La Asamblea Nacional instalada el pasado 05 de enero, y que cumplirá funciones durante el periodo 2016-2021, llegó al  poder gracias a la difícil situación económica, al descontento y la confusión generada por una Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que prometió repetida y continuamente ser la “solución a los problemas del país”, mediante la generación de “rápidas” soluciones como la mediática pero hasta ahora fantasiosa “ley cero colas”.

Infinidad de veces escuché a varios, hoy diputados, opinar sesudamente sobre los problemas que afectan al pueblo venezolano, además de ofrecer innumerables soluciones como dignos expertos en temas económicos, políticos, fiscales y monetarios; desde el más inepto (aquel o aquella que tiene dos décadas en la universidad), hasta el más burgués (ese que tiene importantes acciones en empresas y propiedades tanto dentro como fuera del país), todos concordaban en algo: Ser una respuesta inmediata, pronta y veloz para el pueblo, al punto que prometieron en su carácter más populista realizar “la ultima cola” el día 06-D.

En su discurso siempre con tono conciliador y pausado jamás se escuchó centrarse en efectuar abiertamente un golpe de estado, ni en revertir el orden constitucional, mucho menos generar temor, zozobra e inquietud poniendo a rodar mensajes de supuestos alzamientos militares, tampoco echar a patadas de los espacios de la AN los cuadros de Bolívar, o crear todo un circo con Lilian Tintori, Luis Chataing o el perreador “Nacho” como payaso especial de función.

Quienes creyeron en los que, siendo lo más asqueroso y recalcitrante del pasado, pregonan ser “lo nuevo”, esperaron que en un corto tiempo la Asamblea Nacional aportará propuestas para un pueblo que ve como día a día su poder adquisitivo se ve menguado mientras las grandes empresas hacen y deshacen con precios astronómicos que aumentan de forma grotesca, aprovechando las distorsiones que en este momento pululan en la estructura económica venezolana.

A la fecha, la realidad de la calle, la opinión de chavistas, antichavistas y ni-ni, así como las principales encuestadoras del país concuerdan en que los principales problemas que más aquejan al venezolano son los siguientes: 1.- Alto costo de la vida; 2.- Escasez; 3.- Inseguridad; 4.- Corrupción e impunidad.

Efectuando un pequeño ejercicio de calificación en base a las, hasta ahora, “soluciones” aportadas por una mayoría que aún parece embriagada de poder y que no da muestras de haber aprendido del “efecto Carmona”, ese que pensó que ya era dueño y señor del país, ese que pensó que podía jugar con la paciencia de un pueblo, vemos como su prioridad es defender a los factores más rancios y corrompidos del poder, veamos:

1. ALTO COSTO DE LA VIDA: Lo más cercano y cínico para mejorar el ingreso del pueblo trabajador fue lo mencionado por el Presidente de la AN, Diputado Henry Ramos Allup, quien insinuó incrementar el sueldo de los diputados pues “ganan muy poco”. A la fecha, se han encargado incluso de evaluar de forma negativa los incrementos salariales anunciados por el Ejecutivo. Como dignos defensores de empresarios e importadores de oficio, la Asamblea Nacional no ataca la manera delincuencial en que el sector privado aprovecha los aumentos salariales para maximizar sus ganancias.

2. ESCASEZ: Más allá del discurso politiquero y acusador no ha habido ni una sola acción encaminada a generar aportes para minimizar la escasez. Su discurso incluso justifica la burla que grandes empresas como Polar tienen contra el pueblo; pareciera que la bancada de la MUD desconoce que el 75% de la distribución de alimentos la efectúa el sector privado reunido en la Asociación Nacional de Supermercados y Automercados (ANSA) y la Cámara Venezolana de la Industria de los Alimentos (CAVIDEA), dos grandes grupos que ni siquiera mencionan en sus encendidas acusaciones.

3. INSEGURIDAD: Para la nueva Asamblea Nacional es y ha sido más importante desvelarse preocupadamente por la forma, el método y el plazo de tiempo en que van a hacer el Golpe de Estado contra el Presidente legítimamente electo. La única INSEGURIDAD que demuestran es por el método que quieren acabar con la Revolución: Que si por referéndum o por vacío de poder, que si por destitución del TSJ o con la ayuda de intervención extranjera, que si reactivando las guarimbas o antes sacando a Leopoldo, etc., etc., etc.

4. CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD: Al contrario de combatir y atacar este mal que tanto aqueja al país, y en lo cual concuerdan tanto chavistas, como antichavistas y ni-ni, la actual Asamblea Nacional ha dedicado “intensas” jornadas de trabajo a estudiar la forma en que van a sacar de la cárcel a pillos, estafadores, usureros, asesinos, terroristas violadores y hasta narcotraficantes. Acción totalmente alejada de la realidad y de las esperanzas de un país que desea ver a corruptos de rojo, de amarillo, de verde y de azul tras las rejas. Lamentablemente la bancada de la MUD lucha esforzadamente por “liberar” a cuanto vagabundo aprovecha la coyuntura para autodenominarse “preso político”.

En conclusión y tratando de hacer una evaluación cercana a la objetividad, tenemos una Asamblea Nacional que se encuentra a espaldas del pueblo, que no vive, ni le interesa vivir sus penurias, que no siente sus problemas, que no padece sus temores, que aprovechó la confusión para apoderarse de un importante espacio de poder y así ponerlo al servicio de los intereses oligárquicos nacionales y extranjeros que pretenden adueñarse de las inmensas riquezas minerales y gasíferas.

- Oscar Javier Forero es Economista social e investigador, @oscar_forero83 - Oscarjforero83@hotmail.com