Todo parece indicar que en el legado del Premio Nobel de la Paz será necesario destacar las Órdenes Ejecutivas que ha firmado, que de acuerdo con la numeración de esta que estamos comentando ya son más de 13,000.

Las Órdenes Ejecutivas han sido utilizadas tanto en problemas de política interna como en los de política exterior. De acuerdo con lo establecido en el Manual de Gobierno de Estados Unidos, pudiéramos definir de esta forma la Orden Ejecutiva:

 La Orden Ejecutiva es una herramienta utilizada por el Poder Ejecutivo en Estados Unidos para aprobar leyes cuando no se tiene o solicita la aprobación del Congreso. La práctica se remite a la Constitución estadounidense, que concede al cargo de presidente amplias competencias ejecutivas con grandes poderes. Si bien la aprobación de leyes por decreto no está explícitamente contemplada en la Carta Magna, tampoco está explícitamente prohibida y es práctica común desde el primer presidente George Washington.

La Orden Ejecutiva aprobada por el presidente tiene rango de ley. No precisa de la aprobación del Poder Legislativo (de las cámaras) y, como toda ley, podrá ser revisada por los tribunales y no debería atentar contra otras leyes en vigor o la propia Constitución. El Congreso no tiene la potestad de suspender estas leyes o declararlas inválidas, pero sí puede aprobar otras que limiten su ámbito de actuación.

Ante dichas limitaciones, el presidente podría interponer su veto y, para levantar ese veto presidencial, sería necesaria una mayoría de dos tercios en ambas cámaras del Congreso. Es decir, en el Senado y en la Cámara de Representantes. Tales mayorías son poco frecuentes y por eso, la mayoría de las Órdenes Ejecutivas suelen seguir en vigor hasta el final de la legislatura del presidente en el cargo. Después, su sucesor podría o no  revocar el decreto del antecesor.

Las Órdenes Ejecutivas del presidente suelen ser criticadas por la oposición e incluso por algunos diputados del partido en la presidencia, puesto que limitan el papel del Parlamento como órgano legislador. Sin embargo, es y seguirá siendo un instrumento importante del Gobierno estadounidense. Sobre todo en lo referente a leyes consideradas necesarias por el presidente cuando no tiene los apoyos necesarios en el Congreso. Todas las Órdenes Ejecutivas de todos los presidentes se identifican por un número.

 Recordarán que cuando el señor Obama quiso recrudecer su guerra contra Venezuela, firmó la Orden Ejecutiva 13692 de 8 de marzo del 2015, renovada en el 2016, donde se planteaba “emergencia nacional” por considerar que la República Bolivariana de Venezuela constituye “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos”.  A pesar de lo injusto y equivocado de este planteamiento, además de las protestas de muchos países por el mismo, como la designación juega con los planes estadounidenses de agresión, desestabilización y tratar de eliminar el gobierno legítimo de Venezuela, la designación se ha mantenido.

 Cómo Cuba no puede estar ausente de cuanta lista confecciona Estados Unidos para sancionar y limitar los derechos soberanos de nuestra nación, para promover la subversión interna y mantener su objetivo de destruir la Revolución Cubana, tampoco lo ha estado en las Ordenes Ejecutivas firmadas por el Premio Nobel de la Paz.  Un ejemplo de ellas fue la que firmó el 11 de septiembre del 2015 donde mantiene la inclusión de Cuba en la Ley de Comercio con el Enemigo.

Lo interesante de todo esto, es que el único país afectado por dicha Ley, es Cuba, por lo tanto somos el único ENEMIGO oficialmente reconocido por Estados Unidos.  Esto evidentemente, es un HONOR para todos los cubanos.

Como el tema de nuestro artículo es la Orden Ejecutiva no 13603 firmada por el señor Obama, no los demoro más en que conozcan a que se refiere la misma.

 Primeramente, no se le ha dado mucha publicidad, debido al efecto que pudiera causar en el pueblo estadounidense y en toda la retórica que el propio Obama y los defensores del sistema con frecuencia utilizan para hablar de las libertades, los derechos humanos y la democracia representativa.

La Orden Ejecutiva en cuestión establece las regulaciones necesarias para en el momento en que Obama lo considere conveniente incrementar el control del gobierno sobre la vida y propiedades de los ciudadanos e inclusive la posibilidad de implantar en el país la ley marcial.

 El periódico Washington Times alertó sobre el asunto.

“La Orden Ejecutiva 13603 (Preparación de los Recursos para la Defensa Nacional) establece que, en caso de guerra o emergencia nacional, el gobierno federal tiene la autoridad para ocupar todos los aspectos y recursos de la sociedad estadounidense. Comida, reses y otros animales, equipos agrícolas, equipos de manufactura, industrias, energía, trasportes, hospitales, establecimientos médicos y de salud, recursos hidráulicos, medios de defensa, equipos de construcción, todo lo cual estará bajo el control del presidente Obama. La Orden da poderes al presidente para utilizar y distribuir estos recursos en la forma que considere necesaria durante la crisis nacional.”

 Dos observaciones iníciales sobre esta Orden Ejecutiva. 

-No menciona los bancos ni el dinero, al parecer por no buscarse problemas con la elite financiera que domina el país, la cual no desea ni la mínima equivocación con sus intereses.

-Después de conocer la Orden Ejecutiva de Obama, pudiera proponerse la canonización de Donald Trump.

29 de mayo del 2016.

- Dr. Néstor García Iturbe es editor del boletín electrónico El Heraldo (Cuba) sarahnes@cubarte.cult.cu