Refugiados, los mercaderes de la guerra y la solidaridad no son compatibles

08/09/2015
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
ninos vallas acnur ninos vallas acnur
-A +A

He trabajado 24 años para el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, el ACNUR.  Estuve 20 años y 16 días exiliado de mi país.  El refugio no me es ajeno ni en la teoría ni en la práctica. El bebé sirio dormido para siempre en la playa con su suetercito rojo clama, exige, respuestas radicales. No me refiero sólo a respuestas para otorgar refugio a quienes lo solicitan. Para ello ya el Alto Comisionado Antonio Guterres ha dicho “Europa no puede continuar respondiendo a esta crisis con un enfoque fragmentado o gradual. Ningún país puede hacerlo sólo, y ningún país puede rehusarse a hacer su parte… Circunstancias excepcionales requieren de una respuesta excepcional. Continuar como si no sucediera nada no resolverá el problema. Más de 300.000 personas han arriesgado sus vidas cruzando el Mar Mediterráneo en lo que va del año. Más de 2.600 no sobrevivieron a esta peligrosa travesía, incluyendo Aylan un niño de tres años, cuya foto ha conmovido los corazones de la opinión pública mundial”. Yo le añadiría los países ricos deben responder, los ricos deben responder, no solamente Europa.

 

Unos años atrás en nuestra casa, en Quito, recibimos a funcionarias y funcionarios de Naciones Unidas. Trabajaban en Siria, en Turquía, uno iba para Irak. Todos coincidían que era hora de “acabar con las dictaduras” de esa parte del mundo. Se referían a Muhammar el Khadaffi, a Bashar al Asad y ya había caído Saddam Hussein. No se referían por supuesto al Reino de  Jordania, a los Emiratos Árabes o a algún otro Jeque del entorno aliado de los EEUU o de los petroleros universales.  No pude controlar mis cejas ni la palabra.  La conversación derivó a otros temas, pero ingenuos o militantes en el fondo y en la superficie de sus corazoncitos humanitarios promovían esas guerras civilizatorias desde occidente.

 

El Estado Islámico es un engendro de la CIA, de los Jeques y Reyes, y la Unión Europea, con sus más oscuros servicios de inteligencia. La destrucción de Irak, el bombardeo y asesinato de Khadaffi, y la consiguiente destrucción de  Libia, la agresión contra Siria, y no olvidemos Afganistán, son parte plena y consciente de las guerras imperiales. A nadie se le ocurre no, decir: ¡paremos esto!  A nadie se le ocurre jamás mandar a perseguir de verdad a los fabricantes de armas, revisar sus cuentas en  los paraísos fiscales de esos mismos gánsteres,  arrestar a los banqueros que como en el nazi- fascismo se enriquecieron con los productores de la muerte y con los dientes de oro de los muertos.

 

La época pide un cambio. El Alto Comisionado cumple su papel y pide más ayuda, más solidaridad, más apoyo. El niño Aylán con su suetercito rojo jamás pidió refugio, él quería quedarse en casa con sus amigos y sus juguetes. La guerra imperial  lo botó de su casa. La codicia infinita mató a su hermano de 5 años, a su mamá y los 16 parientes que murieron a manos del Estado Islámico (EI). Ochenticuatro, 84, digo bien,  “personas físicas disponen de iguales recursos que 4 mil millones de personas, la mitad de la humanidad, según la Oxfam”, escribe Frei Betto.  Esas 84 personas tienen en sus manos la sangre de sirios, libios, afganos, iraquíes, africanos y latinoamericanos, o angloamericanos pobres, sin contar asiáticos y los que me falten de contar.

 

La foto del bebito sirio tal vez les mueva la conciencia y donen al ACNUR, a alguna ONG humanitaria o tal vez ni eso. Lo que sí sabemos es que hoy la lucha por la democracia, por la solidaridad, por el cambio de época es un imperativo, al igual que la lucha por la defensa del planeta.

 

Una vez más “seamos realistas, exijamos lo imposible”, democraticemos la economía y a nuestras naciones, protejamos nuestros espacios de paz en la CELAC y la UNASUR, defendamos lo conquistado en nuestras Nuevas Democracias y avancemos hacia las conquistas sociales y ciudadanas en América del Norte y en Europa. "Los ricos del mundo saben muy bien que democratizar la economía –que significa aumentar el ingreso de los más pobres– es decretar el fin de sus lujos y privilegios",  nuevamente cito a Frei Betto.  No temamos soñar con lo imposible, aunque sea de a poquitos. Esta es una invitación a todas y todos, vamos por ello, desde la defensa de la Revolución Ciudadana hasta la conquista del mundo nuevo. Vamos por ello sin vacilaciones.

 

7 de Setiembre 2015

 

Foto: ACNUR

https://www.alainet.org/fr/node/172276?language=es
S'abonner à America Latina en Movimiento - RSS