El Bipartidismo se impone

12/02/2016
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 honduras bipartidismo
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Hay una creencia generalizada entre analistas políticos que el Partido Liberal de antaño no es el mismo hoy. Se busca donde ocurrió este quiebre y el argumento más convincente es la vuelta a la democracia electorera en 1982. Esta abrió con más fuerza el espacio a los llamados “líderes caudillos” que incluso algunos después de pasar por la presidencia de la República, siguieron manipulando a los dirigentes de base del partido y diputados al Congreso de la Republica. Hoy cuando se habla de estos últimos,  las bases liberales lo asociación con una pertenencia de los caudillos. Tantos diputados son de Flores, tantos de Michelleti, tantos de Yani, tantos de Elvin.

 

Los dirigentes liberales  actuales y diputados al Congreso Nacional conocen muy poco de la doctrina liberal, mucho menos su ideología y diferenciación de su tradicional adversario tildado de conservador. En plena votación  para elegir a los nuevos  magistrados de la Corte Suprema de Justicia, un diputado liberal manifestó que el siguió la línea del partido ya que sus amigos son los diputados del Partido Nacional y sus enemigos del partido LIBRE y PAC, aunque lo que estaba haciendo con su voto era allanar más el camino para la reelección presidencial del actual mandatario Juan Orlando Hernández.

 

El proceso de elección de la nueva Corte Suprema de Justicia estuvo viciado desde el inicio, pero esas eran las reglas establecidas por el Bipartidismo. Tal como lo expresó Salvador Nasralla, líder de PAC, se dejó mucho profesional capacitado y honrado fuera de la competencia ya que la lista de los quince (15) aspirantes ya había sido cocinada con tiempo por los caudillos de los partidos tradicionales, lo cual no varió en la votación por mucho cansancio de los diputados al  repetirse  un proceso de votación  consumado. Incluso la disciplina de los diputados liberales llegó al extremo de no pedir una depuración de la lista de los quince (15) como lo solicitó PAC, pero también no exigir con mayor fuerza la presidencia de la Corte Suprema de Justicia para quién obtuvo el mayor número de votos.

 

A final el Bipartidismo se impuso de nuevo, pero esta vez la presidencia de la Corte Suprema de Justicia le corresponde por acuerdo entre caudillos al Partido de Gobierno, que también controla los otros poderes del Estado. Los llamados liberales clásicos como Stuart Mill eran contrarios a esta práctica, en tanto el poder concentrado en una solo persona conduce a la tiranía.

 

El argumento de los diputados liberales, en especial de su jefe de bancada, Gabriela Núñez, es que se lleva a los mejores hombres y mujeres, por lo que el pueblo no debe temer; el problema es que son ocho (8) del partido nacional y siete (7) del partido liberal y solo un milagro puede hacer que uno o dos diputados de los nacionalistas voten en contra de la línea de su partido o presidente de la República. Que dirá Gabriela Núñez cuando se  ratifique lo de la reelección presidencial  por la Corte Suprema de Justicia ¿Acaso pedirá que los magistrados se retiren de las sesiones o bien  romper la alianza del Bipartidismo que  tienen en el Congreso de la Republica.

 

El gran perdedor de esta elección de los nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia es el Partido liberal; el pueblo lo empieza a ver como un partido sin ideario, ideología y “agallas”. Los caudillos asolapados en sus empresas y casas, celebran el triunfo del bipartidismo frente a las nuevas fuerzas de oposición como LIBRE y PAC, pero se pronostica un voto castigo masivo en las elecciones del próximo año. No existe en la actualidad  una fuerza interna que motive a las masas liberales, más bien lo que priva es el conformismo y una admiración exagerada al presidente Hernández por la forma de dirigir los destinos del país.

 

El partido Liberal está próximo a convertirse en un partido bisagra como son UD y Democracia Cristiana, nada más que una bisagra cara. Sin rumbo, renovación e identidad el partido camina al despeñadero. En estos momentos hay que volver a los líderes originales, leer y releer sus discursos, copiar sus formas de lucha y estrategia de negociación. El Partido Liberal pudo tener la presidencia del Congreso de la Republica pero despreció; igual hacer una mejor negociación para elegir a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y  liderar un  proceso más transparente y justo. Solo falta que desde ya se repartan los cargos en el Tribunal Superior de Cuentas y muestren su conservadurismo  para que ni LIBRE ni PAC tengan representación en el Tribunal de Elecciones donde se cocinan fraudes electorales.

 

Frente a esta perdida real (votos) de los liberales, los partidos de oposición se fortalecen,  incluso por sobre la basura legislativa tóxica (diputados mandaderos y vendidos sin partido y sin ideología política definida), y son los que saldrán gananciosos en las próximas elecciones.

 

Tegucigalpa,  12 de febrero de 2016

https://www.alainet.org/fr/node/175371?language=es
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