De acuerdo en que los derechos humanos son de estricto cumplimiento para todos sin excepción, pero de ahí a implementarse una campaña mediática para cambiar el estatus de presunto delincuente de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo Guzmán”, a víctima de las autoridades, hay una distancia enorme o un salto al precipicio insondable de los que pocos se salvarán.

Como a todos nos consta se ha iniciado una campaña mediática, seguramente muy bien aceitada, para favorecer al capo del Cartel de Sinaloa, misma que está basada en presentar al “Chapo”, como un débil sujeto víctima de todos los abusos de las autoridades.

Antes se criticó a rabiar la negligencia de las autoridades por no implementar las medidas necesarias para evitar las fugas, ya van dos, de Joaquín Guzmán Loera, ahora que fue recapturado por segunda ocasión en esta administración, se lanzan toda clase de ataques contra las autoridades penitenciarias por corregir los errores habidos y, de acuerdo a los protocolos imponer una severa vigilancia al reo más evasivo y peligroso de los últimos tiempos en el mundo.

Recursos económicos le sobran al preso más vigilado del mundo. Su maniobra de corrupción es enorme, puede comprar voluntades de todos los niveles y de todos los estratos sociales.

Miembros de la farándula, no le faltan; de los medios, le sobran; abogados, le surgen a granel, mismos que llevan a cabo una risible huelga de hambre. Parientes le surgen por generación espontanea. Una hija, hasta el momento putativa, próspera en los negocios en Estados Unidos, quien lanza toda clase de acusaciones sin prueba alguna y sin embargo sus dichos tienen la más amplia difusión.

A tal grado que el comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, tuvo que salir a la palestra para corregir rumbos al asegurar que el compromiso del gobierno de la República es que Joaquín El Chapo Guzmán sea castigado “con todo el peso de la ley”.

“Ni treguas, ni alianzas, ni pactos con el crimen”, dijo el comisionado Sales Heredia, en la lectura de su mensaje.

Y pidió, cuando debería ser exigencia, “no olvidar que Joaquín Guzmán Loera es un delincuente que ha dañado severamente a nuestra sociedad y que sus acciones han envenenado a jóvenes y causado la muerte a muchos mexicanos. Todos ellos son familias que merecen justicia”.

De acuerdo con Sales Heredia, “las recientes y frecuentes apariciones de personajes o familiares del narcotraficante del cártel de Sinaloa se debe a una “estrategia mediática” cuyo principal objetivo es deslegitimar a las instituciones”, y anunció que esos pronunciamientos tendrán una pronta respuesta por parte de la Procuraduría General de la República, misma que urge para poner orden y a cada quien en el lugar que le corresponde.

Teodoro Rentería Arróyave

Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx