta, y que ha generado en la gran mayoría una respuesta en donde el uso de la razón está limitado y solo se piensa visceralmente, solo se responde en función de sobrevivir a la mala situación que se está viviendo. La necesidad motiva a los pueblos a buscar la solución a sus problemas, el individualismo se acrecienta y no se miden las consecuencias de los actos”.
Y me sumo a la propuesta de Tamaris, de que el Gobierno Bolivariano, a través de sus instituciones correspondientes (SUDEBAN dixit), determinen como han disminuido los depósitos en efectivo y en cuanto porcentaje han descendido. Asimismo, deben generar mecanismos de control para que personas naturales y jurídicas no desvíen el efectivo que reciben en pago por los bienes y servicios que ofrecen, y que dicho dinero pueda retornar al sistema financiero como debe ser lo adecuado. Y la necesaria formación e información al pueblo acerca de estas malas prácticas que solo benefician a unos pocos en perjuicio de la mayoría.
Abogado, activista por los Derechos Humanos, militante revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas
http://juanmartorano.blogspot.com
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@juanmartorano
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